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La confianza del consumidor alcanza su mínimo histórico tras los recortes

El índice cae a su nivel más bajo de toda la serie histórica, según el indicador del CIS Las expectativas a medio plazo de los hogares se hunden tras el anuncio de los ajustes

El 60% asegura que su situación económica familiar ha empeorado.
El 60% asegura que su situación económica familiar ha empeorado.EFE

La confianza de los consumidores tocó su mínimo histórico en el mes de julio, después del anuncio de los recortes y la subida del IVA por parte del Gobierno. La encuesta elaborada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) se realizó una semana después de que los ciudadanos conocieran el ajuste de 65.000 millones de euros para los dos próximos años, el mayor en democracia.

El índice de confianza de los consumidores (ICC) sufrió una caída de 13 puntos respecto al mes anterior, 36 puntos en un año y 10 puntos por debajo del anterior mínimo, en julio de 2008. Ahora se sitúa en 37,6 puntos. El ICC toma valores que oscilan entre 0 y 200, siendo 100 el límite entre una percepción positiva y negativa. Seis de cada 10 hogares consideran que su situación económica es peor que hace medio año. Y la confianza en la economía española también es crítica: el 90% asegura que es peor que hace seis meses y siete de cada 10 creen que empeorará en el próximo medio año.

Tanto la valoración de la situación actual como las expectativas para los próximos seis meses se sitúan en su nivel más bajo, aunque la caída es especialmente acuciante en la opinión de los consumidores a largo plazo. Respecto al mes anterior ha bajado 50 puntos y se sitúa ya 10 puntos por debajo que en julio de 2008, su anterior mínimo histórico. La caída de las expectativas augura una contracción del consumo, lo que no hará sino agravar la situación económica general de la economía española. Precisamente en el segundo trimestre, el producto interior bruto (PIB) aumentó su ritmo de descenso en tasa intertrimestral hasta el 0,4%, frente al 0,3% del arranque del año, por el debilitamiento del consumo. Además, ayer se conocía que la deuda de las familias creció en junio por primera vez en los últimos seis meses.

El índice de confianza del consumidor tiene en cuenta las impresiones de los entrevistados respecto a la economía familiar, la situación económica general y el empleo. Y son justamente las expectativas respecto a la primera las que más han caído con mayor fuerza empujando la confianza global a su tasa más baja. En el último mes la confianza en las expectativas de la economía de los hogares ha descendido en 17 puntos, lo que en relación a su anterior mínimo es un retroceso de 19. También han caído más de 20 puntos las expectativas respecto al empleo y la economía española, lo que las deja dos y cinco puntos por debajo de julio de 2008.

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La confianza de los consumidores en la situación actual también registra su nivel más bajo (24,3) de la serie histórica, con un descenso de dos puntos respecto a su peor índice, en febrero de 2009. No obstante, la confianza en la situación actual de la economía española y en el empleo (dos de sus tres indicadores) está aún por encima de la registrada en el segundo mes de 2009. La que se ha desplomado es, pues, la confianza en la situación de los hogares, que cae ocho puntos en un mes y 14 respecto a su mínimo, arrastrando así el global de la confianza en la situación actual hasta su peor tasa.

La encuesta se realizó, no obstante, antes de conocer la tasa récord de paro del segundo trimestre, que se situó en el 24,63% con casi 5.700.000 personas en situación de desempleo. Siete de cada 10 entrevistados cuentan con personas de su entorno en paro y casi la mitad asegura que “llega justo” a fin de mes, aunque un 30% aún logra ahorrar algo de dinero. La disminución de los ingresos en los hogares y la inflación son las principales causas por la que seis de cada 10 declaran que la situación económica actual en su familia ha empeorado en el último medio año.

El creciente pesismismo de los consumidores coincide con el deterioro de la opinión de los empresarios y la ruptura de la buena relación entre el Gobierno y los empresarios. Según del Barómetro de Empresas de EL PAÍS correspondiente al primer semestre de 2012, los empresarios consideran que la situación económica se ha comportado peor de lo que lo habían previsto para este periodo. Además, las expectativas de cara al segundo semestre del año también empeoran de forma irremediable y la estabilidad que confiaban en alcanzar dentro de cada una de sus empresas está lejos de atisbarse. En su opinión, la recuperación de la economía no llegará hasta 2014 o 2015.

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