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CRISIS FRANCIA

París presenta un plan de estabilidad sin austeridad para evitar la recesión

El ministro de Asuntos Exteriores, Laurent Fabius (izda), el presidente François Hollande (centro), y el ministro de Economía y Finanzas Pierre Moscovici (dcha) asisten a una reunión de inversiones estratégicas del gobierno en el Palacio del Elíseo en París (Francia) hoy, miércoles 24 de abril de 2013.
El ministro de Asuntos Exteriores, Laurent Fabius (izda), el presidente François Hollande (centro), y el ministro de Economía y Finanzas Pierre Moscovici (dcha) asisten a una reunión de inversiones estratégicas del gobierno en el Palacio del Elíseo en París (Francia) hoy, miércoles 24 de abril de 2013.EFE

El Gobierno francés finalizó hoy la presentación de su programa de estabilidad "carente de plan de estabilidad" para no frenar el crecimiento económico del país y evitar la recesión, antes de enviárselo a la Comisión Europea.

Un día después de su aprobación por los diputados, el ministro de Economía, Pierre Moscovici, presentó el plan ante el Senado, último trámite parlamentario antes de poder enviarlo a Bruselas.

Para Moscovici, el proyecto del Gobierno combina "el buen ritmo que permite reducir el déficit público sin afectar al crecimiento", por lo que invitó a extender las mismas políticas al resto de Europa.

Con una popularidad por los suelos, el Ejecutivo necesita resultados económicos, pese a que los indicadores no son buenos.

Francia será uno de los cinco países que no cumplirá el compromiso de reducir el déficit público al 3 % a partir de este año (será de en torno al 3,7 %) y el paro no cesa de subir.

Mañana se conocerán las cifras de marzo y todo apunta que supondrá el vigésimo tercer mes consecutivo de crecimiento del desempleo, lo que, de confirmarse este mal augurio, situará la tasa de paro de Francia en su récord absoluto, marcado hasta ahora en 1997, con 3.195.500 personas.

Ante ese panorama, Moscovici anunció un plan que no incluye la austeridad, "que los franceses no quieren" y que afectaría todavía más al crecimiento económico.

Reconoció que sus medidas "necesitan tiempo para dar resultados" pero achacó la mala situación económica a la herencia del Ejecutivo anterior del conservador Nicolas Sarkozy.

"En once meses de Gobierno hemos frenado el deterioro económico de cinco años de 'sarkozismo'", dijo el ministro, que achacó a la anterior administración una degradación de las cuentas públicas, la creación de un millón de parados y la pérdida de competitividad de las empresas francesas.

Pese a todo, consideró que las medidas adoptadas por su Gobierno "han frenado el deterioro" y apostó por mantener el rumbo fijado hasta ahora.

En contra de las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Ejecutivo galo apuesta por mantener sus cálculos económicos, que pasan por crecer un 0,1 % este año, un 1,2 % el próximo y un 2 % para los siguientes tres ejercicios.

Moscovici se mostró confiado de poder lograr esas cifras, pese a que el FMI acaba de corregir a la baja sus previsiones y prevé una caída del PIB galo del 0,1 % este año y una subida de solo el 0,9 % el próximo.

Pero el ministro de Economía destacó dos factores que pueden sostener la economía francesa, empezando por la recuperación económica de la zona euro, que pasa por que el resto de los países abandonen "los programas de austeridad que frenan el crecimiento de la economía".

"Lo peor de la austeridad ha pasado y las medidas puestas en marcha, como la unión bancaria, deben comenzar a dar sus frutos", indicó el ministro ante los senadores.

Moscovici recordó que incluso el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, animó a revisar las políticas económicas europeas y señalo que "la austeridad no es la solución".

A ello se suman, dijo el ministro, las medidas adoptadas por su Ejecutivo, que deben también tener una influencia en el crecimiento económico, como los créditos públicos para favorecer la competitividad de las empresas nacionales y para apostar por los sectores económicos más dinámicos.

Confiado en esos dos factores, el Ejecutivo francés mantiene sus previsiones porque modificarlas a la baja, según Moscovici, "hubiera obligado a tomar medidas de ajuste que hubieran tenido consecuencias negativas en el crecimiento".

El ministro indicó que la mayor parte del esfuerzo para recuperar la situación de Francia se ha concentrado en 2013, cuando se han destinado 30.000 millones de euros para contribuir al saneamiento de las finanzas públicas.

De ellos, 20.000 millones salían de nuevos impuestos a empresas y a los contribuyentes más adinerados, mientras que los otros 10.000 millones corresponden a ahorros del Estado.

A partir del año próximo, indicó el ministro, lo esencial del esfuerzo presupuestario destinado a reducir el déficit público, calculado en 20.000 millones de euros, se centrará en recortes del gasto público, mientras que solo 6.000 millones procederán de nuevos impuestos y de la lucha contra el fraude fiscal.

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