Una periodista acusa a Pescanova de represaliarla con el despido de su marido

Una empresa informática proveedora de Pescanova ha despedido al marido de la periodista Abeta Chas, delegada del diario económico Expansión en Galicia, por la información que esta publicó sobre la crisis de la compañía, según ha informado el periódico. Según Expansión, el director general de la empresa gallega Desadi 10 despidió el pasado martes a su jefe de equipo de programación y se lo explicó asegurándole: "Por la información que tu mujer ha escrito en Expansión sobre Pescanova". Tanto la periodista como su marido han denunciado en el juzgado los hechos, que han merecido la condena del Colexio Profesional de Xornalistas de Galicia y la Asociación de la Prensa de Vigo.

El periódico informa que, tras ponerse en contacto con Desadi 10, uno de los directivos que no quiso ser citado les ha dicho: "El despido no lo hacemos nosotros directamente; es Pescanova quien nos obliga a hacerlo. Es un excelente trabajador y con una lealtad inquebrantable hacia la empresa y a Pescanova. Pero el jefe nos ha dicho que o le despedimos o nos cancela el contrato y nos vamos todos a la calle". Preguntado por la identidad de “el jefe”, la dirección de Desadi 10 afirmó a Expansión que se refiere "al presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa". "Nos ha llamado a través del directivo de Pescanova Eduardo Fernández Pellicer”, director de Organización de la compañía, añaden estas fuentes.

El pasado 5 de marzo, el periódico económico publicó una información titulada La banca quiere un socio industrial en Pescanova, firmada por Abeta Chas e I.E., en la que afirmaba que "los acreedores podrían exigir un cambio en la dirección del grupo pesquero". Fue esa misma mañana cuando Desadi 10 comunicó el despido al marido de la periodista, después de que el propio presidente de Pescanova se pusiera en contacto con el diario para quejarse de la información.

Ayer, el consejo de administración de la empresa celebró una reunión extraordinaria en la que el punto caliente del orden del día estaba, precisamente, en la posible revocación del presidente ya que una parte del consejo cree necesario un periodo de transición para poner orden recomponiendo la estructura de la compañía. Los díscolos, encabezados por José Carceller en representación de Damm, pidieron muchas explicaciones al primer ejecutivo, que ha controlado el grupo con mano de hierro. Pero su sucesión plantea muchos problemas en un grupo con un centenar de sociedades en cinco continentes. De Sousa seguirá aferrado al cargo bajo la promesa de despejar las incógnitas.