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Las ventas en el comercio minorista registran la mayor caída desde 2003

La facturación del sector baja un 9,8% frente al mismo mes del pasado ejercicio Todos los modos de distribución cierran el mes de abril con resultados negativos

Alejandro Bolaños
Una clienta hace la compra en un supermercado Walmart.
Una clienta hace la compra en un supermercado Walmart.REUTERS

El paro, la congelación de sueldos y el miedo a perder el trabajo mantienen bajo mínimos el consumo de las familias, más aún cuando muchas deben afrontar una alta carga de deuda. Una de las mejores maneras de anticipar la evolución del consumo privado es atender lo que dicen las ventas en tiendas, gasolineras o grandes superficies. En abril hablaron alto y claro: el índice de comercio minorista registró un descenso del 9,8%, la mayor caída anual en lo que va de crisis.

En la comparación a precios constantes (que elimina el efecto de los precios) y corregida de las incidencias del calendario (que iguala los días hábiles), el índice de comercio minorista acumula ya 22 meses con tasas anuales negativas, según los datos expuestos  por el Instituto Nacional de Estadística. La facturación real de los comercios es una de las pruebas estadísticas más contundentes del calado de la crisis en la economía española. En cuatro años y medio, solo ha habido un par de meses en los que el índice arrojó una lectura positiva. Y fue como consecuencia del anticipo de compras que se produjo antes de la última subida del IVA, en julio de 2010.

El empleo baja un 1,2% en el sector y solo las grandes cadenas logran aumentar plantilla

“Desde que comenzó la crisis hemos intentado sostener el empleo, pero el comercio de proximidad ha llegado al límite de sus fuerzas”, advirtió el presidente de la Confederación Española de Comercio, Manuel García-Izquierdo. “Al sector le va a ser imposible seguir capeando por más tiempo esta situación, el comercio está en caída libre”, añadió en un comunicado.

En abril, el índice de ocupación en el sector cayó un 1,2%, el mayor descenso en el empleo en los dos últimos años. La caída de la facturación afectó a todos los canales de ventas, aunque son las grandes superficies las que encajan los peores datos.

El consumo de los hogares dio señales de cierta estabilidad en el primer trimestre del año, tras el notable descenso registrado en los últimos meses de 2011, cuando dio comienzo otra recesión, la segunda en poco más de tres años. Las encuestas de confianza a consumidores y empresarios del sector había reflejado una ligera mejoría, algo que recoge el Banco de España en su último boletín económico. Aún sin conocer el deterioro que evidencia los datos del comercio minorista, el supervisor da por hecho que “la actividad seguirá contrayéndose en el segundo trimestre”.

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