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La Unión Europea quiere frenar la sangría de la evasión fiscal

Austria se resiste a eliminar el secreto bancario pese a la presión de los socios europeos La evasión fiscal causa la pérdida de alrededor de un billón de euros al año en ingresos a la UE Guindos dice que la amnistía fiscal española "afloró una base que ahora paga impuestos" Los casos de corrupción en España y Francia han situado la fiscalidad en la agenda europea

Luis de Guindos a la llega a la reunión de ministros en Dublín
Luis de Guindos a la llega a la reunión de ministros en Dublín Peter Morrison (AP)

La presión de los escándalos sobre paraísos fiscales, en el centro de la corrupción de países como Francia y España, ha colocado apresuradamente la fiscalidad en la ya apretadísima agenda europea. Es de hecho una de las cuestiones centrales que se abordan hoy en la reunión de ministros de económicos de la Unión Europea. Cada uno presenta en Dublín sus propuestas para combatir el fraude y elevar de ese modo la recaudación. La Comisión Europea no tenía previsto presentar este sábado nuevas propuestas pero sí instará a los países a acelerar el trabajo pendiente, especialmente en materia de intercambio de información.

La Comisión negocia desde hace tiempo con los países miembros una nueva directiva sobre el ahorro que permita suministrar automáticamente información entre todos los países comunitarios y mejorar el control de los datos. La oposición de Austria y Luxemburgo, dos de los socios que siguen teniendo secreto bancario, ha mantenido bloqueado ese proyecto. La voluntad que esta misma semana han expresado esos dos Estados de acabar con el secreto bancario —Luxemburgo incluso ha puesto fecha para la derogación: enero de 2015— parecía allanar el camino para aprobar y aplicar ya esa directiva. Sin embargo, esta mañana, Austria ha asegurado que luchará por mantener el secreto bancario en contra de toda la presión que recibe, dijo su ministra de Finanzas, Maria Fekter al llegar a la reunión.

Aparentemente Austria se mantendrá firmes en su posición, especialmente después de que rancia, España, Italia, Reino Unido, Polonia y Alemania anunciaran un frente común contra el fraude, mediante un proyecto de intercambio multilateral de información fiscal.

Guindos defiende los esfuerzos de España

El ministro de Economía, Luis de Guindos, por su parte, ha defendido los esfuerzos de España, en referencia a la amnistía fiscal que llevó a cabo el Ejecutivo el año pasado. A su llegada a la reunión que el Gobierno ha dicho que España luchará "con todas sus fuerzas" contra el fraude fiscal y ha dicho que la regularización fiscal llevada a cabo el año pasado ha tenido un "dato positivo" que es aflorar una base imponible que a partir de ahora pagará impuestos.

Según ha informado Europa Press, Guindos ha valorado que, a su juicio, el acuerdo alcanzado por los seis grandes países de la UE supone "buenas noticias" porque significa que "todo lo que es fraude fiscal, situaciones patrimoniales opacas, sea definitivamente atacado por parte de la Unión".

"El fraude fiscal, si hubiera intercambio automático de información como el que acordamos, sería mucho más difícil", ha insistido el ministro de Economía. Esta medida debe completarse con "una política adecuada en relación con los paraísos fiscales". A ese respecto, ha opinado el español, "la decisión de Luxemburgo de intercambiar información es otro paso en la dirección correcta".

Un agujero de un billón en Europa

El responsable comunitario de fiscalidad, Algirdas Semeta, quiere que los países que apliquen el conjunto de medidas que presentó en diciembre para luchar con más eficacia contra los paraísos fiscales y frenar las prácticas de ingeniería tributaria en que incurren las grandes empresas para aliviar su factura fiscal.

La evasión fiscal está causando la pérdida de alrededor de un billón de euros al año en ingresos a la Unión, dijo Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo. Van Rompuy anunció que los líderes europeos discutirán soluciones en la cumbre europea del próximo mayo.

Austria es el único país que aún muestra reticencias a abandonar el secreto bancario. Preguntada al respecto, su ministra de Finanzas, Maria Fekter, se defendió al ataque: “Reino Unido tiene muchos centros de lavado de dinero y paraísos fiscales en su jurisdicción: Islas del Canal, Gibraltar, Islas Caimán o Islas Vírgenes. Todos esos son puntos calientes para la evasión fiscal”. Viena no quiere dar su brazo a torcer: “El intercambio automático de información implica una injerencia masiva en los derechos de privacidad. ¿Debe el Estado husmear en los asuntos privados de los titulares de las cuentas?”.

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