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Botín critica la lentitud en la respuesta de los políticos a la crisis del euro

"Europa y la banca tienen que dejar de ser el problema y pasar a ser parte de de la solución". El banquero asegura que "el euro no se va a romper" Las reglas de Basilea III están impactando en el crédito y la economía

Emilio Botín, presidente del Banco Santander, en la V Conferencia Internacional de Banca en la ciudad financiera de Boadilla del Monte (Madrid).
Emilio Botín, presidente del Banco Santander, en la V Conferencia Internacional de Banca en la ciudad financiera de Boadilla del Monte (Madrid).EL PAÍS

El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, ha lanzado un mensaje europeísta esta mañana en la V Conferencia Internacional de Banca organizada por el Santander en la Ciudad Financiera de Boadilla del Campo (Madrid). "El euro y la integración de Europa no tienen vuelta atrás. Son absolutamente imprescindibles. Es el mejor plan. No hay Plan B", ha subrayado Botín, que ha criticado la respuesta de los políticos e instituciones europeas a la crisis del euro.

Botín ha subrayado que "cuando Europa ha estado unida ha sido más fuerte y más próspera" y ha destacado que el euro "es la única divisa capaz de competir con el dólar como moneda de reserva", ha señalado el banquero, que ha arrancado su intervención recordando que "Europa es el eje sobre el que se ha desarrollado la sociedad occidental tal como hoy la conocemos" y que ha sido "el centro cultural, intelectual y económico del mundo" durante siglos. "Las ventajas que nos ha reportado el euro son enormes", ha añadido, según una transcripción de la intervención facilitada por el banco, pues el acto estaba cerrado a la prensa.

"Para el Banco Santander, como para otras grandes empresas europeas, el euro ha sido un factor determinante para nuestro crecimiento en los últimos 15 años, abriéndonos nuevos mercados y oportunidades. El euro dio paso a una década de enorme prosperidad. Sin embargo, la crisis internacional alcanzó a Europa sin las herramientas adecuadas para dar una respuesta rápida a la nueva situación", por lo que "una crisis financiera que nace en EEUU y se extiende por todo el mundo, se enquista en Europa como en ninguna otra área económica". "No hemos sido capaces de afrontar con determinación la primera gran crisis desde el nacimiento del euro", ha subrayado.

Botín ha criticado la respuesta de los políticos e instituciones ante la crisis: "La falta de una hoja de ruta para escenarios de crisis, y del convencimiento de pertenecer a un proyecto común irreversible, provocó que las medidas fueran insuficientes, se tomaran con demasiada lentitud y con una alta dosis de incertidumbre sobre su ejecución. La respuesta no se está correspondiendo con la gravedad de la situación económica y está generando una ola de sentimiento negativo hacia Europa entre los propios ciudadanos, que demandan liderazgo y soluciones", ha dicho.

En su opinión, el giro que supuso la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del pasado junio y las medidas aprobadas por el Banco Central Europeo (como las líneas de liquidez a tres años y el programa de compra de bonos aprobado en en septiembre) "marcan claramente el camino de salida de la crisis". "La prioridad debe ser ahora la ejecución del plan acordado".

"Más fácil crecer en Latinoamérica que en Europa"

"Europa tiene que ser un todo y no una suma de partes. No me cabe duda: Europa y el euro saldrán reforzados de esta crisis". Para ello, Botín considera que la unión bancaria es una condición imprescindible.

Botín ha dejado claro que en Europa a día de hoy no existe un mercado bancario único y para ello ha echado mano de la experiencia del banco que preside. "Banco Santander es el primer banco de la zona euro por valor en bolsa, oficinas y clientes, y puedo decirles que nos ha resultado mucho más fácil expandirnos en Latinoamérica que en Europa, donde con demasiada frecuencia hemos encontrado barreras de todo orden".

El presidente del Santander reclama fortalecer la supervisión y más transparencia para que el criterio de aplicación de las reglas también sea único.

"En conclusión, la unión bancaria es clave para que los europeos recuperen la confianza en el sistema financiero, y para que las entidades podamos desarrollar nuestro papel de apoyo e intermediación en la economía. Europa y la banca tienen que dejar de ser parte del problema y pasar a ser parte de la solución", ha subrayado.

España tendrá "uno de los sistemas financieros más sólidos del mundo"

El presidente del Santander también ha señalado que "hay que vigilar que haya consecuencias no deseadas" como consecuencia de los cambios de regulación. "Las exigencias de Basilea III [las nuevas normas internacionales sobre solvencia y liquidez de la banca] están impactando en el volumen y el precio del crédito bancario y, con ello, en la economía. Es un impacto que tenemos que vigilar y tratar de minimizar calibrando bien las medidas, y revisando algunos elementos", ha explicado.

Según Botín, es imprescindible acabar de definir estas reformas de tal manera que potencien la seguridad del sector financiero y no afecten negativamente al crecimiento económico.

A las reformas, ha recordado, se están añadiendo procesos de saneamiento y restructuración de los sistemas financieros. "En particular, el que está experimentando España es sin duda el más intenso, y le permitirá convertirse en uno de los sistemas financieros más sólidos del mundo", ha dicho.

Según Botín, "los bancos deben centrarse en la actividad de banca comercial, apoyando el crecimiento económico", en línea con lo que propugna el informe Liikanen.

Pero más allá de la regulacion, Botín considera más importante "tener oficio bancario para cumplir bien con la función básica de un banco: intermediar entre ahorro e inversión, gestionando los riesgos y con foco en el cliente".

"Una buena cultura bancaria habría rechazado los riesgos, la falta de governance y las malas prácticas que han destruido entidades financieras en Estados Unidos, en Reino Unido, en España y a lo largo de la Unión Europea", indica Botín.

Esa buena cultura bancaria conlleva, según el presidente del Santander, tres elementos clave: un gobierno corporativo sólido, una política de riesgos fuerte e independiente y volver a los mejores principios y valores de la banca.

Botín ha insistido especialmente en la política de riesgos: "La gestión de riesgos es el cimiento de nuestro negocio. Sin unos buenos cimientos, no importa el tamaño, el edificio se derrumba. Sin una buena gestión del riesgo, no importa el tamaño, la entidad quiebra", ha subrayado.

Además, ha reivindicado orientar la gestión bancaria a las necesidades del cliente, "poniendo a la banca al servicio de la economía real", "un modelo que puede parecer incluso aburrido. Pero no por ello sencillo ni fácil de ejecutar con éxito. Un modelo de negocio que requiere mucha experiencia y mucho oficio".

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