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Los inversores extranjeros del banco malo tendrán beneficios fiscales

Pagarán solo el 1% de sus beneficios y tendrán exenciones en las transmisiones

Jesús Sérvulo González
Fernando Restoy, subgobernador del Banco de España.
Fernando Restoy, subgobernador del Banco de España.GORKA LEJARCEGI

El Gobierno trata de suavizar las condiciones para atraer inversores extranjeros al banco malo, la entidad que gestionará los activos inmobiliarios de los bancos rescatados. Lo ha diseñado para que la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), como ha sido bautizado el banco malo, tenga más de la mitad de capital privado. El Estado aportará a través del Frob —el fondo utlizado para rescatar las entidades con problemas— el resto, siempre menos del 45%. Por eso, para evitar poner la mínima cantidad de dinero público, el Ejecutivo busca fórmulas atractivas para los inversores que hasta el momento se muestran reticentes.

Con esa idea, el Grupo Popular en el Congreso ha presentado tres enmiendas en la Ley de Reestructuración y Resolución de Entidades de Crédito, que regula la creación del banco malo, para incluir exenciones y beneficios fiscales para estos inversores.

Los accionistas no residentes de la entidad no cotizarán por las rentas

Una de estas emniendas, que aún tienen que ser convalidadas en el Congreso de los Diputados a mediados de este mes, afecta a los Fondos de Activos Bancarios (FAB), los mecanismos previstos para agrupar los activos inmobiliarios de las entidades que participen en el banco malo. Estos fondos tributarán con un tipo del 1% en el impuesto de sociedades y tendrán la consideración de sociedades de inversión colectiva, que gozan de un tratamiento fiscal favorable.

Los inversores extrajeros que no tengan establecimiento permanente en España, además, tendrán exenciones en el Impuesto sobre la Renta de no Residentes. “Al igual que lo previsto para los rendimientos de la deuda pública”, aclaran en Hacienda. Al introducir este beneficio fiscal, los inversores extranjeros estarán exentos por los dividendos o ganancias patrimoniales por su participación en el Sareb. Este trato favorable será aplicable mientras el Frob se mantenga en el banco malo, previsto durante 15 años.

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Otra de las emniendas modifica la legislación del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (IT y AJD) para que las transmisiones de activos entre el Sareb y las entidades que participen en el banco malo estén exentas. Es decir, el Sareb se ha diseñado para que una vez reciba los activos inmobiliarios de las entidades rescatadas pueda agruparlos y gestionarlos en diferentes paquetes a través de otras sociedades. Esta exención se establece para evitar gravar los traspasos entre unas sociedades y otras. “Se hace para que haya neutralidad en la transmisión de activos entre el Sareb y el Fab”, explican fuentes del Ministerio de Economía.

Por último, el PP presentó otra enmienda para evitar que los activos que reciba el banco malo tributen por el impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana hasta que el Sareb se deshaga de ellos. “Se hace necesario un diferimiento en el pago sobre este impuesto, de manera que los terrenos tributen cuando se saquen finalmente al mercado”, señala la justificación de la emnienda presentada por el grupo Popular.

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Sobre la firma

Jesús Sérvulo González
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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