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LA POLÉMICA DE CAJASUR

Cajasur pierde comba

La entidad cordobesa pierde rentabilidad mientras La General y El Monte acechan su segundo puesto

Alejandro Bolaños

La polémica acompaña a Cajasur en los últimos años, al tiempo que la brillantez de su cuenta de resultados se ha ido apagando. En 1995, cuando absorbió a la Caja Provincial de Córdoba, se puso en la estela de Unicaja, la entidad con sede en Málaga que encabeza el sistema financiero andaluz. Pero siete años después, la entidad que controla la Iglesia y preside desde 1977 el sacerdote Miguel Castillejo ha perdido de vista a Unicaja y, aún manteniendo resultados positivos como el resto de las cajas de ahorros, ha visto cómo El Monte y La General, con un ritmo de crecimiento mayor, se han puesto casi a su altura y le disputan el segundo puesto entre las seis entidades andaluzas.

Cajasur culminó el último proceso de fusiones en el sistema financiero andaluz que se inició en 1990 al unirse El Monte de Huelva y Sevilla.

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En 1991, La General absorbió a la Caja Provincial de Granada. Las Cajas de Ronda, Cádiz, Almería, Antequera y Málaga se convirtieron en Unicaja. En 1993, la Caja de Jerez fue absorbida por Caja San Fernando.

La fusión que dio lugar a Unicaja no fue fácil. La unión de cinco cajas de tres provincias distintas se tradujo en pérdidas de cuota en la captación de depósitos y en la concesión de créditos respecto a las otras cinco cajas andaluzas, aunque todas han registrado una buena evolución en la última década. De hecho, desde 1991 la entidad malagueña está entre las 10 primeras cajas españolas, concentrada en reducir costes. En estos años, el volumen total de oficinas (742) y empleados (4.209) ha descendido ligeramente. Sus beneficios han crecido entre el 10% y el 20% al año, y han mejorado sus índices de rentabilidad y productividad.

Cajasur, El Monte y La General, con fusiones menos complejas, apostaron por una política comercial agresiva con apertura de nuevas oficinas. La caja cordobesa parecía la llamada a aprovechar la pesada digestión de Unicaja, que casi la doblaba en balance (7.222 millones de euros frente a 3.707), pero sólo presentaba en 1995 un beneficio antes de impuestos ligeramente inferior (72,6 millones frente a 57,3). En este apartado, las distancias con El Monte (34,9) y La General (12,9) eran apreciables. Cajasur era entonces la caja más rentable y productiva: sus beneficios suponían el 1,63% de sus activos medios. (El Monte: 1,5%; Unicaja, 1,06%: La General el 0,43%). En 1995, la entidad cordobesa conseguía 170.000 euros de beneficio por oficina, por los 160.000 euros de El Monte, 100.000 de Unicaja y 42.000 de La General.

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Cajasur abrió oficinas en la Costa del Sol, sede de Unicaja, y otras provincias andaluzas. Hasta entonces estaba circunscrita casi totalmente a Córdoba (donde siempre ha controlado más de la mitad del ahorro) y Jaén. Pero las expectativas de la caja cordobesa no se cumplieron. Hasta 1999, su tasa de crecimiento anual de beneficios se situó en torno al 10%, siempre por debajo de Unicaja. En cuatro años, el resultado positivo de la entidad creció un 50%, pero en Unicaja y El Monte se duplicó y en La General se multiplicó por cinco.

Los sucesivos cambios en la dirección de la entidad que promovió Castillejo no mejoraron la situación: ha habido cuatro directores generales en los siete últimos años. Según una fuente de la caja, la mayor parte de las oficinas abiertas en los últimos años están en números rojos y se registran notables subidas en los gastos de administración por oficina. En los dos últimos años, el bajón en la cuenta de resultados ha permitido a La General y El Monte ponerse a su nivel.

La dirección de Cajasur achaca el descenso en los beneficios en estos dos últimos ejercicios a dos circunstancias extraordinarias: la externalización del plan de pensiones en 2000 (48 millones de beneficios, menos que en 1995) y el descenso de los valores bursátiles en 2001 (63 millones, menos que en 1996). En cualquier caso, la entidad cordobesa ha dejado claramente de ser la más productiva. Unicaja generó 231.000 euros de beneficio por oficina en 2001, frente a los 150.000 de Cajasur (menos que en 1995). El Monte logró 180.000 euros.

Para 2002, Castillejo ha anunciado que la entidad cordobesa superará por primera vez los cien millones de euros, una cantidad que consiguió Unicaja en 1997. Como en estos años, la evolución de Cajasur será positiva, pero seguirá perdiendo puestos. La fusión de El Monte (que ha cogido posiciones en Córdoba, Ciudad Real y Badajoz) y Caja San Fernando la relegará a la tercera plaza entre las entidades andaluzas. Y la opción de una unión con Caja de Jaén y La General como respuesta del propio Castillejo se complica enormemente por los privilegios que mantiene la Iglesia católica en la caja cordobesa.

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