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Tambores de guerra en Pescanova: los grandes accionistas no quieren diluirse

Los actuales dueños piden a la banca quedarse con el 20% de las acciones, en lugar del 5% que se estipula en el convenio con los acreedores, que en septiembre serán los propietarios

Cristina Delgado
Entrada de la sede del grupo Pescanova en Redondela (Pontevedra)
Entrada de la sede del grupo Pescanova en Redondela (Pontevedra)Salvador Sas (EFE)

Parecía que las aguas habían vuelto a su cauce en Pescanova, que en 2014 estuvo al límite de la liquidación tras el desastre económico vivido por un fraude contable interno. Sin embargo, el conflicto vuelve a bullir, porque los actuales accionistas mayoritarios se niegan a ver diluida su participación en el grupo a partir de septiembre, cuando la propiedad de la empresa debe pasar a manos de la banca acreedora, tal y como se acordó el pasado año. Han enviado a los bancos una nueva propuesta de acuerdo que les permitiría conservar el 20% de la propiedad.

Según el convenio de acreedores pactado en abril de 2014, tras un duro pulso entre la cervecera Damm y los bancos atrapados en la deuda de la compañía, Pescanova debe refundarse. Se llamará Nueva Pescanova, y en el camino de la transformación, los actuales dueños verán diluida su inversión, ya que entre todos solo controlarán el 5% de las acciones. Los accionistas mayoritarios, sin embargo, se resisten ahora a tal renuncia, y exigen que su participación sea del 20%. Así lo han comunicado en la junta de accionistas de Pescanova, celebrada este viernes.

Piden que los actuales accionistas tengan preferencia para comprar si la banca vende activos 

El consejo de administración de Pescanova ha comunicado a los accionistas que la compañía ha hecho llegar una nueva propuesta al llamado G-7, el núcleo duro de los acreedores, formado por siete entidades bancarias (seis españolas y una italiana) con las que la compañía tiene deudas multimillonarias. Esta propuesta ha sido presentada esta mañana a los accionistas.

Los principales propietarios de Pescanova ahora, según consta en los registros de la Comisión nacional del Mercado de Valores (CNMV) son el expresidente Manuel Fernández de Sousa (7,5%), Carolina masaveu (7,1%), la cervecera Damm (6,2%) y el fondo luxemburgués Luxempart (5,8%).

Además de incluir el punto por el que los actuales accionistas subirían su participación del 5% al 20%, también señala que Pescanova (es decir, los actuales accionistas mayoritarios) "debería conservar a largo plazo el derecho de adquisición preferente de cualquier participación que vendan a terceros los acreedores". Según la propuesta enviada "hace unas semanas" a los bancos, creen que con el derecho de compra preferente se pretende evitar "la entrada en su capital de grupos competidores extranjeros o, en el extremo, el desmembramiento del grupo".

El pulso entre los bancos y Damm

Los bancos decidieron imponer su propuesta durante la guerra por el control de la maltrecha empresa a principios de 2014. El grupo cervecero Damm, uno de sus principales accionistas, quería controlar la empresa. Las entidades amenazaron incluso con permitir que Pescanova cayera en liquidación (y en esa fase judicial, quizá comprar algunos activos), antes que aceptar el triunfo de la propuesta de Damm, que les exigía una quita de la deuda del 70%.

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La propuesta de acreedores de la banca ganó la partida en abril de 2014. Desde entonces, la empresa ha seguido adelante, sus acciones están congeladas en Bolsa —desde que se confirmó la gran estafa que su anterior presidente había llevado a cabo en el seno de la pesquera— y entre enero y noviembre de 2014, alcanzó una facturación de 901 millones de euros. Sin embargo, esta aparente normalidad tenía una fecha de caducidad: en el mes de septiembre está prevista la junta extraordinaria.

En esa junta extraordinaria es donde se debe producir el cambio definitivo: el cambio de Pescanova a Nueva Pescanova, tras el que el poder y el valor de las acciones de los actuales accionistas quedará reducido al mínimo. Y ahí es donde el actual consejo de administración espera que se vote su propuesta (que reserva a los actuales dueños el 20%), frente a la de la banca, que les deja el 5% y, para que puedan llegar al 20%, les obliga a acudir a una ampliación de capital, y por tanto a inyectar dinero nuevo.

Llamamiento a los accionistas

El Consejo ha realizado esta mañana un discurso ante los accionistas en el que ha defendido que la compañía ha logrado salir adelante pese a los enormes problemas a los que se ha enfrentado en los últimos años. "Transcurridos seis meses desde la anterior junta de accionistas, celebrada el 27 de noviembre de 2014, el grupo Pescanova ha continuado demostrando día a día su capacidad, gracias al empuje y calidad de su marca y a la fuerza y profesionalidad de su equipo humano, para afrontar y superar todo género de obstáculos, para reinventarse, en su lucha por su supervivencia y restabilización", ha comenzado su discurso el portavoz del Consejo, Fernando Herce.

Los casi 9.000 accionistas de Pescanova han sido tan víctimas del pasado oscuro de Pescanova"

No se ha olvidado tampoco de alabar el papel de los bancos acreedores, que señala que les ofrecieron una línea de crédito para evitar que la compañía tuviera que dejar de operar por la falta de liquidez. Valora que hayan "asumido una quita millonaria, una espera más que considerada y, además, haber facilitado oxígeno financiero al Grupo en los momentos más angustiosos e inciertos". Sin embargo, subraya que "los casi 9.000 accionistas de Pescanova, conviene no olvidarlo tampoco, han sido tan víctimas del pasado oscuro de Pescanova, como los acreedores concursales. Ni unos ni otros hubieran arriesgado sus patrimonios en Pescanova si hubieran podido intuir la realidad que se les ocultaba hasta el año 2013".

En ese punto es donde justifica la nueva propuesta, donde los propietarios de los actuales títulos conserven la propiedad del 20% de la nueva sociedad. "En reconocimiento de un tratamiento digno a los actuales accionistas de Pescanova y preservación de la estabilidad accionarial del grupo". Además, incluye el derecho de los actuales dueños a comprar con preferencia las participaciones que los bancos vendan en el futuro. "Con esta propuesta se garantiza un futuro estable del Grupo a largo plazo y se evita que una futura desinversión de los acreedores pueda traer como consecuencia la entrada en su capital de grupos competidores extranjeros o, en el extremo, el desmembramiento del grupo".

¿Cómo se hundió Pescanova?

  • Pescanova era una empresa que daba beneficios. Eso aseguraba la empresa en sus informes anuales y trimestrales de cuentas, que los consejeros firmaban y certificaban hasta 2011.
  • En 2013 la compañía no presentó sus cuentas del año anterior. En febrero, cuando debía hacerlo, reconoció al regulador bursátil que había "discrepancias" contables.
  • Las discrepancias contables significaban, en realidad, la existencia de una caja B. La doble contabilidad ocultaba que la compañía tenía un enorme agujero contable escondido.
  • La mayor parte de su cúpula, encabezada por el expresidente Manuel Fernández de Sousa, está imputada por maquillar las cuentas. Sousa, además, vendió a escondidas títulos justo antes de que estallara el escándalo por el fraude.
  • Tras entrar en concurso de acreedores y conocerse que en realidad la empresa maquilló sus cuentas para esconder 2.323 millones de pasivo, la compañía comenzó una carrera para evitar la liquidación sin paralizar su actividad.
  • La compañía evitó la liquidación, tras una guerra interna por el poder, cuando en abril de 2014 se firmó un convenio de acreedores. La banca acreedora será quien asuma el control de la compañía, ya que previsiblemente los actuales dueños verán sus participaciones reducidas hasta controlar entre todos el 5%.

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Sobre la firma

Cristina Delgado
Es subdirectora y se encarga de la edición digital de EL PAÍS. Antes fue redactora jefa de Economía, sección en la que se incorporó al periódico, en 2008. Licenciada en Periodismo y en Comunicación Audiovisual, ha realizado el máster UAM-ELPAIS y posgrados de información económica y gestión.

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