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Los evangélicos ganan terreno en Brasil

El creciente auge de las comunidades de neopentecostales, con 24 millones de fieles, preocupa a la Iglesia católica

El papa Benedicto XVI visitará en mayo por primera vez Brasil, considerado el país más católico del mundo y una gran fuente de reserva para la Iglesia por sus 182 millones de habitantes. Sin embargo, el papa Ratzinger, que tanto luchó cuando era prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe contra los teólogos brasileños de la liberación, se va a encontrar con un fenómeno que preocupa a la Iglesia católica: el aumento de las Iglesias evangélicas, para algunos consideradas como sectas. En estos momentos, Brasil es el país del mundo con mayor número de neopentecostales: 24 millones, de los cuales el 45% proviene del catolicismo, que cada año pierde un millón de fieles que se van a las Iglesias neopentecostales.

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Los evangélicos más numerosos en Brasil son los de la Iglesia Universal del Reino de Dios, la Asamblea de Dios y el Renacer en Cristo. Según los datos del estudio realizado por el World Christian Database en diez países, Brasil es el país con mayor número de evangélicos en el mundo. Y con unas características especiales: la mayoría de ellos no nacieron evangélicos, sino que proceden de las filas de los católicos. Reclutan a los “nuevos” evangélicos en los estratos sociales más pobres de la población, sobre todo en los suburbios, donde la influencia del catolicismo, más intelectual y de clase media, ha perdido mucha fuerza. El catolicismo, en general, ha perdido misticismo e interés por los más pobres, los cuales se sienten mejor acogidos en los grupos evangélicos, donde reciben una fuerte dosis de apoyo y asistencia.

Los evangélicos tienen, además, una característica muy peculiar: piensan que sus Iglesias deben estar ancladas en la política. Así se explica que en este país haya en el Parlamento más de 40 diputados evangélicos, casi todos ellos pastores u obispos de sus iglesias, que por otra parte son los más involucrados en escándalos de corrupción financiera, ya que son iglesias muy ricas que aún obligan a los fieles a dar el diezmo de sus ganancias. Los evangélicos brasileños son los segundos del mundo más condescendientes con el divorcio: el 63%, mientras son los más contrarios al aborto, un 91% lo rechaza.

Fervor religioso

Una característica de los evangélicos es el fervor religioso. Un altísimo índice, un 85%, acude regularmente a los cultos religiosos. Entre los nepentecostales brasileños, el 51% afirma que lee diariamante la Biblia, en contraposición con el bajo índice entre los católicos.

Una de las facilidades para el crecimiento de los evangélicos es que para ser pastor u obispo no son necesarios siete u ocho años de estudios de Filosofia y Teologia como ocurre con los sacerdotes católicos. Cualquiera, con un mínimo de formación religiosa, puede ser pastor de una Iglesia. Tampoco se les exige el celibato y, además, los fieles no ven con malos ojos que sus pastores vivan bien, vistan bien, tengan buenos coches y participen en política.

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