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La tasa de paro entre inmigrantes es mayor que entre los españoles en 15 comunidades

Asturias, País Vasco, Ceuta y Melilla tienen el mayor porcentaje de extranjeros desempleados

Cristina Galindo

España se ha convertido en pocos años en un país de inmigrantes, que representan un 8% de la población residente. Buena parte de los casi dos millones de empleos creados desde 2002 ha sido absorbida por extranjeros. El porcentaje de inmigrantes en disposición de trabajar supera en más de 20 puntos el español, aunque también este colectivo sufre en mayor medida el problema del desempleo. Su tasa de paro es superior a la de los españoles en Ceuta, Melilla y todas las comunidades, salvo en Cantabria y La Rioja. Asturias, País Vasco, Ceuta y Melilla tienen el mayor porcentaje de extranjeros en paro.

Los extranjeros se concentran en servicio doméstico, hostelería y construcción
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La masiva entrada de inmigrantes -el número de extranjeros se ha multiplicado por cuatro desde 1996- ha supuesto grandes cambios en el mercado laboral. La población foránea en edad y disposición de trabajar (más de 16 años) supera ya los 2,7 millones de personas, según las cifras actualizadas publicadas por Instituto Nacional de Estadística (INE). Su tasa de actividad -engloba a ocupados y parados- es más de 20 puntos superior a la de los trabajadores españoles (un 76,32% frente a un 55,13%), pero también lo es su tasa de paro (13,06% frente a 10,28%), y en casi todas las comunidades, según nuevos datos.

Asturias es la comunidad autónoma con una mayor tasa de paro de los extranjeros: un 24,52%, frente a la tasa de desempleo de un 10,21% de los españoles, más del doble. Le siguen Ceuta y Melilla (un 22,75%, frente al 8,97% de los españoles); País Vasco (un 21,20%, frente al 8,64%) y Extremadura (19,54%, frente al 17,62%). En total son 10 las comunidades con una tasa de paro de inmigrantes superior a la media nacional del 13,06%.

En la otra cara de la moneda están Cantabria y La Rioja, donde las tasas de paro de los extranjeros son del 2,20% y el 2,46%, respectivamente, ligeramente inferiores a las de los residentes de nacionalidad española, aunque tampoco existe un gran número de inmigrantes en dichas zonas.

Estos datos han sido calculados a partir de las cifras difundidas por el INE la semana pasada. Los estadísticos han tenido que revisar la Encuesta de Población Activa (EPA), principal método para medir el empleo, para actualizar los datos del censo, ya que la rapidez de las llegadas de nuevos inmigrantes había dejado desfasadas las anteriores estimaciones, basadas en cifras de población de 2001.

Tras la revisión, el INE ha contabilizado 964.700 ocupados más y un aumento de 152.200 parados sobre lo estimado inicialmente para el último trimestre de 2004, todos extranjeros. Así, en total hay 1,8 millones de ocupados inmigrantes y 272.000 parados extranjeros en España. Con la actualización de la EPA, la tasa de paro resulta dos décimas mayor que la calculada hace unos meses, hasta el 10,56%.

Por comunidades, el mayor número de ocupados se concentra en Cataluña: más de tres millones, después de que la nueva EPA ha sacado a la luz 229.700 ocupados que hasta ahora no tenía en cuenta. Le sigue Andalucía, donde han aflorado otros 94.200 ocupados, hasta 2,8 millones; la Comunidad de Madrid (283.600 ocupados más tras la revisión, hasta 2,7 millones), y la Comunidad Valenciana (dos millones de ocupados, tras añadir 124.800). Las distribuciones son similares en cuanto al número de parados (véase gráfico).

"La revisión era urgente, dado que la EPA antigua sólo recogía al 40% de los inmigrantes mayores de 16 años que viven en España", explica Carlos Martín, economista del gabinete técnico de Comisiones Obreras. "Se calcula que la mitad de los ocupados trabajan en la economía sumergida", añade. De hecho, hay cerca de 1,1 millones de afiliados extranjeros a la Seguridad Social -significa que tienen un contrato legal-, mientras que los ocupados superan los 1,8 millones.

Esos empleos que ocupan los inmigrantes son casi tanto como los cerca de 1,9 millones de trabajos que se han creado en España desde 2002. "En las grandes cifras, la creación de empleo de los últimos años ha sido básicamente toda absorbida por los inmigrantes, pero habría que ir al detalle para asegurarlo; ver cómo se ha desarrollado por rama de actividad y zonas geográficas", explicaba la presidenta del INE, Carmen Alcaide, la semana pasada durante la presentación de la nueva EPA que, a partir de ahora, se publicará con los datos actualizados con mayor frecuencia, tomando como base el padrón de residentes, no el censo.

Sin destrucción de empleo

Pero eso no significa que se haya destruido empleo para los españoles, según Ana María Corral, responsable del departamento de migraciones de UGT. "No hemos detectado una destrucción de empleo español; se trata más bien de que a veces las condiciones que ofrecen los empresarios son tan malas que no las aceptan los españoles, pero es que a veces no las aceptan ya ni los inmigrantes que llevan más tiempo, porque conocen mejor sus derechos", explica. "La actualización de la EPA confirma lo que sabíamos, que la mano de obra inmigrante se concentra en el servicio doméstico, la hostelería y la construcción", añade.

Los inmigrantes suelen trabajar más horas por menos dinero. "Estamos analizando las diferencias salariales entre los inmigrantes y los españoles, y estamos viendo que los primeros cobran de media entre un 7% y un 15% menos que los segundos", afirma Carlos Martín, que recuerda que además hay que tener en cuenta que, si el inmigrante no tiene contrato de trabajo, el empresario se ahorra otro 30% porque no tiene que pagar cotizaciones a la Seguridad Social.

Martín explica que se está produciendo un expulsión de mano de obra, sobre todo un colectivo de jóvenes entre 16 y 20 años sin cualificación, cuyas tasas de ocupación están cayendo, porque el tipo de trabajos para los que están preparados suelen acabar siendo realizados por algunos inmigrantes, que aceptan cobrar menos. "También se aprecia este fenónemo entre mujeres que antes trabajaban en la agricultura y el servicio doméstico", añade el economista.

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Sobre la firma

Cristina Galindo
Es periodista de la sección de Economía. Ha trabajado anteriormente en Internacional y los suplementos Domingo e Ideas.

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