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Reordenación del sector financiero

Caixa Galicia rechaza unirse a Caja Madrid y la CAM estudiará la fusión

"Sin la autorización de la Xunta no puede haber ningún acuerdo", avisa Feijóo

La posible integración de Caja Madrid con la CAM valenciana y con Caixa Galicia provocó ayer una sacudida en el sector financiero, que cuenta con varios frentes abiertos en el esperado ajuste detonado por la crisis. El informe elaborado por la segunda caja española, que maneja varias posibilidades de expansión pero cuya preferencia es una fusión con la CAM y la caja gallega, desencadenó reacciones encontradas: Galicia rechazó de plano la posible integración, tanto desde la entidad como desde la Xunta y los partidos gallegos, mientras que la Caja de Ahorros del Mediterráneo se limitó a asegurar que no ha habido aún ningún contacto, aunque la caja está abierta al proceso de fusiones azuzado desde el Gobierno y el Banco de España.

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Caja Madrid prefirió mantenerse al margen y no hizo comentarios, aunque fuentes de la entidad aseguraron a Europa Press que desde hace meses se trabaja para desempeñar un papel activo en la reestructuración del sector. En la última presentación de resultados, la entidad presidida por Miguel Blesa no descartó entrar en alguna operación, siempre que tenga sentido económico.

Sólo es una propuesta y ni siquiera hay negociaciones. Pero en Galicia pocos quieren oír hablar de una fusión a tres bandas que en la práctica diluiría el peso de Caixa Galicia, la más pequeña del grupo, en la entidad resultante. La principal interesada, la caja, lo rechaza de plano, aunque reitera que está abierta a capitanear "procesos de fusión donde haya oportunidades". En el escenario que ha abierto el informe de Caja Madrid no se da, ni de lejos, ese caso desde la óptica gallega. Cargos no ejecutivos de la entidad coruñesa incluso han llegado a decir que sería "un desastre" que la caja cayese en manos de Caja Madrid. Ésas fueron las palabras utilizadas la semana pasada por su vicepresidente -a la vez presidente de la Diputación de A Coruña-, Salvador Fernández Moreda (PSOE), para, acto seguido, lanzar el mensaje de que es preferible una operación con Caixanova, con sede en Vigo. Para rizar el rizo, la caja viguesa contestó que tampoco está de acuerdo con ese planteamiento por las duplicidades que acarrearía, ya que ambas tienen la mayor parte de sus oficinas -y de sus empleados- en la región.

Quien tiene la última palabra es la persona que más ha eludido pronunciarse. El presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo (PP), se limitó ayer a decir que no comparte el informe de la posible fusión "por muchas razones: la primera, porque no lo conozco". Lo que sí advirtió es que a la Xunta "le corresponde por el Estatuto de Autonomía cualquier decisión sobre fusiones de cajas y mucho más con cajas que no tienen ámbito territorial en la comunidad". Sin mostrar su rechazo de forma expresa a la unión con Caja Madrid y la CAM, mencionó que "sin la autorización de la Xunta no puede haber acuerdo". "La Xunta ejercerá sus competencias estatutarias", reiteró para concluir que en ese asunto hay que "trabajar mucho y hablar menos".

La respuesta valenciana fue menos tajante. El presidente de la CAM, Modesto Crespo, aseguró ayer que no ha mantenido "ningún contacto oficial" con Caja Madrid de cara una hipotética integración. No obstante, Crespo admitió que la CAM "está abierta a cualquier oferta que pueda llegar de cualquier caja". El Gobierno Valenciano declinó opinar sobre la hipotética operación.

El mandatario de la CAM puntualizó que el hecho de que la caja abra la puerta a posibles fusiones "no quiere decir que estemos negociando en estos momentos con nada ni con nadie". Como la mayoría de los directivos de cajas, el presidente de la CAM aboga por una concentración en el sector, pero siempre que la entidad en cuestión lleve la voz cantante. "Algunas de muy pequeño tamaño tendrán que hacer los deberes. Pero nosotros los tenemos hechos, por nuestro tamaño y solidez, y además tenemos cuotas participativas", explicó, informa Cristina Medina.

Crespo señaló que en todo caso una hipotética fusión debe estar al margen de los "condicionamientos políticos". "Ninguna fusión puede ser impuesta, debe ser aprobada por los consejos de administración y supone procesos larguísimos", dijo. Desde su llegada al cargo hace apenas dos meses, el presidente de la CAM no ha hecho ninguna alusión contraria a la opinión unánime del empresariado alicantino, más partidario de una fusión con cajas fuera del ámbito territorial de la Comunidad Valenciana que con la primera caja de la región, Bancaja. El presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, Antonio Fernández Valenzuela, máximo exponente de esta corriente, evitó ayer valorar una posible integración de la CAM con Caja Madrid y Caixa Galicia. "Ni sé ni conozco nada de la operación. Si llega a materializarse, la analizaremos, reflexionaremos, y luego nos pronunciaremos", comentó.

Miguel Blesa escucha a Esperanza Aguirre en una reciente reunión financiera en Madrid.
Miguel Blesa escucha a Esperanza Aguirre en una reciente reunión financiera en Madrid.ULY MARTÍN

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