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La salida de la crisis

El FMI quiere un plan B para España

Viñals pide al Gobierno que prepare medidas de ajuste adicionales para el caso de que España incumpla los objetivos de reducción del déficit

El FMI quiere que España tenga a punto un plan B para el caso de que se incumplan las metas de reducción del déficit. José Viñals, responsable financiero del Fondo Monetario Internacional (FMI) , recomendó ayer al Ejecutivo español que tenga listas medidas de ajuste adicionales en el caso de que el objetivo de recorte del déficit -hasta el 6% en 2011- no se cumpla.

"Puede llamarlo plan B o puede llamarlo de otra manera", dijo en un encuentro con un grupo de periodistas españoles. Viñals dejó meridianamente claro que la alternativa no es deseable: "Los mercados tienen tolerancia cero en todo lo relativo al déficit. España se ha comprometido a un objetivo de rebaja . Si se registra cualquier desviación, deben arbitrarse las medidas de corrección necesarias en el menor tiempo posible". Es decir, más ajustes como los ya aprobados vía ingresos (subida de impuestos) o vía gastos (recortes de sueldo a los funcionarios, congelación de las pensiones y drástica reducción de las inversiones, por ejemplo), aunque Viñals no entró a detallar qué tipo de medidas. El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, reclamó también esta semana ese mismo "plan B" pero el Gobierno, de boca del secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, rechazó la solicitud un día después. "Se están cumpliendo nuestras previsiones", se justificó.

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En su despacho del Fondo, en pleno centro de Washington, el alto funcionario español -hijo de José Joaquín Viñals, que fue director general de Bancaja, y con una larga trayectoria en el Banco de España, institución que dejó hace un año y medio para incorporarse al FMI?explicó que los países que están bajo la lupa de los mercados (Irlanda, Portugal, Grecia y en menor medida España) "no tienen alternativa". "Lo fundamental es cumplir con la cifra prometida, porque los mercados se han empeñado en eso. La evolución económica será mejor [si los Gobiernos se atienen a esa cifra] porque los países que no cumplan corren el riesgo de recibir un castigo serio en los mercados".

Respecto a la reforma del sector financiero, el Informe de Perspectivas Globales de otoño, presentado ayer, asegura que países como Irlanda o España han hecho los deberes en mayor medida que Alemania, que tiene graves problemas en sus bancos regionales. Y sin embargo, el FMI señala tanto a las cajas como a los landesbanken alemanes como las cajas son potenciales fuentes de problemas en el Informe de Estabilidad Financiera, presentado el pasado martes. Viñals es optimista: asegura que el Banco de España "ha hecho las cosas bien" en lo relativo a la reestructuración de las cajas, aunque reclama para el Banco de España "una actitud de vigilancia para que los compromisos adquiridos sigan adelante".

Los problemas del sector financiero y las dificultades con la prima de riesgo tienen conexión. "El riesgo país [la diferencia entre el bono alemán a 10 años y el español, una medida del miedo de los inversores hacia los bonos españoles] ha mejorado bastante, pero no lo suficiente. Si se cumple lo prometido, el diferencial con Alemania seguirá bajando y eso beneficiará también a las entidades financieras, cuyo acceso a los mercados está condicionado por las incertidumbres ligadas con el riesgo país".

El FMI identifica los problemas del sector financiero como uno de los mayores riesgos para la recuperación en todo el mundo. La banca es "el talón de Aquiles de la recuperación: no es una acusación, es un hecho", según el responsable financiero del Fondo. Viñals aplaude el paso adelante que supone la reforma de Basilea III, que exige más capital a los bancos (a partir de 2018). ¿Demasiado poco y demasiado lento? "Esta es la mayor crisis financiera desde la Gran Depresión. Basilea III supone un gran avance, pero queda camino por recorrer. Hay que regular los derivados -que provocan fallos en cascada cuando las cosas van mal-, las agencias de calificación, los aspectos relacionados con la liquidez global, las entidades demasiado grandes para caer, e incluso más allá de los bancos queda mucho por hacer: también hay que regular otro tipo de entidades que tienen mucha incidencia en el sector financiero", responde con diplomacia.

Viñals entiende el enfado de la gente "con la gran banca internacional, que causó la crisis". Pero advierte que no todos los bancos son culpables: "Hay bancos que nos han metido en esto y otros que están sufriendo las consecuencias. Algunos fueron parte del problema, y otros parte de la solución. Cierta banca muy agresiva (que no es la española, por cierto) ha creado grandes problemas para bancos más conservadores, como los españoles, que han dado estabilidad a sus economías", cierra.

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