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VAGUIT ALEKPÉROV | PRESIDENTE DE LUKOIL

“No se pueden cambiar las reglas durante el partido”

La expropiación de YPF “no beneficia el clima inversor” en Argentina, según el directivo

Pilar Bonet
El presidente de Lukoil, Vaguit Alekpérov.
El presidente de Lukoil, Vaguit Alekpérov.ARTIOM FURMAN

La decisión argentina de expropiar las acciones de Repsol en YPF “no beneficia el clima inversor” en aquel país, afirma Vaguit Alekpérov, presidente de Lukoil, la petrolera privada que —después de la estatal Rosneft— lidera en Rusia por su producción (91 millones de toneladas), exportación (35 millones de toneladas) y beneficios netos del crudo (10.350 millones de dólares).

Alekpérov se incorporó al sector petrolero a principios de los setenta, siendo aún estudiante. Tras curtirse en Siberia occidental de 1979 a 1990, fue viceministro de Petróleo de la URSS de 1990 a 1991. El veterano especialista está al frente de Lukoil desde 1993, cuando se privatizó esta compañía, creada un año antes.

“Esperamos que el Gobierno de Argentina tome la decisión adecuada y conserve a uno de los mejores operadores de yacimientos petrolíferos en su territorio”, señala Alekpérov en una entrevista con EL PAÍS. El directivo se solidariza con Repsol, pero niega estar interesado en la compra de acciones de esta compañía, como en 2007-2008. El 27 de abril, el directivo inaugurará la ampliación de una terminal de hidrocarburos en el puerto de Barcelona, un proyecto de la empresa mixta formada en 2010 por Litasko (trader internacional de Lukoil) y la española Meroil. La inversión es modesta, pero importante, en la estrategia global de Lukoil, al insertar a Barcelona en un sistema de producción y distribución de crudo que une Rusia al Atlántico, pasando por el Mediterráneo.

Pregunta. El Estado ha incrementado su papel en el sector energético en Rusia, especialmente desde 2004, cuando llevó a la ruina a la petrolera Yukos. ¿Cómo valora esta política?

Respuesta. El papel del Estado se ha ampliado en los hidrocarburos y se ha rebajado en otros sectores energéticos. La compañía estatal Rosneft incrementó abruptamente su presencia en el mercado energético al adquirir los activos de Yukos, pero, simultáneamente, el Estado dio un valiente paso al privatizar toda la energía eléctrica y promulgar buenas leyes que permiten a los socios occidentales participar en la generación eléctrica. En el orden del día está hoy la privatización de grandes paquetes de acciones de compañías estatales. Lo ha dicho el presidente Dimitri Medvédev y se prepara la lista de empresas a privatizar, algunas tan únicas por su estructura como Transneft (responsable de la red de oleoductos), que ya es hoy una sociedad de accionistas con inversiones privadas. También Rosneft, aunque no creo que sea privatizada toda de una vez.

P. ¿Es usted partidario de volver a la fórmula de production sharing (reparto de producción entre los inversores y el Estado) en Rusia?

No nos interesa Repsol, sobre todo tras lo sucedido en Argentina

R. La fórmula production sharing provoca una actitud negativa en Rusia. Nosotros proponemos un impuesto que estimule la inversión en la etapa inicial, grave el beneficio en la época de máximo auge y luego rebaje la carga fiscal en el tercer estadio de desarrollo del yacimiento cuando el volumen disminuye y hay que gastar mucho para mantener la producción. Este sistema flexible daría a la compañía la posibilidad de recibir un beneficio normal durante un largo periodo y ayudaría al Estado a extraer las reservas que actualmente no se explotan. La carga fiscal al sector petrolero en Rusia es hoy el doble que en EE UU. Rusia podría incrementar hoy su producción en un 20% con solo cambiar el sistema fiscal y estimular la fase tardía de explotación de los pozos.

P. ¿Qué intereses tiene Lukoil en Argentina?

R. Ninguno.

P. ¿Qué reacción le provoca la expropiación de Repsol en YPF?

R. Las leyes de explotación del subsuelo no deben cambiar mientras dure el contrato, porque el inversor llega, hace cálculos e invierte basándose en las leyes que le atrajeron al país. Cuando finaliza el contrato, el Gobierno tiene derecho a iniciar conversaciones o proponer su modificación, pero conservando la norma de rentabilidad. Considero que esta decisión no beneficia el clima inversor en Argentina. Todos observamos muy atentamente estos acontecimientos y cómo se soluciona esta situación. Esperamos que el Gobierno argentino tome la decisión adecuada y conserve uno de los mejores operadores de los yacimientos petroleros en su territorio. No se pueden cambiar las reglas durante el partido.

P. Ustedes quisieron comprar la participación de Sacyr en Repsol…

R. Estuvimos examinando diferentes posibilidades. Para nuestra compañía era muy importante participar en el mercado downstream (refinería y gasolineras) a mediados de la pasada década. Queríamos llegar al consumidor final y nos interesaban mucho las refinerías de Repsol en la región del Mediterráneo y del Atlántico. Mantuvimos conversaciones (con Repsol) sobre la forma de colaborar, ya fuera mediante una empresa mixta, la participación con un paquete de acciones o el intercambio de estas. Por desgracia, esos proyectos no se realizaron.

P. ¿Por qué?

R. Cambió la situación económica. Se produjo la crisis de 2008. Nosotros pudimos comprar activos en la región del Mediterráneo, una participación en una refinería en Sicilia a la compañía ERG (hoy del 60%) y otra participación del 45% en una refinería en Holanda. Es decir, resolvimos cómo colocar de forma eficaz nuestro petróleo en el mercado europeo. Lukoil está en 27 países europeos y tenemos más de 2.000 gasolineras y cuatro refinerías en la UE.

P. ¿Pero cuál fue la principal razón del fracaso de las negociaciones con Repsol?

R. Más bien se concentraron varios factores negativos. Primero, la crisis, y después, la demora y las difíciles conversaciones con Sacyr y con Repsol. En cuanto a los precios de las acciones, estos eran muy altos y habían comenzado los síntomas de crisis. En 2007, los precios de los activos petroleros alcanzaron el máximo en toda la historia de la industria mundial del crudo. Gracias a Dios que no entramos en ese momento.

P. ¿Influyó el precio de las acciones de Repsol?

R. Los precios eran muy altos y había comenzado los síntomas de crisis. En 2007 los precios de los activos petroleros alcanzaron el máximo en toda la historia de la industria petrolera mundial. Gracias a dios que no entramos en ese momento (en Repsol).

P. ¿Le interesa aún comprar acciones de Repsol?

R. No, no. Especialmente, después de los acontecimientos en Argentina. Por el momento, no tenemos tal proyecto.

P. Tal vez ahora sería el mejor momento…

R. No. Ahora ya evolucionamos de forma muy dinámica. Lukoil ha aprobado su estrategia de desarrollo para 10 años que contempla el aumento de la producción de gas y petróleo.

P. ¿Tiene usted una estrategia para el Mediterráneo?

Queremos estar en el mercado interno de los países del Mediterráneo

R. Queremos estar en el mercado interno de los países del Mediterráneo y colocar nuestros productos petroleros en la región mediterránea. Hemos hecho compras importantes en Turquía y en los Balcanes, tenemos activos en la antigua Yugoslavia y hemos fundado una empresa mixta con Meroil en Barcelona, donde hemos invertido más de 50 millones de euros en un proyecto de infraestructura (13 nuevos contenedores, con un volumen conjunto de almacenaje de 360.000 metros cúbicos), lo que nos permite suministrar de forma estable productos de calidad europea desde Sicilia o de Rusia al mercado europeo, incluida España. En el futuro, desde esa terminal podemos efectuar grandes suministros tanto a África como a América Latina, porque nuestra capacidad de almacenaje y la profundidad del puerto nos permiten llenar buques cisterna con una capacidad de carga bruta (deadweight) de más de 100.000 toneladas.

P. ¿Quiere comprar gasolineras en España?

R. Por el momento, no, aunque Meroil tiene una red al por menor. No vamos a comprar gasolineras, solo franquicias. En Italia tenemos un acuerdo de franquicia por el cual abastecemos gasolineras con el combustible de nuestras refinerías.

P. ¿Qué proyectos conjuntos tienen con Repsol?

R. Exploraciones geológicas en Kazajistán. Estudiamos las posibilidades de una parcela (el bloque de Zhambay) en el Caspio, cerca de la frontera con Rusia. El problema es que está en una zona de agua poco profunda y no hay instrumentos para perforar.

P. ¿Acaso no devolvieron esa parcela al Gobierno kazajo?

R. Por el momento, la mantenemos.

P. Gazprom, el monopolio ruso de la exportación de gas, se queja de la legislación europea en materia de energía ¿Qué quejas tienen ustedes?

R. Nosotros estamos muy cómodos. No dominamos en ninguna parte, ni somos monopolistas. Tenemos un diálogo muy constructivo tanto con las autoridades de Bruselas como con los países donde trabajamos.

P. ¿Cómo va su exploración de la plataforma continental en África Occidental, frente a Costa de Marfil y Ghana?

R. Perforamos varios pozos, descubrimos varios yacimientos y confirmamos la existencia de hidrocarburos. A partir de los datos geológicos elaboraremos una concepción del emplazamiento del crudo para perforar los próximos pozos exactamente donde hay más posibilidades de descubrir grandes yacimientos de gas y petróleo.Nuestros geólogos ya están seguros de que esa provincia tiene muchas perspectivas. Y no solo en Costa de Marfil. También en Sierra Leona y en Gabón. Tenemos intención de ampliar nuestra presencia en África Occidental.

P. ¿Cómo han influido en sus intereses las revoluciones del norte de África, en Libia y en Egipto?

R. Hoy trabajamos solo en Egipto. Tuvimos dificultades para el pago de nuestra producción, pero ahora la situación se ha estabilizado. Participamos en concursos en Libia y Argelia, pero nuestras ofertas no prosperaron. Por desgracia, no tenemos proyectos en el norte de África. Buscaremos...

P. ¿Han establecido contacto con los nuevos líderes de Libia y Argelia?

R. De momento no, porque no tenemos objetos de inversión.

P. Lukoil trabaja individualmente en Venezuela, pero tuvo que integrarse en un consorcio formado por varias compañías rusas y la estatal Petróleos de Venezuela para explorar los yacimientos de Junin 6. ¿Está usted satisfecho de la fórmula del consorcio?

R. El consorcio funciona. Se hicieron estudios geológicos de los yacimientos y se confirmaron las reservas. Esperamos obtener la primera producción en 2014-2015. Creo que habría mejores formas de colaborar, por ejemplo production sharing (reparto de la producción) o una empresa mixta con más derechos y competencias, pero nosotros cumplimos con la legislación venezolana.

P. Junto con los directivos de otras petroleras rusas no estatales, usted ha enviado una carta al jefe de Gobierno Vladimir Putin quejándose de ser discriminados en la exploración de la plataforma continental del Ártico, que la ley del subsuelo de 2008 reserva a las empresas estatales con cinco años de experiencia, es decir Gazprom y Rosneft. ¿Qué respuesta han recibido?

R. El subsuelo de Rusia pertenece al Estado y este tiene el derecho de disponer de ello, pero considero que ese derecho tiene que ser transformado en un medio competitivo, es decir, debe convocarse un concurso y quien ofrezca mejores condiciones, tenga más experiencia y capacidad financiera debe recibir el derecho a explotar los yacimientos. Esperamos que la ley se modifique y que las empresas privadas rusas, como Lukoil, se equiparen a las compañías estatales para participar en estos proyectos. Iniciamos conversaciones con Rosneft, pero el artículo de la lay que limita las inversiones de las compañías privadas en la explotación de la plataforma continental tiene que ser eliminado de la legislación sobre el subsuelo de la Federación Rusa. La plataforma continental del Ártico, en concreto en la Federación Rusa, está en una zona muy particular por su importancia militar, pero atraer a socios es una decisión correcta para compartir riesgos, obtener mejor tecnología, recursos extra y aplicar las mejores prácticas del mundo para evitar problemas ecológicos. Nosotros podemos ser socios de Rosneft y Gazprom, como somos socios de Repsol en una empresa mixta en Kazajistán.

P. Por la misma lógica que reivindica la participación del sector privado ruso en la explotación de la plataforma del Ártico, se podría reivindicar su participación en la exportación de gas, hoy monopolizada por Gazprom.

R. El mercado del gas se diferencia de el del petróleo y está basado en relaciones y contratos a largo plazo. Gazprom debe continuar siendo el único exportador especial de gas, pero debe pagar a los productores una parte según precios rusos y otra, según los precios internacionales. Claro que en los próximos años se igualarán los precios en el mercado interno a los del mercado exportador.

P. Usted ha dicho que el precio del crudo a 124-125 dólares por barril en el mercado mundial integra ya el riesgo de invasión de Irán. Sin el factor Irán, ¿cuál sería el corredor de precios?

R. El precio objetivo en el mercado sería un corredor entre 110 y 110 dólares por barril.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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