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El precio que paga España para endeudarse cae a la mitad en un mes

Los inversores, como ya hicieron el lunes en Francia, ignoran la rebaja crediticia de S&P El fondo de rescate europeo obtiene un éxito en su segunda subasta

Luis Doncel

Primero ocurrió en París y ahora se repite en Madrid. Los inversores han hecho oídos sordos a la bomba que el viernes lanzó Standard & Poor's. La agencia no solo retiró la preciada triple A a Francia, sino que rebajó la calificación de la deuda a otros ocho países de la zona euro, entre ellos España. Pero en lugar de cundir el pánico, desde entonces los mercados han reaccionado al alza: Bolsas que suben, primas de riesgo que bajan y subastas de deuda que se saldan con precios sensiblemente inferiores a los de la cita anterior, gracias a la inyección masiva de liquidez a la banca por parte del Banco Central Europeo (BCE). Ayer fue el turno del Tesoro español, que colocó 4.880 millones en letras a 12 y 18 meses con unos intereses en torno a la mitad de los que pagó hace tan solo un mes.

La subasta, que obtuvo una demanda muy alta, alcanzó la parte alta de los objetivos que se había marcado el Gobierno. Por una parte se colocaron 3.007 millones en letras a un año con un tipo de interés marginal del 2,15%, cuando en la anterior operación similar había superado el 4%. Los otros 1.873 millones se emitieron en letras a 18 meses, con un rendimiento del 2,49% frente al 4,25% de diciembre. El Estado supera así con buena nota la primera cita de este año en el que afronta el vencimiento de 130.000 millones de euros, de los que unos 85.000 corresponde a letras del Tesoro. Cada punto de intereses que se ahorre en la colocación de esas letras equivale a 850 millones.

"No tenemos todavía datos oficiales, pero se ha percibido una tenue entrada de inversores extranjeros que se habían retirado a finales del año pasado por el recrudecimiento de la crisis de deuda", explica Sara Baliña, de Analistas Financieros Internacionales.

La prima de riesgo de España (ayer en 334 puntos básicos) e Italia (471), los dos países más castigados por esta nueva fase de la crisis del euro, ha descendido en lo que va de semana más de una decena de puntos. Además, las Bolsas más importantes de la eurozona subieron ayer más del 1%. Las explicaciones para esta paradoja van desde la frase más socorrida en situaciones en las que no hay explicaciones a mano -"los mercados ya habían descontado la decisión de S&P"- hasta la más atinada, que atribuye la mejoría a la decisión que tomó el BCE el pasado mes de diciembre de inundar de liquidez el sector financiero europeo con préstamos a tres años. "Al prestar a los bancos medio billón de euros, el BCE no solo soluciona el problema de vencimientos, sino que mejora la cuenta de resultados de las entidades, que solo tienen que pagar un 1% por ese dinero, y contribuye a relajar las primas de riesgo", asegura Joaquín Maudos, catedrático del Ivie.

Pero, pese a que el ministro de Economía, Luis de Guindos, dijera ayer que la "bastante positiva" subasta de deuda constituye un "elemento esperanzador" para la economía española, los desafíos están aún presentes. "La mayor parte de analistas aseguran que este año acabará en recesión. Y el Gobierno, además de anunciar la hoja de ruta para sanear el sector financiero, poco más puede hacer. No le queda casi margen de maniobra. Todo depende de la evolución de la economía internacional", añade Maudos.

Otro elemento esperanzador de la jornada de ayer fue el éxito del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) para obtener 1.500 millones de euros en obligaciones a seis meses, justo un día más tarde de que S&P le aplicara la misma medicina que ya había usado para Francia y Austria la semana pasada: retirarle la máxima nota crediticia. La emisión, que es la segunda de este tipo, atrajo una importante demanda, superior a los 4.600 millones. Las obligaciones se colocaron con una tasa media del 0,26%. "El éxito de la subasta confirma la confianza de los inversores en el FEEF como un emisor de alta calidad", destacó el vicepresidente del Fondo, Christophe Frankel. La agencia de medición de riesgo decía en su nota que el Fondo podría recuperar la triple A si los países ofrecen nuevas garantías. Varios Gobiernos se han negado hasta ahora a esta petición, entre ellos el alemán, que es el mayor contribuyente. Ahora le toca a Angela Merkel mover ficha ante las exigencias de S&P.

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Sobre la firma

Luis Doncel
Es jefe de sección de Internacional. Antes fue jefe de sección de Economía y corresponsal en Berlín y Bruselas. Desde 2007 ha cubierto la crisis inmobiliaria y del euro, el rescate a España y los efectos en Alemania de la crisis migratoria de 2015, además de eventos internacionales como tres elecciones alemanas o reuniones del FMI y el BCE.

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