Diputados peronistas se oponen al proyecto de reforma del sistema de pensiones argentino
Algunos diputados díscolos critican el modo improvisado en que se quiere ejecutar la reestatalización
Como sucedió en la crisis agraria de hace tres meses, el peronismo, gobernante de Argentina, comienza a mostrar fisuras ante el proyecto de ley de nacionalización del sistema privado de pensiones que envió el martes al Congreso la presidenta Cristina Fernández. En el peronismo, que en 1994 impulsó la privatización del sistema estatal, ahora están de acuerdo con la reestatalización, pero algunos diputados díscolos critican el modo improvisado en que se quiere ejecutar y reclaman que las contribuciones a la Seguridad Social no puedan usarse para el gasto corriente o para pagar los vencimientos de la deuda pública.
"El Gobierno se arroga el derecho de decidir qué es lo mejor para los que aportan a las AFJP Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones] que decidieron voluntariamente permanecer en este sistema", declaró a La Nación el diputado Felipe Solá. El parlamentario recuerda que el año pasado el Gobierno de Néstor Kirchner impulsó una ley de reforma del sistema de pensiones que permitió por primera vez que los afiliados a las AFJP pudiesen optar por regresar al régimen estatal y solidario. De los 11 millones de contribuyentes a los fondos de pensiones, sólo 1,5 millones pasaron al sistema estatal. En 2012 se iba a volver a abrir la opción de cambio.
Uso de los fondos
Pero el peronismo crítico admite que el sistema de AFJP, al que sólo contribuyen 3,5 millones de trabajadores, está en crisis, sobre todo por sus inversiones en bonos del Estado y en acciones, activos castigados por razones internas y externas. "Estamos de acuerdo con el traspaso de los fondos al Estado y votaré a favor de la iniciativa en general, pero propondremos modificaciones para que no puedan ser utilizados para gastos corrientes y pago de deuda pública", dijo el diputado peronista Jorge Obeid.
El peronismo y sus aliados cuentan con 147 diputados, frente a los 129 que necesitan para aprobar el proyecto de ley. Pero ya en la discusión sobre la subida de impuestos rurales el Gobierno sólo consiguió el respaldo de 129. Y en el Senado, donde los Kirchner parecían tener el control, terminaron perdiendo por un voto.
Entre los principales partidos opositores, el radicalismo, la Coalición Cívica, que lidera Elisa Carrió, y el Partido Socialista son críticos con el actual sistema de pensiones, pero temen que el Gobierno quiera usar el dinero de los jubilados para financiarse. Mientras tanto, la Bolsa de Buenos Aires, donde las AFJP movían la mitad de los fondos, seguía ayer votando en contra: cayó un 7,72%, pero sobre todo arrastrada por el derrumbe bursátil mundial.
