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Inspectores de Hacienda piden limitar las deducciones del impuesto de sociedades

La organización profesional de Inspectores de Hacienda (IHE) cuestionan la libertad de amortización. El Gobierno estudia la posibilidad de limitar la deducción por gastos financieros obtenidos en el exterior.

J. S. GONZÁLEZ

La Organización Profesional de Inspectores de Hacienda (IHE) se suma a las numerosas voces que reclaman una reforma del Impuesto sobre Sociedades, cuya recaudación ha descendido más de un 60% desde que estalló la crisis. Los inspectores de Hacienda alertan de una caída de los ingresos fiscales durante el pasado mes de enero. Pese a que desde el Ministerio de Hacienda señalaron que aplazarían la reforma del impuesto hasta mediados de la legislatura, el nuevo ajuste impuesto por Bruselas podría obligar al Gobierno a modificar algunas deducciones o bonificaciones del tributo.

La organización asegura que en un escenario en que el Gobierno debe hacer frente a un ajuste adicional de 5.000 millones de euros impuesto por Bruselas "se debe abordar urgentemente la tarea de tapar los agujeros fiscales más obvios del tributo de sociedades". Los inspectores reclaman limitar la deducción de gastos financieros del impuesto sobre los beneficios de las empresas y reformar la libertad de amortización, que beneficia sobre todo a las grandes empresas.

Los inspectores explican que los ingresos obtenidos por los grandes grupos empresariales en el exterior están exentos, por eso la deducción de los gastos financieros en obtener esos ingresos supone una pérdida recaudatoria de miles de millones de euros. Es decir, los ingresos obtenidos en el exterior no computan en la base imponible, pero los gastos financieros para obtener esos ingresos si son deducibles. "Eso hace más rentable la inversión exterior que la interior, por puros motivos fiscales", apunta desde IHE.

La estimación de los gastos financieros asociados a ingresos externos es de 40.000 millones de euros, según algunos estudios fiscales. Esta cantidad se sumaría a las bases imponibles de las empresas que si pagaran al tipo efectivo del 30% las arcas del Estado ingresarían unos 12.000 millones. En realidad, esta cantidad es excesiva porque habría que incluir otras deducciones. Los expertos consultados consideran que limitar la deducción por gastos financieros obtenidos en el extranjeros podría suponer un aumento de la recaudación de cerca de 2.000 millones. Fuentes del Ministerio de Hacienda admiten que esta es una de las medidas fiscales que estudian para tratar de reequilibrar las cuentas.

La recaudación del impuesto de sociedades ha caído desde los 44.000 millones de euros recaudados en 2007 hasta los poco más de 16.000 millones ingresados por el fisco el año pasado, un descenso del 64%. El Reino Unido ha bajado el impuesto bajo el pretexto de elevar la recaudación. Alemania y Francia han propuesto crear un tributo sobre los beneficios de las empresas armonizado para toda la zona euro.

La organización reclama también una reforma de la libertad de amortización del impuesto de sociedades, aprobado por el anterior Gobierno socialista a finales de 2010. "De este beneficio fiscal solo se benefician las grandes empresas", asegura en un comunicado los inspectores fiscales. Este mecanismo, la libertad de amortización, supone aplazar de forma indefinida el impuesto de sociedades a pagar. Esta medida podría tener un impacto en las arcas públicas de cerca de 2.000 millones. En realidad lo que provoca es que las grandes empresas puedan diferir el pago del impuesto durante 10 años a coste cero.

"El impuesto de sociedades es un impuesto en crisis y necesita una reforma urgente y en profundidad. Es imprescindible conseguir mantener los ingresos por impuestos para cumplir los objetivos del déficit", concluye IHE.

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Sobre la firma

J. S. GONZÁLEZ
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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