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España obtiene el dinero del fondo europeo a un interés variable revisable

España se compromete a aplicar a la amortización anticipada del préstamo los pagos que reciba del FROB o de las entidades recapitalizadas

España ha firmado este viernes con los socios europeos el rescate, una suerte de hipoteca para algo más de una década. Con alguna sorpresa final de calado: las ayudas, que en realidad suponen un préstamo con estrictas condiciones financieras y fiscales, llegarán a tipos de interés variable revisable cada seis meses, que con las condiciones actuales se sitúa a tipos muy bajos. Eso supone una novedad respecto a los rescates de Grecia, Irlanda y Portugal —siempre a tipos fijos, y claramente superiores, lo que augura posibles tensiones con esos Gobiernos— y aproxima las condiciones del préstamo a las que suele dar el FMI, habitualmente a tipos variables.

El Eurogrupo ha dado luz verde en una conferencia telefónica, al rescate a España a través del fondo de rescate temporal (FEEF). El volumen máximo será de 100.000 millones, aunque la cantidad precisa solo se conocerá una vez termine el análisis banco a banco que están realizando auditores independientes.

La duración media del préstamo era sabida, de 12,5 años hasta un máximo de 15 años, si bien España se compromete a aplicar a la amortización anticipada del préstamo los pagos que reciba del FROB o de las entidades recapitalizadas. Pero los intereses, que al principio iban a ser fijos —en función del precio al que se financia el fondo de rescate europeo, como ocurre en Grecia, Irlanda y Portugal—, serán variables. “Constan de un tipo base, en consonancia con la política de precios del FEEF”, según fuentes de Economía. A ese tipo base hay que sumar la comisión de apertura, dos comisiones de servicio y una de aval. Además, habrá intereses de penalización y costes de emisión, entre otras cargas adicionales. El contrato contempla la posibilidad de recibir efectivo para recapitalizar las entidades, pero la mayoría de los desembolsos se realizarán en bonos del FEEF, que se podrán usar para obtener liquidez en el Eurosistema.

El primer tramo del préstamo llegará antes del próximo 31 de julio. Esa cantidad “no se desembolsará, salvo caso de urgencia”, y su uso tendrá que ser solicitado y justificado por el Banco de España y aprobado por la Comisión y la reunión de números dos del Eurogrupo, con la participación del BCE, según los documentos que dio a conocer el pasado miércoles este periódico. El contrato abre la vía para que España utilice una parte de las ayudas en la compra de deuda, aunque para ello tendría que pedir autorización al Eurogrupo. Luego la Comisión Europea negociaría con España las modificaciones del acuerdo y, tras la aprobación de esos cambios, los detalles se acordarían en reuniones técnicas.

Esa posibilidad levantó el jueves cierta polvareda. La referencia en los documentos a la compra de bonos con el dinero sobrante es explícita, pero tanto el Gobierno español como la CE han negado que vaya a usarse esa vía. “El programa de asistencia para el sector financiero está destinado únicamente a este fin”, aseguraron los portavoces del Ministerio de Economía.

Un día después de que el Parlamento aprobara el mayor castigo a las clases medias que recuerda la democracia española, los ministros de Economía darán por fin el visto bueno al rescate a los bancos que se anunció el pasado 9 de junio.

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