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Irlanda y Portugal presionan para renegociar su auxilio

Tras conocer que España ha pactado un rescate suave, buscan cambios en sus condiciones

Luis Doncel
El primer ministro irlandés, Brian Cowen.
El primer ministro irlandés, Brian Cowen.REUTERS

Lo que el Gobierno ha vendido como algo casi digno de celebración —el salvamento de la banca española— está levantando más de un resquemor en los tres países que ya han tomado esa píldora. Con la diferencia de que en Grecia, Irlanda y Portugal la medicina fue más amarga aún. Tras saber que España ha pactado un rescate suave, en principio circunscrito al sector financiero, en Atenas, Dublín y Lisboa surgen cada vez más voces que piden renegociar unas condiciones que amenazan con asfixiar sus economías. Fuentes europeas señalan que en la teleconferencia del sábado en la que España certificó la petición de ayuda, ningún país solicitó renegociar sus planes. Pero otras citadas por la agencia France Presse aseguran que Irlanda podría abordar este tema en el Eurogrupo del próximo 21 de junio en Luxemburgo.

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Las ganas de Irlanda de obtener mejores condiciones no son nuevas. Pero después del anuncio español pueden verse reforzadas. Porque los dos países pidieron ayuda por los problemas de sus bancos, pero mientras Dublín tuvo que aceptar una intervención con todas las consecuencias, Madrid ha podido pactar una a medias. "Haremos todo lo necesario para asegurar un acuerdo sobre la deuda bancaria satisfactorio para los contribuyentes", dijo el ministro de Finanzas irlandés, Eamon Gilmore, el pasado martes. Dublín jugará la baza de presentar ante sus colegas europeos el sí en el referéndum sobre la austeridad, para argumentar por que se merece que Europa afloje un poco la soga.

Más rotundo se ha mostrado el líder de la oposición portuguesa, que este domingo pidió una renegociación inmediata del programa. "Este es el momento de exigir un tratamiento a Portugal exactamente como el que ha recibido España", dijo el socialista Antonio José Segura.

El Gobierno conservador responde con una cal y otra de arena. El primer ministro, Pedro Passos Coelho, asegura por una parte que no ve motivos para pedir nuevas condiciones. Pero tampoco cierra ninguna puerta. "Estaremos atentos al programa para la banca española. Si hubiera alguna condición especial, sin duda se aplicaría [a los otros países con asistencia]", aseguró.

Dublín jugará la baza de presentar ante sus colegas europeos el sí en el referéndum sobre la austeridad

Y en Grecia, por último, algunos analistas consideran que el caso español supone una ayuda de incalculable valor para que Syriza, la formación de izquierdas que pretende acabar con la política de austeridad, gane las elecciones el próximo domingo. "A Grecia se le estaba amenazando con el infierno si se atrevía a renegociar el memorándum. España acaba de demostrar que es posible. El líder de Syriza debería enviar una botella de champán al ministro español Luis de Guindos. Acaba de regalarle la victoria en las elecciones", escribe el blog de economía Zero Hedge.

"Los problemas en España despiertan dos grandes temores. Primero, que sean demasiado grandes para solucionarlos. Y segundo, que la importancia de España haga que Europa centre allí sus esfuerzos y deje de lado a los otros", concluye Dionísis Jiónis, profesor de Economía de la Universidad de Thraki.

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Sobre la firma

Luis Doncel
Es jefe de sección de Internacional. Antes fue jefe de sección de Economía y corresponsal en Berlín y Bruselas. Desde 2007 ha cubierto la crisis inmobiliaria y del euro, el rescate a España y los efectos en Alemania de la crisis migratoria de 2015, además de eventos internacionales como tres elecciones alemanas o reuniones del FMI y el BCE.

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