_
_
_
_
_

La Unión Europea pide más potencia de fuego para los rescates

Los ministros de Finanzas sugieren al FMI que aumente su aportación al fondo de rescate.

Claudi Pérez

Europa ha hecho los deberes y ahora le toca al Fondo Monetario Internacional (FMI) potenciar los cortafuegos para evitar el contagio en los mercados. Los ministros de Finanzas de la Unión enviaron ayer un mensaje de presión al FMI para que la institución multilateral aumente sus recursos. "Europa he hecho su trabajo", dijo el ministro francés, François Baroin, pese a que el incremento aprobado por los socios europeos en Copenhague deja el cortafuegos del continente en 700.000 millones de euros, lejos del billón que pedían los emergentes, la OCDE y el propio FMI. La próxima parada será a mediados de abril, en Washington, durante la reunión de primavera del Fondo y la cumbre del G-20. París y Berlín explicaron en Copenhague, en la cumbre informal de ministros de Economía y Finanzas, que el objetivo es contar con dos niveles de defensa: una puramente europea, a través del fondo de rescate de 700.000 millones, y otra global, capitaneada por el FMI, con medio billón adicional.

La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, ha estado buscando durante las últimas semanas la forma de financiar el cortafuegos global. Lagarde ha asegurado que la respuesta europea en Copenhague va "en la buena dirección". Pero las expectativas de los mercados y de algunos de los contribuyentes a ese fondo eran superiores. Wolfgang Schäuble, el ministro de Finanzas alemán, dijo ayer que Berlín quiere poner punto final a las especulaciones sobre nuevos aumentos de la potencia de fuego del fondo de rescate. "No hay ninguna suma con la que se pueda convencer a los mercados financieros", dijo Schäuble. "Eso solo se puede conseguir con credibilidad, siguiendo con las reformas estructurales y la consolidación fiscal".

Bruselas impulsa un marco normativo para que sean los bancos quienes se rescaten a sí mismos, sin ayudas públicas.

De Copenhague se salió con poco más que ese aumento en los recursos del cortafuego para evitar el contagio en la crisis de deuda. Los socios europeos no consiguieron desencallar la tasa de transacciones financieras, ante la negativa a un impuesto europeo en algunos países. Tampoco se avanzó en la regulación de las agencias de calificación de riesgos. Sí hubo tímidos avances en el marco normativo que impulsa Bruselas con el objetivo de que sean los bancos quienes se rescaten a sí mismos, sin ayudas públicas, para evitar una repetición de lo que ha sucedido en la crisis actual. Los ministros de Economía de los 27 han respaldado empezar a negociar, pese a la persistencia de la crisis, una nueva norma de la UE sobre la liquidación de los bancos con problemas. La legislación incluirá novedades como que sean los accionistas y los acreedores, y no los contribuyentes, los que paguen futuros rescates o la creación de un fondo de resolución financiado por las entidades. El BCE, que era contrario a ese fondo, se ha mostrado menos reacio en Copenhague a esa posibilidad. La Comisión trabaja para que, a partir de ahora, puedan aplicarse quitas a todos los tenedores de bonos bancarios, con excepciones muy limitadas. Pero eso, como casi todas las cosas importantes en Europa, va para largo. Especialmente si se trata de los bancos.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Claudi Pérez
Director adjunto de EL PAÍS. Excorresponsal político y económico, exredactor jefe de política nacional, excorresponsal en Bruselas durante toda la crisis del euro y anteriormente especialista en asuntos económicos internacionales. Premio Salvador de Madariaga. Madrid, y antes Bruselas, y aún antes Barcelona.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_