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NUEVO ESCÁNDALO FINANCIERO EN EE UU

La Comisión de Valores de EE UU lleva ante los tribunales a WorldCom

La crisis de la operadora reactiva las presiones políticas para redoblar el control de los mercados

La Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos, la SEC, el organismo que vela por la rectitud de las bolsas de dicho país, ha demandado por fraude a la compañía telefónica WorldCom, que enmascaró 3.850 millones de dólares en sus cuentas para ocultar pérdidas de dimensión todavía desconocida. La psicosis de fraude en los mercados alcanzó ayer a General Motors, cuya cotización fue suspendida durante unos minutos entre rumores de irregularidades contables. El caso WorldCom ha reactivado los movimientos en el Congreso estadounidense para regular con más rigor los mercados.

La SEC empezó en febrero pasado a investigar las cuentas de WorldCom y la revelación de las irregularidades contables por valor de 3.850 millones realizada por la propia compañía le han dado pie para presentar una demanda contra la segunda compañía telefónica de Estados Unidos por 'manipular su facturación para acomodarla a las expectativas de Wall Street y mantener la cotización'.

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Se trata de la mayor manipulación de resultados registrada en la historia de EE UU, que convirtió pérdidas reales en 2001 y el primer trimestre de 2002 en ganancias ficticias de 1.530 millones de dólares. La SEC, además, prohíbe a los actuales gestores de la sociedad cualquier manipulación de documentos y ordena que no se haga ninguna liquidación al personal que haya sido o pueda ser despedido. WorldCom anunció el miércoles un ajuste que afectará a 17.000 empleados, el 28% de su plantilla. El estricto cumplimento de estas órdenes debe ser responsabilidad de una persona nombrada con ese propósito, según la SEC.

Efecto en bancos y pensiones

La crisis de WorldCom amenaza con acabar en una suspensión de pagos la semana próxima que superaría a la protagonizada por Enron, que quebró pese a que sus cuentas daban fe de una supuesta buena salud financiera. Los bancos acreedores de WorldCom tienen dos alternativas: reclamar los préstamos o negociar una reestructuración de la deuda (30.000 millones de dólares). Citigroup estima que su exposición total ante este caso asciende a 380 millones de dólares. El riesgo se extiende a los tenedores de bonos, entre los que se encuentran algunos fondos de pensiones. Se estima que el colapso de WorldCom provocará pérdidas de 1.000 millones de dólares sólo a los fondos de pensiones públicos de Estados Unidos.

Los bonos de la compañía cotizaron ayer a sólo 11 centavos. Es decir, un preámbulo de lo que pueden hacer las acciones, suspendidas por segundo día consecutivo, cuando vulevan a cotizar, probablemente el lunes. Mientras en junio de 1999, la capitalización de WorldCom alcanzó un pico de 115.300 millones de dólares (62 dólares la acción), ahora apenas suma 1.500 millones (83 centavos por título). En el año ha perdido un 94% (el 1 de enero cotizaba a 14,50 dólares, unos 25.000 millones en total). A 11 centavos, el valor se reduciría a 200 millones de dólares. El actual presidente de la compañía, John Sidgmore, y el anterior, Bernard Ebbers, tendrán que comparecer el 8 de julio ante la Cámara de Representantes.

Ante la vulnerabilidad del sistema, la SEC quiere evitar otro caso Enron, que incluyó destrucción de documentos por parte de la auditora Andersen. En vista de la continua cadena de escándalos contables, Harvey Pitt, presidente de la SEC, ha anunciado que pedirá a los responsables de las 1.000 mayores compañías cotizadas que se hagan responsables de la veracidad de los resultados que presentan.

La lista de compañías cuyas cuentas ha estado bajo sospecha antes del caso WorldCom es larga: Enron, GlobalCrossing, Adelphia, Dynegy, Tyco. Ayer, General Motors, el primer fabricante mundial de turismos, vio paralizada brevemente su cotización tras una abrupta caída debida a rumores de que era objeto de investigación por irregularidades contables. La compañía lo desmintió, pero la reacción de los inversores bastó para mostrar la tensión existente en los mercados. Sociedades que han presentado en el pasado sus resultados en términos de Ebidta (resultado operativo bruto), más favorables que los netos, fueron ayer castigadas por los mercados.

Pitt presentó la denuncia contra WoldCom 'como un intento de restaurar la comprensible pérdida de credibilidad de la gente' ante lo que ocurre. El presidente George Bush expresó ayer en Canadá, donde asiste al la cumbre del G-8, su 'preocupación por el impacto de que corporaciones no cumplan sus responsabilidades'. Según sus allegados, Bush está que 'se sube por la paredes'.

Críticas al supervisor

En el Capitolio, donde languidecen planes de reforma y control, esta nueva crisis y la sentencia condenatoria de Andersen por su actuación en Enron han acicateado a los congresistas. 'No estoy seguro de que esta gente vaya a recibir el mensaje hasta que alguien no vaya a la cárcel', apuntó el senador John McCain, un republicano que cree que la SEC no está a la altura de los desafíos. En la misma idea abundaba Tom Daschle, jefe de la mayoría demócrata, quien piensa que a la SEC le falta agresividad.

Pitt responde que ha hecho lo que ha podido en los diez meses que lleva en el cargo. Además de abrir más de un centenar de investigaciones sobre contabilidades sospechosas, la SEC ha elaborado un plan de reforma para las auditoras que es más exigente que el aprobado en abril por la Cámara de Representantes, pero no tanto como el avalado por Daschle.

El presidente de la SEC, Harvey Pitt.
El presidente de la SEC, Harvey Pitt.ASSOCIATED PRESS

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