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Cuatro entidades pondrán el 70% del dinero privado del banco malo

Santander, CaixaBank, Popular y Sabadell aportarán unos 1.700 millones en los próximos días Todo el sector, salvo el BBVA, se compromete a participar

Íñigo de Barrón
El presidente del BBVA, Francisco González.
El presidente del BBVA, Francisco González.BERNARDO PÉREZ

Ha comenzado la cuenta atrás del banco malo y ha llegado el momento más difícil, el de poner el dinero privado encima de la mesa. Los grandes del sector serán los que más aporten por tener la mayor cuota de mercado en depósitos de clientes. Así, Santander aportará unos 650 millones; La Caixa, 550 millones; el Popular, unos 290 millones; y el Sabadell, alrededor de 220 millones, según fuentes del mercado. Entre los cuatro, unos 1.700 millones, lo que supone el 70% de los recursos propios de origen privado, que sumarán 2.500 millones. Esta cantidad supondrá entre el 51% y el 55% del capital total de la entidad. El resto será del Estado. El Consorcio de Seguros también aportará unos 150 millones, como participación pública.

Pero prácticamente nadie se librará de aportar dinero a la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) que es como se denomina oficialmente este organismo. Entre las entidades medianas, destaca Kutxabank, que deberá destinar unos 100 millones, Unicaja e Ibercaja, 75 millones cada uno, Bankinter 50 millones, lo mismo que Mapfre. Otras aseguradoras como AXA, Catalana Occidente y Pelayo otros 50 millones en total. Y otras entidades como Caja Laboral, Cajamar, el Banco Cooperativo y Banca March también tendrán que aportar efectivo.

Una de las mayores novedades es la participación del Deutsche Bank y de Barclays. Ambas entidades tienen presencia en España, sobre todo la segunda, con una red de unas 500 oficinas. Según fuentes consultadas, el Gobierno espera la participación de dos fondos internacionales expertos en la gestión de patrimonios inmobiliarios, lo que sería una novedad en el sector. Entre los fondos más conocidos en el sector están KKR, Cerberus y Pimco. Henry Kravis manifestó en este periódico su interés por participar en el banco malo, bien entrando en el capital o comprando activos. “Todo depende de los precios”, dijo.

En el capital del banco estarán Deustche, Barclays y fondos extranjeros

La semana próxima se constituirá la sociedad y pocos días después se desembolsará el dinero. En principio, tendrá 45.000 millones de euros en activos con unos recursos propios privados de 2.000 millones. El traspaso efectivo de los activos se hará el 31 de diciembre, aunque hasta febrero podría recibir algunos bienes más. A comienzos del próximo año, Liberbank, BMN, Ibercaja y Caja España-Duero podrían traspasar sus activos tóxicos. Con esta tacada, el balance subirá hasta los 62.000 millones y precisará unos recursos propios privados de 2.500 millones, que serán mayoritarios.

De este dinero, alrededor de 500 millones serán acciones. A cambio de los otros 2.000 millones, los bancos recibirán bonos de Sareb con una rentabilidad del 8%. Para las entidades es clave “controlar el ritmo de ventas” de Sareb, “para que no tire los precios y perjudique los activos de las entidades”, dicen desde un banco que participará. También les preocupa que el banco malo les pida créditos para las refinanciaciones de activos, “porque el dinero ya lo destinamos a nuestros clientes con inmuebles, que son muchos”, afirman.

La negativa del BBVA a entrar crea malestar en el sector y en el Gobierno

Hasta este miércoles, el BBVA mantenía la posición de no participar en la Sareb. La medida podría cambiar en los próximos días si prosperan las negociaciones políticas al más alto nivel, pero se considera difícil por la complejidad de la operativa.

La decisión de Francisco González ha provocado un enorme malestar entre el resto de entidades financieras porque son ellas las que tienen que aportar los casi 600 millones que le correspondían a este banco.

No obstante, el Gobierno barajaba rebajar desde el 55% de participación privada al 51% para paliar un poco el esfuerzo de las demás entidades. En el Gobierno ha causado malestar porque se considera que el banco malo, cuya sociedad instrumental se constituirá a principios de la semana próxima, es una pieza clave para la recuperación de la confianza en España, es decir, para que baje la prima de riesgo y pueda mejorar la calificación a medio plazo.

En el sector, otras fuentes financieras que piden el anonimato recuerdan cómo el BBVA se benefició de 1.000 millones de capital que tenía Unimm en su balance cuando fue adquirido por la entidad. También comentan que el futuro del banco malo “estará ligado al del sector financiero, por lo que es algo que le afecta muy de cerca al BBVA”.

En septiembre pasado, González declaró sobre su papel en el banco malo: “Estamos abiertos a cualquier posicionamiento. Podemos transferir activos, poner capital... podemos hacer muchas cosas y las haremos, en beneficio del banco y en beneficio de nuestro país. Ahora todos tenemos que buscar la solución que sea mejor para este país. Claro que BBVA estará abierto a cualquier cosa que sea buena para todos”.

El Gobierno baraja la posibilidad de elevar las aportaciones al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) para dar estabilidad al sistema financiero. También se estudia que las entidades que hayan aportado dinero al Sareb no tengan que hacerlo al FGD. En la práctica, esto supondría un castigo al BBVA por su portazo al banco malo. Además, la inversión en el FGD es un gasto que se debe provisionar, mientras que lo destinado a la Sareb es una inversión que no se carga, por lo que la jugada es negativa desde el punto de vista contable.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, desvelará estos detalles en su próxima comparecencia en la Comisión de Economía en el Congreso el 18 de diciembre. Será la séptima vez que acuda y la quinta que trate de la reestructuración financiera.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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