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CRISIS UE

Draghi afirma que "el papel del BCE no es subsidiar bancos inviables ni gobiernos"

El primer ministro holandés, Mark Rutte (2º izq), charla con el presidente del Banco Central de Holanda, Klaas Knot (izq), el ministro de Finanzas holandés, Jeroen Dijsselbloem (der), y el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi (2º der), en la residencia oficial Catshuis de La Haya, en Holanda.
El primer ministro holandés, Mark Rutte (2º izq), charla con el presidente del Banco Central de Holanda, Klaas Knot (izq), el ministro de Finanzas holandés, Jeroen Dijsselbloem (der), y el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi (2º der), en la residencia oficial Catshuis de La Haya, en Holanda.EFE

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, dijo hoy que la institución monetaria, como suministrador de liquidez para el sistema bancario europeo, no quiere ni puede "subsidiar" bancos inviables ni gobiernos.

"Al proveer liquidez a nuestras contrapartes bancarias no podemos ni queremos subsidiar bancos que están fracasando", señaló Draghi en un discurso pronunciado en Amsterdam.

En este sentido, explicó que el apoyo a la banca mediante el suministro de liquidez "no es ni debe ser un apoyo de capital" para los bancos y que, de manera idéntica, al intervenir en el mercado secundario de deuda "no puede ni quiere" subsidiar gobiernos.

Draghi admitió de nuevo que existe una fragmentación del mercado financiero en la eurozona, algo que calificó de "perjudicial", dado que la economía de los diecisiete países de la moneda única "es una que se basa en la banca".

De hecho, en torno a tres cuartas partes de la financiación de las empresas europeas procede de bancos, recordó.

"De manera que, si los bancos en algunos países no prestan a tipos de interés razonables, las consecuencias para la economía de la eurozona son graves", sostuvo.

Reiteró que esa fragmentación se está reduciendo en lo que se refiere al aspecto de la liquidez que se suministra al sistema.

No obstante, la política monetaria "muy acomodaticia" del BCE "solo se traslada parcialmente a las condiciones financieras que afrontan las empresas y hogares en algunos países de la eurozona", reconoció Draghi.

El economista italiano señaló además que empresas con sede en Estados miembros sometidos a presiones sufren peores condiciones para financiarse que compañías rivales con los mismos riesgos en otras zonas de Europa, sobre todo las pymes, a pesar de generar tres cuarto partes del empleo en la eurozona, agregó.

"La tarea de nuestras medidas no estándares de política monetaria es, por ende, eliminar esas piedras sobre las que tropiezan (las empresas) para garantizar que nuestra política de la moneda única llega a todas las partes de la eurozona", sostuvo, lo que es "crucial para cumplir nuestro mandato", añadió.

Draghi explicó que el BCE ha actuado con determinación, dado que su balance se ha incrementado casi tres veces desde el tamaño que tenía previo a la crisis y aunque desde su punto álgido se ha vuelto a reducir, "la expansión es comparable al aumento del balance de la Reserva Federal durante la crisis", aseguró.

No obstante, indicó que otros Bancos Centrales ajustan sus medidas a la particularidad de una única economía cuando la institución monetaria europea tiene que tener en cuenta un "entorno plurinacional" en el que diecisiete países comparten una moneda.

Recalcó que, pese a las medidas impulsadas por el BCE, los problemas en el panorama económico de la eurozona "siguen pesando", lo que requiere "más acción por parte de las autoridades".

"La vía para salir de la crisis es restaurar la competitividad" y ello se consigue mediante una agenda de reformas ambiciosa, que debe asegurar el buen funcionamiento de los mercados de productos y laboral.

Draghi recalcó que también ha habido progresos en las reformas estructurales, lo que se ve por ejemplo en las balanzas por cuenta corriente y en la caída de costes laborales unitarios de algunos países miembros,

"Acometer reformas estructurales, consolidar el presupuesto y restaurar los balances del los bancos no es ni la responsabilidad ni el mandato de la política monetaria. Ésta solo puede evitar un desendeudamiento abrupto que se hubiera llevado a cabo en un entorno de pánico y de ventas masivas" de activos, destacó.

Sostuvo asimismo que "la política monetaria puede apoyar el progreso reformista al salvaguardar la estabilidad de los precios y anclar las expectativas de inflación, pero no puede sustituir las acciones que otros actores, incluido el propio sector privado, deben tomar".

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