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España se coloca en el centro del ataque de los inversores a la eurozona

La prima de riesgo, por encima de 400 puntos, se acerca a los niveles récord de noviembre La Bolsa española cierra la peor semana del año

Luis Doncel
Paneles de cotizaciones de la Bolsa de Madrid
Paneles de cotizaciones de la Bolsa de MadridEFE

Todas las miradas se han vuelto hacia España. El país que se vio a sí mismo como el milagro económico europeo durante la pasada década se ha colocado de nuevo como el actor principal de esta crisis que va camino de durar un lustro. Los problemas se han encadenado en los últimos días: el Gobierno de Mariano Rajoy presenta unos Presupuestos que no parecen haber encontrado la fórmula mágica que combine crecimiento y austeridad; el riesgo asociado a la deuda pública española se dispara; los efectos balsámicos de la inyección de liquidez a la banca por parte del BCE se están agotando... La pregunta más habitual ahora mismo en los medios de comunicación internacionales y los informes de organismos económicos es si España logrará escaparse de un futuro mucho más negro.

A un miércoles nefasto le siguió ayer un Jueves Santo bastante malo. La prima de riesgo española —el termómetro de la credibilidad que los mercados atribuyen a la deuda pública de un país— ha repuntado medio centenar de puntos en esta semana. Este indicador supera ya los 400 puntos básicos, lo que supone que España tiene que ofrecer cuatro puntos porcentuales más que Alemania para encontrar inversores dispuestos a comprar sus bonos a diez años. Se trata del nivel más alto desde el pasado mes de noviembre, cuando los problemas con el segundo rescate a Grecia dispararon el riesgo español hasta su máximo histórico, de casi 470 puntos básicos. La diferencia estriba en que esos días Italia, por encima de los 500 puntos, preocupaba más. Ahora ya no.

“El nuevo plan de austeridad del Gobierno español no ha logrado la confianza de los inversores. Esto supone una amenaza no solo para España sino para toda la UE. Los Gobiernos europeos necesitan cambiar el rumbo antes de que sea demasiado tarde”, decía ayer un editorial de la agencia Bloomberg, que añadía que la prueba definitiva para la recuperación de la zona euro no es Grecia, sino España.

AFI prevé que el riesgo de la deuda española va a subir más a corto plazo

Un informe interno de Analistas Financieros Internacionales (AFI) señala que, a corto plazo, la situación no va a mejorar, sino todo lo contrario. Según su diagnóstico, la deriva al alza de la prima de riesgo podría continuar debido a la “difícil conciliación” entre crecimiento y ahorro fiscal. “El BCE debería reactivar el programa de compra de deuda pública en el mercado secundario. Si no, entraremos en una espiral de crecimiento de los tipos de interés que paga el Estado, lo que provocará la necesidad de un mayor ajuste en las cuentas públicas, lo que, a su vez, degenerará en un menor crecimiento del PIB”, resume Alfonso García Mora, de AFI.

El BCE orientó hacia los bancos de la eurozona un chorro de liquidez con un billón de euros. Eso contribuyó a que países como España pagaran menos en las subastas del Tesoro que convocaron en los últimos meses. Pero ese efecto parece haberse difuminado. La cita del miércoles se saldó con una colocación a un precio mucho mayor que la última de similares características. A la falta de apoyo del BCE se une que el mecanismo de estabilidad europeo —más conocido como fondo de rescate— carece de la capacidad suficiente como para construir un cortafuegos creíble.

De la desconfianza no se salva ningún mercado, incluida la renta variable. La Bolsa española llegó a perder un 1,5% durante la sesión, pero las ganancias de Wall Street le permitieron cerrar en niveles cercanos a los del día anterior. Sin embargo, el Ibex no está solo en mínimos anuales, sino que se acerca a la posición más baja de los tres últimos años. Pese a haber durado solo cuatro días, esta semana ha sido la peor en lo que va de año.

El analista Juan Ignacio Crespo se esfuerza por quitar hierro a la situación. “Me parece una reacción exagerada. Los mercados necesitan sacudir un calambrazo de vez en cuando para sentir que están vivos. Sin embargo, cuando los inversores creen que tienes un problema y se empeñan, es muy probable que acaben lográndolo. Eso es lo que hace que esto sea muy preocupante”, asegura. Y es de estos entes histéricos de los que depende que el termómetro de la eurozona —como llamaba ayer a España el Wall Street Journal— baje unos grados la temperatura.

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Sobre la firma

Luis Doncel
Es jefe de sección de Internacional. Antes fue jefe de sección de Economía y corresponsal en Berlín y Bruselas. Desde 2007 ha cubierto la crisis inmobiliaria y del euro, el rescate a España y los efectos en Alemania de la crisis migratoria de 2015, además de eventos internacionales como tres elecciones alemanas o reuniones del FMI y el BCE.

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