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Los sindicatos de Iberia convocan 15 días de huelga contra el plan de ajuste

Los paros comenzarán el lunes 18 de febrero y terminarán el 22 de marzo La movilización está dirigida a los trabajadores de tierra y tripulantes de vuelo La última reunión con la dirección de la empresa acaba sin acuerdo

Cristina Galindo
Dos personas observan uno de los aviones de Iberia en Barajas.
Dos personas observan uno de los aviones de Iberia en Barajas.EFE

El caos amenaza a los aeropuertos españoles. Los sindicatos representantes de los trabajadores de tierra y tripulantes de vuelo de Iberia anunciaron este miércoles la convocatoria de 15 días de huelga, repartidos entre febrero y marzo (excluida la Semana Santa), para protestar contra el duro plan de ajuste presentado por la aerolínea, que contempla el despido de hasta 4.500 empleados, un 23% de la plantilla, y una reducción de las rutas de un 15% este año.

Están previstas huelgas de 24 horas entre el 18 al 22 de febrero, el 4 al 8 de marzo y el 18 al 22 de marzo, según fuentes sindicales. Aunque los pilotos se quedan de momento al margen de la protesta, el impacto de las movilizaciones será significativo si son secundadas masivamente y, además, pueden afectar a otras aerolíneas que tienen contratados con Iberia los servicios de asistencia en aeropuertos (handling), como Aer Lingus y Lufthansa, o el mantenimiento.

La convocatoria de paros se produce después de que terminara sin acuerdo la reunión que CC OO, UGT, Asetma, USO, Sitcpla y CTA-Vuelo —representantes del 93% de la plantilla de Iberia— mantuvieron por la mañana con la dirección de Iberia en el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje, organismo creado por patronal y sindicatos para mediar en conflictos laborales. Se trataba de la última oportunidad de evitar la convocatoria de movilizaciones, pero casi nadie apostaba por el acuerdo.

Al término del encuentro, el secretario federal del sector aéreo de UGT, Francisco Rodríguez, aseguró a la prensa que si lo creen necesario volverán a convocar más huelgas, siempre respetando la Semana Santa. Mientras, el director de recursos humanos de Iberia, José Luis Romero, insistió en que la compañía sigue abierta a la negociación.

La aerolínea prevé reducir un 15% las rutas este año y eliminar hasta 4.500 empleos

La tensión ha dominado las relaciones entre los representantes de la plantilla y la dirección de la aerolínea desde que IAG, el holding que agrupa a Iberia y British Airways desde su fusión en 2011, anunciara el 9 de noviembre un duro plan de ajuste para salir de las pérdidas. Ya hubo otra convocatoria de una semana de huelga en diciembre pasado, en vísperas de Navidad, pero fue cancelada después de que la plantilla y la dirección de la empresa alcanzaran un principio de acuerdo el 17 de diciembre y se sentaran a negociar.

El acercamiento duró poco. Las negociaciones se rompieron el 31 de enero, plazo límite dado por IAG —e “inamovible”, según repitió varias veces su consejero delegado, Willie Walsh— para llegar a un entendimiento. Los sindicatos rechazaron la última propuesta lanzada por Iberia, que situaba el recorte de capacidad en el 10%, en lugar del 15% inicial, y rebajaba un 30% los despidos. Además, también conllevaba una rebaja mejor de los salarios, según la empresa.

Pero los representantes de los trabajadores consideran que la propuesta no era creíble, dado que la aerolínea mantenía su objetivo de rentabilidad: mejorar los resultados operativos en 600 millones de aquí a 2015. En los primeros nueve meses del año, las pérdidas de la aerolínea fueron de 262 millones.

Ante la falta de acuerdo, Iberia decidió seguir adelante con el duro ajuste anunciado en noviembre pasado para salir de las pérdidas, según decidió el Consejo de Administración de IAG en una reunión el 1 de febrero. El director de recursos humanos recordó las últimas mejoras en la oferta propuestas el último día de enero.

Los sindicatos consideran que Iberia no está dirigida desde España, sino desde IAG. El representante de UGT añadió que si la Administración les ayuda, “esto será fácil” y que si no, ellos pararán a los trabajadores y el “desmantelamiento de la compañía Iberia”.

Mientras tanto, el sindicato de pilotos, el Sepla, que ha estado negociando por su parte con Iberia, dijo la semana pasada que prefería esperar a ver qué pasos da la compañía antes de tomar una decisión. El Sepla ya se quedó al margen de las movilizaciones convocadas en diciembre.

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Sobre la firma

Cristina Galindo
Es periodista de la sección de Economía. Ha trabajado anteriormente en Internacional y los suplementos Domingo e Ideas.

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