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Mutua Madrileña cambia de rumbo

La aseguradora reduce su dependencia del seguro de auto y prepara su salida al exterior

Miguel Ángel García Vega
El presidente de Mutua Madrileña, Ignacio Garralda, con los directivos Juan Hormaechea (izquierda) y Javier Mira.
El presidente de Mutua Madrileña, Ignacio Garralda, con los directivos Juan Hormaechea (izquierda) y Javier Mira.

En solo tres años, Mutua Madrileña ha sido capaz de darle la vuelta a una situación que en 2008 era “muy preocupante”, según recuerdan en la aseguradora. “Sufríamos una caída progresiva de la cartera; tanto es así que cerramos el año con un saldo (diferencia entre las entradas y salidas de asegurados) negativo de más de 35.000 pólizas en el ramo de auto”.

 Hoy, sin embargo, el saldo es positivo en 60.000 pólizas y el 94% de los asegurados —afirman en la compañía— se quedan en Mutua Madrileña. Algo que, según el director general del área aseguradora de la empresa, Juan Hormaechea, “es un hecho sin parangón en el sector”.

El tránsito no ha sido fácil. La empresa que preside Ignacio Garralda fio su futuro a la arquitectura de un plan estratégico que debería poner orden en la casa y volver a poner el foco en el negocio típico asegurador. Pues bien, hace un mes escaso, Mutua Madrileña cerraba el libro de su plan estratégico 2009-2011 y abría el de 2012-2014, y lo hacía con una doble sensación: la de haber dado la vuelta al calcetín en esos tres primeros años y la de enfrentar un tiempo en el que el mercado español parece quedarse ya pequeño.

Vayamos por partes.

Los ingresos de la división de auto han pasado del 80% al 37%

En lo que podríamos llamar la egoteca de la compañía figura el hecho de haber pasado de 95.000 nuevas pólizas contratadas en 2008 a las 190.000 del cierre de 2011. En este espacio de tiempo también se mejoró la cuota de mercado en autos, al crecer del 8,84% al 11,25%, lo cual se sustancia en la cifra más alta de pólizas conseguida por la aseguradora en su historia: 1,96 millones.

Ahora bien, si vamos al detalle nos encontramos con que tanto Mutua Madrileña como su filial de empresas creada en 2009, MM Globalis, incrementaron el ejercicio pasado un 1,9% sus ingresos por primas en el ramo de seguros de auto, hasta los 1.111 millones de euros. Este porcentaje puede parecer limitado, pero contrasta con una caída media de la facturación en el sector del 2,3%. Es más, si seguimos haciendo cuentas vemos que el crecimiento del volumen total de ingresos por primas del grupo en el negocio de autos fue el año pasado del 16,3% (1.267 millones), aunque en este caso también gracias a la compra y toma de control en 2011 de SegurCaixa Adeslas, sociedad de la cual Juan Hormaechea es también presidente ejecutivo.

Mientras, en hogar, las pólizas se han triplicado en tres años hasta sumar las 120.000. Y en el área de vida, los asegurados en cartera crecieron el ejercicio pasado más del 14%, al tiempo que los ingresos por primas aumentaron un 45%.

Todos estos números tienen una interpretación en términos de estrategia empresarial. De una parte, la aseguradora lleva tiempo transmitiendo una intensa actividad, que le lleva desde el patrocinio deportivo del Mutua Madrid Open hasta las operaciones corporativas (SegurCaixa Adeslas). Es precisamente este último camino el que ha producido uno de los cambios más profundos en la empresa. La compra del 50% de SegurCaixa Adeslas (la sociedad de seguros de no vida de La Caixa) y su toma de control, junto al acuerdo de bancaseguros con La Caixa, suponen para Mutua Madrileña el acceso a un nuevo canal de distribución y un salto enorme en el ranking del sector, situándola en 2011 —por volumen de primas y según los últimos datos de ICEA— como la primera compañía de seguros en el ramo de salud en España (1.773 millones de euros), la segunda en no vida (3.392 millones) y la tercera del ranking total uniendo vida y no vida (3.472 millones).

El mercado español, ya maduro, empieza a quedarse pequeño para la empresa

Este movimiento les permite avanzar en la diversificación de productos, ya que se reduce la dependencia de auto, que pasa de suponer el 80% al 37% de los ingresos, mientras que el peso de salud hace el recorrido inverso y crece del 13% al 52%. “Este cambio no supone que un ramo gane y otro pierda, sino que evidencia la búsqueda del equilibrio”, puntualiza Hormaechea. “Estamos ampliando mucho el negocio hacia una mayor diversificación de riesgos, mercados y ramos”.

Pero ninguna empresa vive de su pasado. Cerrado el periodo 2009-2011, se abre el plan estratégico 2012-2014, que será el encargado de conducir a la aseguradora los próximos tres años. En un entorno de clara contracción del sector en términos generales y particulares (las matriculaciones de automóviles suman cuatro años consecutivos de caídas), Mutua Madrileña ha diseñado una estrategia para ese tiempo futuro que el director general de su área aseguradora basa en “reforzar la posición en el mercado de venta directa a través de los canales propios (call center e Internet); lograr un crecimiento sostenido que supere la media del sector —aprovechando nuevos mercados y segmentos de clientes, como el de colectivos—; desarrollar la posición en el sector de empresas a través de MM Globalis y concluir en 2012 la integración de Aresa [la inicial aseguradora de salud de Mutua Madrileña] y Adeslas”. Todo ello a la vez que se mantiene la política de reversión al mutualista, quizá el elemento clave de la política de la compañía.

Sobrevolando todas estas ideas subyace la convicción de que el mercado español tiene tal grado de madurez que o bien se crece a partir de lograr clientes de los competidores —“en los seguros, el precio es un elemento crítico”, reconoce Hormaechea—, o bien mediante operaciones corporativas, algo, esto último, que no se halla al alcance de todos los balances.

Sin embargo, para el puñado de empresas que pueden jugar ambas manos de cartas se abre una tercera posibilidad: crecer fuera del país. Este es el deseo de Mutua Madrileña. “No es algo prioritario, ni está pensado a corto plazo, pero sí nos lo estamos planteando rigurosamente con el objetivo de reducir la exposición al mercado español y facilitar el crecimiento en el futuro”, avanza el director general de la firma.

En este entorno tan complicado y difícil también se trata —aunque no lo cite expresamente Hormaechea— de cuidar lo que se tiene y en lo posible aumentarlo. Mutua Madrileña —a través del área patrimonial, cuyo director general es Javier Mira— maneja un patrimonio cercano a los 3.380 millones de euros y carece de endeudamiento. Por tanto, el futuro pasa, apuntan en la aseguradora, por consolidar ese patrimonio y hacerlo crecer a través de una “correcta gestión financiera junto a lo que aporten los negocios que se incorporen, tanto actuales como futuros”.

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Sobre la firma

Miguel Ángel García Vega
Lleva unos 25 años escribiendo en EL PAÍS, actualmente para Cultura, Negocios, El País Semanal, Retina, Suplementos Especiales e Ideas. Sus textos han sido republicados por La Nación (Argentina), La Tercera (Chile) o Le Monde (Francia). Ha recibido, entre otros, los premios AECOC, Accenture, Antonio Moreno Espejo (CNMV) y Ciudad de Badajoz.

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