El regulador británico propone una 'tasa Tobin' para los bancos
El presidente del organismo regulador de la City de Londres (FSA), Adair Turner, se ha mostrado favorable a la introducción de un impuesto global a la banca, una especie de tasa Tobin, que limite las excesivas ganancias de las entidades y, a resultas, reduzca las bonificaciones a sus directivos. El sector de servicios financieros ha crecido "más allá de un tamaño razonable socialmente", sostiene lord Turner en sus declaraciones a la revista Prospect que, según se aprestó a subrayar el Gobierno, fueron formuladas a título personal.
La propuesta del jefe de la FSA (siglas inglesas de la Autoridad de Servicios Financieros, similar a la CNMV española) se produce dos semanas después de que su oficina anunciara nuevas medidas para regular el pago de primas a los ejecutivos bancarios, y que algunos analistas tacharon de "débiles". Su aplicación, a partir del próximo enero, contempla el pago de las bonificaciones en un plazo de tres años, en lugar de su desembolso inmediato, para dar margen a comprobar los resultados.
El mecanismo que ahora defiende se inspira en la llamada tasa Tobin, la idea de un impuesto sobre las transacciones financieras formulada a principios de los setenta por el economista y premio Nobel estadounidense James Tobin y que suscita una firme oposición desde ese sector.