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Bruselas aprueba el plan de saneamiento de la banca y da vía libre al rescate

La CE considera que no es una ayuda de Estado ilegal porque está limitada en el tiempo

Luis Doncel
El vicepresidente europeo y comisario de Competencia, Joaquín Almunia.
El vicepresidente europeo y comisario de Competencia, Joaquín Almunia.JULIEN WARNAND (EFE)

“No hemos discutido sobre España”. Joaquín Almunia, vicepresidente de la Comisión Europea, hizo esta declaración que resulta sorprendente en unos días en los que los augurios más catastrofistas ya no parecen descabellados. El también comisario de Competencia, que respondía cortante a las preguntas sobre la tormenta que sobrevuela España, admitió que ni él ni sus colegas del Ejecutivo comunitario abordaron este tema en la reunión de ayer, la última antes de las vacaciones de verano. Este encuentro sí sirvió para aprobar el plan de recapitalización de la banca española. Se trata del último paso para poner en marcha el rescate a las entidades con problemas. El problema es que este salvavidas, diseñado hace tan solo dos meses, parece ya sobrepasado por los acontecimientos de las últimas semanas.

Bruselas considera que el plan de usar el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para reflotar el sector financiero cumple con las normas de competencia comunitarias. El departamento que encabeza Almunia considera que el plan no puede considerarse una ayuda de Estado ilegal, ya que tiene un alcance limitado en el tiempo, persigue un objetivo concreto e incluye además incentivos para que las entidades insolventes abandonen el mercado.

Con este paso se completa el guion escrito el pasado 9 de junio, cuando el Gobierno español pidió a Europa un préstamo de hasta 100.000 millones para evitar el hundimiento de su sistema bancario, y continuado el pasado viernes, cuando los ministros de Economía de la Eurozona dieron el visto bueno. A cambio del dinero, España ha tenido que aceptar fuertes condiciones no solo para las entidades rescatadas, sino para toda la economía.

Por lo que respecta al sistema financiero, los bancos que se vean obligados a pedir ayudas les impedirán dar dividendos y pagar sueldos exorbitantes, y en último término, a diferencia de lo que preveía el Gobierno, podrán llegar a ser liquidados si el coste para el contribuyente es excesivo. En este punto, la intervención de Bruselas y de su comisario de Competencia, Joaquín Almunia, será crucial, ya que las ayudas deberán ser analizadas y aprobadas, caso a caso, por su departamento.

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Además de aprobar el esquema global del rescate, Bruselas también ha autorizado la ayuda pública de 2.869 millones de euros que dio España al BBVA para absorber Unnim, la entidad resultante de la fusión de tres cajas catalanas: Terrassa, Sabadell y Manlleu. “La operación permitirá establecer la viabilidad a largo plazo y fortalecer el sistema financiero español”, dijo Almunia.

Antes de la intervención de Almunia, su colega Vivianne Reding había exhibido mano dura en el escándalo protagonizado por Barclays que ha sacudido la City londinense. Bruselas quiere tipificar como delito la manipulación de índices financieros como el euríbor o el líbor y castigar los casos más graves con penas de cárcel. “Algunos son más banksters que banqueros, se comportan como gestores corruptos de casinos que apuestan con los ahorros de sus clientes”, denunció la vicepresidenta Reding, que tomó prestado el término bankster de la revista británica The Economist. Todos los Estados miembros deberán prohibir la manipulación de índices e introducir en sus legislaciones nacionales sanciones penales.

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Sobre la firma

Luis Doncel
Es jefe de sección de Internacional. Antes fue jefe de sección de Economía y corresponsal en Berlín y Bruselas. Desde 2007 ha cubierto la crisis inmobiliaria y del euro, el rescate a España y los efectos en Alemania de la crisis migratoria de 2015, además de eventos internacionales como tres elecciones alemanas o reuniones del FMI y el BCE.

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