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La sangre más caliente del Ibex 35

La empresa de hemoderivados Grifols explota en Bolsa por la integración con Talecris

Cristina Delgado
Empleados de Grifols en la sede de Parets del Vallés (Barcelona).
Empleados de Grifols en la sede de Parets del Vallés (Barcelona).

A los mercados les gusta la sangre. Al menos la que manipula Grifols para extraer de ella sus productos. Esta compañía española ha apuntalado este año el maltrecho Ibex. Desde que comenzó 2012, sus acciones se han revalorizado más del 72%, a pesar de que el selectivo se ha desplomado un 13,3%. ¿Dónde está el secreto? Su estrategia de expansión y la reducción de su deuda parece la clave. El año pasado compró Talecris, un competidor estadounidense. Un gigante en el sector de la biociencia que muchos aventuraron que quizá se le atragantaría. Pero Grifols está haciendo la digestión. Y le sienta bien.

“Nosotros siempre pensamos que podríamos hacerlo”, resume Nuria Pascual, directora financiera y de relaciones con los inversores de Grifols. Aunque la compra de Talecris fue anunciada en junio de 2010, Pascual señala que la visibilidad real de la integración comenzó a notarse (tras el largo proceso con las autoridades de competencia) en diciembre de 2011. Así que comenzaron 2012 con los deberes recién terminados. “Es cierto que [la compra] supuso unos niveles muy elevados de endeudamiento, pero ya los estamos reduciendo. Hemos ido amortizando deuda, pese a que ni siquiera estaba cerca el plazo de vencimiento”, razona la directiva. Creen que esa diligencia a la hora de devolver lo prestado les está beneficiando. “En enero nos permitió hacer incluso una reorganización de la deuda. Pudimos revisar los tipos de interés, los márgenes financieros...”, enumera. En cuatro años, vaticina, llegarán a los mismos niveles de endeudamiento de antes de la compra.

Europa se hace cada vez más pequeña en su negocio, en comparación con las ventas en otros países

Los analistas creen que fue una buena operación, por las sinergias. “Les ha proporcionado un crecimiento enorme en EE UU, con buena complementación en otros mercados. Se solapaban poco, y ahora han logrado una enorme presencia en el mercado norteamericano y en países como Alemania. Las sinergias son elevadas”, valora Iván Sanfélix, analista de Renta 4. La operación obligó a Grifols a desprenderse de algunos activos, para cumplir la normativa de competencia, pero pudo mantener uno de los grandes núcleos de producción de Talecris, en Clayton, Carolina del Norte (EE UU).

Europa se hace cada vez más pequeña en su negocio, en comparación con las ventas en otros países. De sus 1.316 millones de euros de facturación en el primer semestre del año (antes de Talecris, Grifols facturaba semestralmente un 107% menos), más de 822 millones llegan de EE UU y Canadá, frente a los 297 millones que factura en el Viejo Continente. “Somos una empresa global. España tiene cada vez menos presencia en las ventas, pero un enorme peso en producción. Y en Estados Unidos tenemos cientos de centros de extracción de sangre desde hace muchos años”, desgrana Pascual.

Una de sus virtudes, la de cumplir las expectativas, podría provocar, sin embargo, que se acabara su estrella en Bolsa si en cualquier momento sufre un traspié

“Obviamente, tener tanto mercado fuera les beneficia. Pero, además, juegan en un sector que se ha demostrado muy estable. [Para los inversores] Es una posición defensiva”, señala Ignacio Cantos, analista de ATL Capital. Como varios analistas más, Cantos señala el parecido de los títulos de Grifols con los de Inditex, ya que, aunque la firma de hemoderivados y la de ropa pertenecen a sectores muy distintos, ambas son este año acciones que se han encarecido mucho, y que parecen haber actuado como refugio para los inversores que huyen de los vaivenes del parqué. “Grifols, como Inditex, siempre ha cumplido, al menos de momento, lo que se espera de ella. Dijo que tendría unas sinergias con Talecris, y están ahí”, señala el analista de ATL Capital. Aun así, Manuel Sousa Andrade, analista de Saxo Bank, cree que la compañía es algo más que un valor que solo funciona en plena tempestad: “Es defensivo, pero está demostrando que tiene buenos resultados detrás”.

Una de sus virtudes, la de cumplir las expectativas, podría provocar, sin embargo, que se acabara su estrella en Bolsa si en cualquier momento sufre un traspié. Las acciones de la empresa tienen ahora un precio elevado. Todos los ojos están puestos en ellas, a la espera de determinar cuándo tocarán techo y se darán la vuelta, hacia las bajadas. Los inversores esperan la señal para vender y no quedarse atrapados. Y presentar unas cuentas por debajo de lo esperado podría ser esa señal. “Está claro que los inversores respaldan la estrategia. Pero será difícil que [las acciones] rompan la barrera de los 26 euros. Nosotros hemos fijado un precio objetivo de 22,54 euros ahora mismo. Necesitamos más noticias para saber si puede llegar a más”, señala Sousa Andrade, de Saxo Bank. Iván Sanfélix, de Renta 4, sí que encuentra algunos riesgos a esta inversión. “El margen de mejora ya es reducido. Cuando los inversores vuelvan al mercado, puede que Grifols lo note, porque está ligado a la marcha de la economía”, opina. Es decir, que Grifols, que ha demostrado ser muy anticíclico, podría perder interés si otros sectores reviven.

En julio realizaron una pequeña adquisición, el 40% de la biotecnológica VCN Biosciences. En marzo se habían hecho con el 51% de Araclon Biotech

De momento no ha ocurrido. Los últimos resultados, del primer semestre de este año, estuvieron un poco por debajo de los objetivos esperados por algunos analistas, “pero fueron números muy buenos”, cree Andrade. Usando datos comparables proforma con 2011 (o sea, incluyendo el negocio de Talecris, a pesar de que la compra se hizo efectiva a mitad de año), las ventas han mejorado un 15,2%, hasta los 1.316,7 millones de euros. El beneficio aumentó el 0,5% hasta los 154,6 millones de euros. “El nivel de caja es elevado y está saldando bien sus deudas”, apunta Sanfélix.

“Nuestro objetivo ahora es que Norteamérica y Europa sigan mejorando, pero además, potenciar otras áreas, como por ejemplo América Latina. Además, queremos seguir avanzando en lograr más flexibilidad entre las instalaciones de producción y poner en marcha las nuevas plantas de fraccionamiento, en 2014 la de Barcelona y en 2015 la que se levanta en el complejo de Carolina del Norte (EE UU)”, explica Pascual. En julio realizaron una pequeña adquisición, el 40% de la biotecnológica VCN Biosciences. En marzo se habían hecho con el 51% de Araclon Biotech. ¿Piensan en nuevas adquisiciones? “En términos de compras, hacerse con otra empresa grande es complicado. Pero siempre hay pequeñas oportunidades en ciertas áreas, sobre todo de I+D. Siempre estamos atentos”, advierte Pascual.

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Sobre la firma

Cristina Delgado
Es subdirectora y se encarga de la edición digital de EL PAÍS. Antes fue redactora jefa de Economía, sección en la que se incorporó al periódico, en 2008. Licenciada en Periodismo y en Comunicación Audiovisual, ha realizado el máster UAM-ELPAIS y posgrados de información económica y gestión.

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