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El Santander gana un 35% menos tras limpiar parte del riesgo en el ladrillo

Botín cree que los políticos son más culpables de la crisis que los banqueros

Íñigo de Barrón
Botín, en la presentación de los resultados del banco.
Botín, en la presentación de los resultados del banco.JUAN CARLOS HIDALGO (EFE)

Emilio Botín, el empresario más influyente de España y presidente del Santander, mantuvo un tono serio y menos entusiasta que en ocasiones anteriores. La situación no despeja y eso se nota en todo. Ayer, durante la presentación de resultados de 2011, afirmó que la crisis ya dura cuatro años y que está siendo "el periodo más duro y prolongado desde los años treinta". Tampoco se mostró muy optimista para el ejercicio actual en España ("será muy complicado y difícil") y abroncó a los políticos sin recato: "No estoy nada satisfecho con lo que han hecho en Europa. Deberían escuchar más al Reino Unido". Incluso les considera más culpables de la crisis que a los propios banqueros "porque no han sabido manejar la situación". No hay que olvidar que el Santander se juega mucho en Europa. Si falla Grecia, el siguiente país que puede negociar una quita será Portugal, donde la entidad tiene unos 30.000 millones en créditos.

Respecto a las culpabilidades en la banca pidió distinciones. "Los que hemos pagado impuestos y no tenemos ayuda del Estado somos menos culpables que los que tienen apoyos públicos". Pese a las crítica política, apoyó sin fisuras al Gobierno del PP (como antes hizo con el PSOE) y su reforma laboral y financiera. Pero le pidió que "las haga cuanto antes", y que sean "de calado". "Son medidas necesarias pero dolorosas a corto plazo", admitió.

Pese a la caída de resultados, mantendrá igual el dividendo

El Santander también aplicó medidas severas para su cuenta de resultados. El beneficio neto ha caído un 35%, hasta 5.351 millones, después de aplicar una provisión voluntaria de 1.670 millones para cubrir al 50% los inmuebles y el suelo que se ha quedado el banco por los créditos morosos. No obstante, a partir del viernes en lugar de voluntarias, las provisiones pueden ser obligatorias. Si el Santander no hubiera realizado esta dotación, habría ganado 7.021 millones, un 14% menos.

Aunque el beneficio también ha caído en esa región, Latinoamérica aporta más de la mitad del beneficio, el 51%, por primera vez en la historia del grupo. Brasil es el principal empuje. Europa Continental añade el 31%; Reino Unido, el 12%, y Estados Unidos, con Sovereign, alcanza el 6%. La red de Santander y Banesto en España solo aportó el 9% del beneficio. Para Botín esta es la mejor prueba de que el banco sufre la crisis como todo el mundo. "Antes ganábamos aquí el 30% y ahora el 9%". La morosidad del grupo sigue contenida, en el 3,89%, pero la de la red en España se ha disparado al 8,47% y el crédito ha descendido un 7%. "Quiero aclarar que no prestamos más porque no hay demanda solvente", afirmó.

En 2011, los ingresos aumentaron a ritmos del 5%, y absorbieron unos costes que crecen al 9%, en parte debido a que los países emergentes están abriendo oficinas y nuevos negocios. El ratio de eficiencia es del 44,9%. No quiso comprometerse con los beneficios de 2012 ni 2013 por la inestabilidad del mercado, aunque sí prometió una rentabilidad de entre el 12% y el 14% para 2014.

Por primera vez, el 51% de los resultados llega de América Latina

Pese a la caída de beneficios, el dividendo seguirá igual, 0,60 céntimos por acción. La clave es que la mayoría de los accionistas cobra el dividendo en títulos por lo que el desembolso es menor. Ayer, el banco informó de que ampliará su capital un 1,88% precisamente para pagar dividendos en acciones.

Botín ha marcado el camino al sector en el problema inmobiliario y ha dosificado esfuerzos. Consciente de que tiene una gran cartera en el ladrillo, ha empezado a tapar el agujero en 2011 para terminar en 2012. "Es posible que tengamos que provisionar hasta unos 5.000 millones", confesó Botín. Esto supone que todavía tiene que dar un hachazo de unos 2.400 millones a la cuenta de 2012, si no aumenta la morosidad en el ladrillo. Gracias a la provisión realizada, la entidad confía en "vender un buen número de activos inmobiliarios en el mercado". Este es uno de los objetivos del Gobierno, que las entidades abaraten los pisos y los vendan. Preguntado por si debía hacer autocrítica, Botín admitió: "Debimos dar menos créditos al sector inmobiliario. No obstante, en ese campo tenemos un 9% de cuota frente al 15% que tenemos en España".

La entidad pedirá "todas las ayudas que pueda" para comprar cajas

El primer banquero español también fue tajante sobre los pasos de la reforma financiera, en la que será uno de los protagonistas. "Debe finalizar cuanto antes y hay que dar nuevos pasos", comentó. El Santander acabará con todas las provisiones que ordene el Gobierno en 2012 y pidió que todo el sector hiciera lo mismo. Esta exigencia, más dura que la que estudia el Gobierno, forzará más fusiones ya que muchas entidades no lo podrán hacer en un ejercicio y necesitan varios años para provisionar todo el ladrillo.

No obstante, admitió que se había avanzado mucho en la reestructuración de las cajas. "Lo que tiene que hacer el Gobierno ahora es lo mismo que lo que hizo el anterior, pero con menos tiempo", explicó. Respecto a quienes no deben sobrevivir, fue tajante: "Las que no sean viables deben ser vendidas". Y ahí jugará el banco cántabro. "Nos hemos presentado a la puja por la CAM; ahora estamos mirando Unnim y seguiremos haciéndolo", dijo. "¿Intentarán comprar Bankia?", "¿Es un problema para el sector?" le preguntaron. Botín tiró de diplomacia: "Es una gran franquicia y lo hará muy bien. Estoy seguro". "¿Pedirán ayudas para comprar cajas?", fue la otra cuestión. "Todas las que podamos", respondió y se mostró partidario de que cada entidad realice sus provisiones para que se limite el uso de fondos públicos.

En los últimos días, dos ejecutivos importantes han abandonado el grupo: Francisco Luzón, responsable de América Latina, y Nuno Amado, del Santander Portugal. Botín no ofreció explicaciones de la marcha de Luzón y afirmó que su fondo de pensiones, cercana a los 60 millones como mínimo, "está justificado por la buena labor que ha realizado en el banco".

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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