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Guindos dice que las primas de riesgo de España e Italia “no son sostenibles”

El ministro de Economía asegura que la posibilidad de un 'corralito' es un "salto al vacío sin ninguna racionalidad”

Claudi Pérez

Una parte de la política económica es aún nacional, y ahí el Gobierno ha hecho "esfuerzos importantes en consolidación y reformas”. Con el euro, la otra parte de la política económica es eminentemente europea, y ahí “la Unión Europea también tiene que hacer sus deberes”. El ministro de Economía español ha reclamado acción a sus socios en una rueda de prensa posterior al Eurogrupo, la reunión de ministros de Finanzas de la eurozona, con un objetivo claro: estabilizar la situación en Grecia. Guindos atribuye la escalada de la prima de riesgo (el sobreprecio que paga un país con respecto al más seguro, en este caso Alemania) en las dos últimas semanas básicamente a Grecia, a pesar de que los mercados recelan también de la banca española y de la reforma financiera aprobada. El hecho es que la presión está en máximos. “Las primas de riesgo en España e Italia no son sostenibles”, ha explicado Guindos. “Son inaceptables”, ha abundado.

El Ejecutivo sigue dando señales de por dónde va a ir la reforma financiera. Pero a veces esas señales son equívocas. Guindos ha asegurado esta mañana que el Ejecutivo ha pedido al Banco Central Europeo (BCE) que se involucre en las valoraciones independientes de los activos bancarios españoles, junto al Banco de España. A mediodía ha reiterado que ha sido el Gobierno quien ha solicitado el concurso del BCE. Pero en otra respuesta ha dado una versión distinta: “El BCE mostró interés en cooperar con el Banco de España y los valoradores independientes”, según Guindos, que no quiso entrar a las consecuencias que supone la llegada del Eurobanco para el prestigio del Banco de España. “Existen dudas sobre la banca española. El Gobierno mantiene que la percepción de la realidad que tienen los mercados es peor que la realidad. Y por eso se pone en marcha este ejercicio de transparencia”, ha explicado Guindos. Algo parecido trató de hacer el anterior Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero con los test de estrés a la banca española, y posteriormente proponiendo que esas pruebas de esfuerzo fueran obligatorias en toda Europa. Las dudas no se disiparon entonces. Guindos confía en que esta vez eso sea diferente, aunque el examen tendrá que hacerse a todo correr: en un plazo máximo de dos meses.

El titular de Economía descartó que España acuda a las ayudas europeas, al fondo europeo de rescate, para ayudar a la banca española si es necesario. “Nadie ha pedido nada parecido. Lo único que han solicitado los socios es acelerar la valoración”, ha afirmado.

Economía pone ahora la presión sobre Bruselas. Considera que ya ha hecho todo lo que está en su mano, y que ahora es el turno de las instituciones europeas. Una posibilidad sería ampliar los plazos para que España recorte las metas de déficit, pero el Gobierno mantiene que va a cumplir con los objetivos fijados. Una flexibilización permitiría cierto alivio: los recortes se dejan notar en la recesión, una de las profundas del continente y la más prolongada: ninguno de los Veintisiete registrará caídas de PIB en 2013 con la excepción de España. Ni siquiera Grecia, con las previsiones de la Comisión en la mano.

Grecia es, para Guindos, el detonante de la fenomenal subida de la prima de riesgo española. Y en Grecia la inestabilidad “tiene que ver más con la crisis política que con la económica y financiera”, ha explicado, tratando de poner el acento en la diferencia de percepción con España, en la que el PP disfruta de una holgada mayoría absoluta. La pelota, según el ministro, está en el lado de la UE. “Grecia tenía un contrato: a cambio de las ayudas, debe poner en marcha unas políticas económicas; pero sin un Gobierno eso no es posible”. “Hay que reflexionar sobre los futuros pasos que hay que dar en Grecia. Y hay que analizar lo que se ha hecho en el caso de Grecia, por las implicaciones de esa crisis para el resto de la Unión. La voluntad es que Grecia no salga del euro. Para eso, debe haber una coordinación: los Gobiernos tenemos que hacer los deberes, pero también debe hacerlos la UE”.

La histeria es de tal calibre que incluso hay ya referencias al corralito cuando se habla de la economía española. Guindos ha descartado de forma tajante esa hipótesis, por mucho que empeore la crisis griega. “Me parece un salto al vacío sin ninguna racionalidad”, ha dicho el ministro en la era de las denominadas “expectativas racionales” que hace menos de cinco años invadían los análisis económicos para sacar conclusiones precipitadas acerca de la autocorrección de los mercados, la imposibilidad de una Gran Depresión y demás falacias que causaban furor en la era previa a la Gran Recesión.

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Sobre la firma

Claudi Pérez
Director adjunto de EL PAÍS. Excorresponsal político y económico, exredactor jefe de política nacional, excorresponsal en Bruselas durante toda la crisis del euro y anteriormente especialista en asuntos económicos internacionales. Premio Salvador de Madariaga. Madrid, y antes Bruselas, y aún antes Barcelona.

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