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El Gobierno estudia nombrar presidente del CSN al secretario de Energía

Antonio Colino, actual vicepresidente del organismo regulador, también aspira al cargo

El Gobierno estudia nombrar al secretario de Estado de Energía, Fernando Martí, como presidente del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), según fuentes de este organismo. El nombramiento, que se ha debatido en varios consejos de ministros, está pendiente desde principios de mes. Martí, exconsejero de la Comisión Nacional de la Energía, podría pasar así a presidir un organismo regulador, después de que el PP promulgara la independencia de estos organismos. El otro candidato es Antonio Colino, actual vicepresidente del CSN.

El presidente del CSN tiene rango de ministro y un mandato de seis años. Su renovación está pendiente desde que a principios de mes expiró el de Carmen Martínez Ten y de tres consejeros más. El PSOE propone a la exministra Cristina Narbona para suceder a Martínez Ten, y Rosario Velasco, diputada hasta 2008, repetirá como consejera.

El PP tiene que renovar dos de sus cargos, y es previsible que repita Fernando Castelló, en el cargo únicamente desde mayo pasado. La designación de Colino, actual vicepresidente, como presidente se daba casi por hecha, pero por edad tendría que cesar en cuatro años, con lo que el PP perdería la presidencia de un organismo clave en el sector nuclear. El CSN emite informes vinculantes en el caso ser negativos para cualquier central. Así, el nombramiento está ahora entre Colino y Fernando Martí.

El nombramiento de Martí puede ser polémico porque pasaría directamente de la secretaría de Estado al organismo regulador, que a menudo tiene discrepancias con Industria. En 2009, los cinco consejeros del CSN votaron a favor de que Garoña pudiera funcionar hasta 2019, en contra del criterio del Gobierno del PSOE. En los últimos años, el CSN ha conseguido quitarse la imagen de politización que dio en 2002, cuando decidió el cierre de Zorita tras un pacto público entre PSOE y PP. Hasta ahora, el CSN se ha mostrado inflexible ante la posibilidad de acortar los plazos para analizar la prórroga a Garoña.

No sería la primera vez que el Gobierno de Mariano Rajoy sitúa a un cargo con marcado perfil político al frente de un organismo regulador. En septiembre, la diputada Elvira Rodríguez fue nombrada presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Los nombramientos en el sector nuclear se le están atragantando al Gobierno. En mayo pasado, el Gobierno designó a Francisco Gil-Ortega como presidente de Enresa, la empresa pública que construirá el almacén nuclear. El nombramiento llegó seis meses después de anunciar que el almacén iría a Cuenca por los distintos nombres que dirigentes del PP querían colocar en el deseado cargo, uno de los pocos sin apenas recortes presupuestarios. Al final se impuso Dolores de Cospedal, que había aceptado el almacén en Cuenca a cambio de designar al presidente. Por eso eligió a Gil-Ortega, exalcalde de Ciudad Real.

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