_
_
_
_
_

Gestamp invierte 350 millones en Abengoa y tomará su control

A través de su fialial Gonvarri recapitaliza la empresa energética y se hace con el 28%

Íñigo de Barrón
Vista aérea de la planta solar de Abengoa en Sanlúcar la Mayor ( Sevilla).
Vista aérea de la planta solar de Abengoa en Sanlúcar la Mayor ( Sevilla).Alejandro Ruesga (EL PAÍS)

Gonvarri Corporación Financiera, filial del grupo industrial vasco Gestamp, invertirá 250 millones en acciones nuevas de Abengoa, seguido de una aportación adicional de 100 millones por los derechos de una ampliación de capital. Gestamp se hará así con el 28% de capital de Abengoa y cuatro puestos de los 13 que tiene el consejo. La entrada de este socio industrial, que tiene en su seno una división de energías renovables, es un paso para estabilizar la empresa andaluza, pero supone que la familia Benjumea, que ahora tiene la mayoría del capital y cuatro consejeros, se quede con un solo representante.

Gonvarri aportará 350 millones de los 650 previstos en la ampliación de capital

Gestamp comprará acciones de tipo A a 0,99 euros y de tipo B, a 0,767 euros. Con respecto a los precios que tenían los títulos en el cierre de sesión del viernes (1,2 euros y 0,98 euros respectivamente), significa que la compañía vasca entra en la empresa energética con descuentos del 21% y el 28%.

Abengoa, que ha atravesado meses de enorme incertidumbre por las dudas sobre su solidez financiera y su viabilidad, tenía prevista una ampliación de capital de 650 millones. En principio, estaba asegurada por los bancos, entre los que se encuentran HSBC, Santander y Crédit Agricole CIB. La incertidumbre sobre la entrada de este nuevo capital se ha despejado, en buena parte, con la llegada del gigante industrial Gestamp.

Más información
El presidente de Abengoa dimite para sacar la ampliación de capital
Abengoa vuelve a dispararse ante el respaldo de la banca a la ampliación
Abengoa cae a su mínimo histórico en plena oleada de demandas
Abengoa se enreda en su propia deuda

El nuevo socio aportará 350 millones de los 650 previstos, por lo que la búsqueda de nuevos inversores se limitará a 300 millones. Si nadie acudiera a la ampliación, serán los bancos los que suscriban las acciones de Abengoa. El grupo industrial vasco Gestamp se convertirá en el primer accionista, con el 28% del capital.

En un comunicado, Abengoa dijo que Gonvarri inyectará 250 millones mediante una ampliación de capital con emisiones de acciones de tipo A y B, y sin derecho de suscripción preferente, a 0,999 y 0,767 euros, respectivamente. La emisión será íntegramente suscrita por Gonvarri. Posteriormente, se lanzará una nueva ampliación de capital con derecho de suscripción preferente para los accionistas, por unos 400 millones, de los que 100 millones serán comprados por Gonvarri.

Abengoa anunció hace meses la intención de lanzar una ampliación de capital para reducir su endeudamiento y reforzar su capital para acabar con las dudas sobre la solidez y viabilidad de la compañía. El acuerdo, según el comunicado enviado a la CNMV, está sujeto a determinadas condiciones, como el aseguramiento de la ampliación de capital o la suscripción de un “importante paquete de apoyo financiero” por los bancos.

Un grupo líder muy discreto

Gonvarri Steel Industries, con más de 50 años de historia, es un grupo industrial líder en centros de servicio del acero, seguridad vial y componentes para el sector de las energías renovables, con presencia en 15 países. El grupo Gestamp, nacido en 1997, es líder en el diseño y fabricación de componentes de automoción y uno de los principales fabricantes del sector del automóvil en el mundo. Según la empresa, su vocación “es no dejar de crecer, incorporando nuevos productos y tecnologías”.

Pese a tratarse de empresarios con poca presencia mediática, la familia propietaria de Gestamp atesora una de las mayores fortunas de España. Según Forbes, Francisco y Jon Riberas ocupan la séptima posición entre los más ricos de España, con un patrimonio empresarial de unos 3.200 millones de euros.

La crisis de Abengoa se ha cobrado la cabeza de su presidente ejecutivo, Felipe Benjumea, por imposición de los bancos. Benjumea dejó el pasado 24 de septiembre su puesto, tras 25 años en el cargo, como parte de la negociación bancaria para sacar adelante la ampliación de capital. La acción de la compañía ha caído un 70% en un año. Abengoa ha suspendido el dividendo, ha limitado las inversiones y venderá activos por 1.200 millones para reducir deuda. José Domínguez Abascal, antes secretario general técnico y responsable de innovación, es el nuevo presidente no ejecutivo de la empresa. El futuro queda en manos de Gonvarri.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_