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La banca espera severos ajustes en sueldos y oficinas si se piden ayudas

El FMI propone que la factura del rescate la paguen las entidades tras la crisis

Íñigo de Barrón
Vista de oficinas bancarias en el barrio de Sanchinarro, en Madrid.
Vista de oficinas bancarias en el barrio de Sanchinarro, en Madrid.CARLOS ROSILLO

Definitivamente Luis de Guindos, ministro de Economía, se ha convertido en el personaje menos popular en el sector financiero. Empezó siendo uno de los nuestros (fue de Lehman Brothers), pero ha terminado convirtiéndose en el blanco de las iras. Al menos, entre los ejecutivos de entidades que no están seguros de salir indemnes de esta tormenta perfecta. Y son muchos los implicados.

Algunos ejecutivos creen que Guindos y Europa aprovecharán la falta de credibilidad de las entidades para forzarles a que pidan grandes cantidades de capital público, ahora que dispone de hasta 100.000 millones de euros de la Unión Europea, a cambio de fortísimos sacrificios. El objetivo es acelerar la reestructuración del sector, tantas veces frenada por falta de dinero. Por eso no se descarta que se aceleren las fusiones e, incluso, si la entidad no es viable, proceder a su liquidación.

El Gobierno y Europa creen imprescindible acabar con el estigma de la debilidad de la banca española por el ladrillo y, de paso, quieren evitar que perjudique a la salud de las cuentas públicas. Guindos dijo, en la presentación del acuerdo del Eurogrupo, que las que reciban capital público "tendrán las condiciones que ahora exige el FROB", pero los expertos consultados creen que se va a ir mucho más lejos.

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Según fuentes financieras, las condiciones impuestas empezarán por el corte de dividendos. Algunos ejecutivos creen que se podría autorizar emitir dividendos en acciones "porque es una forma de elevar los recursos propios y reflejan una confianza del inversor en la entidad". Se baraja también la posibilidad de que los que tengan bonos o deuda subordinada pierdan parte de su inversión.

En segundo lugar, llegará la rebaja de salarios hasta los niveles ya establecidos: 600.000 euros como máximo si se reciben ayudas públicas y 300.000 euros de sueldo cuando la entidad esté controlada por el Estado.

En el informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el sector financiero español se sugieren nuevos requisitos en el gobierno corporativo y la profesionalidad en la gestión.

Respecto a la reestructuración del negocio, podría incluir el cierre de oficinas, la reducción de plantilla, la venta de participaciones industriales y deshacerse de filiales bancarias o de seguros. En Europa se ha exigido vender unidades de negocio, como la banca de inversión, la división mayorista o la de seguros, en algunos casos.

El servicio de estudios de BBVA estima que el sector financiero español aún tiene pendiente cerrar unas 8.000 oficinas, alrededor de un 26% del total, lo que implicaría recortar las plantillas en unos 35.000 empleados. Esta cantidad supone el 15% del total.

La razón de este recorte obligado es que la entidad que recibe las ayudas "debe plantear un plan creíble, recortar gastos innecesarios de todo tipo y ajustarse a un tamaño razonable con el dinero recibido. De lo contrario, difícilmente podría devolver las deudas", apunta un ejecutivo.

En Europa se ha exigido vender unidades de negocio, como la banca de inversión, la división mayorista o la de seguros

Algunas fuentes consideran que se debería facilitar la venta de redes de oficinas, con empleados, cuando existen solapamientos evidentes. Las grandes entidades podrían estar interesadas.

Esta situación trae de nuevo el debate de qué ocurrirá con las subastas previstas de Banco de Valencia y CatalunyaCaixa (y Novagalicia dentro de pocos meses).

Los ejecutivos consultados apuntan que se deberían replantear las subastas hasta que se conozcan las necesidades de capital. Además, "los posibles compradores pondrán condiciones muy severas para adquirirlas. No quieren que les añadan costes de liquidez y capital", dice una fuente financiera que pide el anonimato.

Otros elementos de control pueden ser las ofertas comerciales. En Portugal se ha limitado a los bancos a que no concedan créditos que superen en un 20% el volumen de depósitos. Un ejecutivo lamenta que la nacionalizada Novagalicia haya podido crear una filial como el Banco Evo. Otros, en cambio, dicen que si se limita la capacidad comercial, la entidad entra en una espiral de muerte lenta. Quizá es lo que se busca por los fondos.

El FMI da una mala noticia a la banca, ya que sugiere que el FROB traslade la factura de la reestructuración al sector

Además, el FMI da una mala noticia a la banca, ya que sugiere que el FROB traslade la factura de la reestructuración al sector, es decir, al Fondo de Garantía de Depósitos, cuando amaine la crisis. Esto supondría elevar las tasas a medio plazo.

El organismo también sugiere que las cajas se conviertan en fundaciones y acaben siendo accionistas minoritarios de sus bancos. Esta ya lo ha pedido el Banco de España y acabará así en casi todos los casos excepto La Caixa y Kutxabank.

Otra de las dudas que existen es si el FROB pagará con el dinero de la UE los Esquemas de Protección de Activos (EPA) de varias entidades que tienen comprometidos unos 25.000 millones. El FMI pide "revisar condiciones" para rebajar las garantías de la primera pérdida para que el gestor "sea más eficiente". También reclama una gran base de datos estatal de las inversiones en el ladrillo para agilizar la venta de propiedades y "mejoras en las valoraciones de propiedades inmobiliarias" para "que repercuta en la adecuación de las provisiones de los bancos".

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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