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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Orden en la selva

El Banco de España responde al órdago de las tres mayores entidades

Íñigo de Barrón

El Banco de España ha dado un golpe en la mesa. Las tres entidades financieras más grandes, Santander, BBVA y CaixaBank, dueños de casi la mitad de la red de cajeros, le lanzaron un órdago al decidir unilateralmente cambiar el sistema de comisiones en los cajeros automáticos. Han incorporado una tasa nueva, dos euros para los no clientes que usen sus cajeros, sin que se anule la antigua carga por parte del emisor de la tarjeta.

Los tres bancos justifican su medida diciendo que la obtención de efectivo consta de dos servicios: el que facilita el banco que emite la tarjeta y el que ofrece el dueño del cajero. Los tres bancos planeaban dejar de aplicar la antigua tasa al emisor de la tarjeta, para evitar duplicidades. Sin embargo, el resto de bancos, dueños de las tarjetas, han seguido cargando la comisión a sus cliente. El resultado de esta falta de coordinación, es que se cobraban dos tasas al cliente por una operación.

El supervisor discrepa de los bancos y cree que la extracción de efectivo es solo un servicio y, por lo tanto, solo puede tener una comisión y no dos. No se opone a que se cobren los dos euros. Ni a que el banco dueño de la tarjeta exija un pago al cliente que la utilice. Lo que no admite es que se cargan dos tarifas al mismo tiempo.

Las comisiones bancarias son libres en España. Ni siquiera es necesario pedir autorización previa para aplicarlas, pero están sujetas a un principio inamovible: no se puede cobrar dos veces por el mismo servicio. Si esto ocurre, como ahora entiende el organismo dirigido por Luis Linde, el supervisor está autorizado a poner orden en el mercado. Pese a que la responsabilidad de la supervisión financiera de casi todo el sector se ha desplazado a Fráncfort, donde está la sede del Banco Central Europeo (BCE), la normativa sobre los consumidores se ha quedado en Madrid.

El problema llegó porque la medida se ha impuesto por parte de los tres grandes pese a que sabían la oposición del supervisor. Lo hicieron, además, sin acordar con el sector un nuevo sistema de comisiones. Es decir, hubiera sido necesario un consenso general o, al menos, de los bancos miembros de los sistemas Servired y 4B, a los que pertenecen los tres bancos protagonistas.

El problema de fondo es que los bancos quieren elevar los ingresos y ganar clientes de la competencia, que huyeran de sus entidades para beneficiarse de los cajeros gratis. Vieron en esta medida el instrumento ideal para ambos objetivos, pero después de una crisis tan profunda y que ha golpeado a tantos, la sensibilidad del supervisor ha crecido y ha puesto orden antes de que llegue la selva.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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