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El BCE dobla la exigencia de capital a la banca para aprobar los test de estrés

En el Eurosistema son conscientes de que son “estándares fuertes”, pero lo ven necesario

Íñigo de Barrón
El símbolo del euro ante la sede del Banco Central Europeo
El símbolo del euro ante la sede del Banco Central EuropeoEFE

El Banco Central Europeo (BCE) ha ofrecido nuevos detalles sobre cómo se desarrollan las próximas pruebas de estrés a las que se someterán 128 grandes bancos europeos, cuyos resultados se conocerán en la segunda mitad del mes de octubre. Entre ellos estarán casi todas las entidades españolas, ya que el 90% del sector tiene unos activos superiores a los 30.000 millones de euros.

El nivel mínimo para aprobar el examen de resistencia en el caso del escenario adverso será el 5,5% del capital de máxima calidad, denominado Common Equity Tier 1 Capital (CET1) y del 8% en el escenario más benigno. Según fuentes del Eurosistema —los supervisores europeos— el ratio mínimo en tiempos normales, el 4,5%, supone más que duplicar lo que se exigía antes de la crisis financiera a las entidades, ya que estaba situado en el 2%. En el Eurosistema creen que es una exigencia del mercado y de la situación creada tras la crisis.

El nivel mínimo para aprobar será el 4,5% del capital de máxima calidad, el doble que antes de la crisis

Las entidades que no alcancen los objetivos mínimos de capital tendrán dos semanas para enviar a la institución los planes con las medidas que adoptarán para hacer frente a sus necesidades de capital. Durante todo este proceso, si los supervisores detectan que alguna entidad no tiene ese 4,5% de capital, se aplicará el protocolo de “suceso catastrófico”, lo que supondrá “que se comunicará inmediatamente al mercado para que reponga el capital que le falta”.

La buena noticia para la banca española es que el BCE sí tendrá en cuenta las provisiones genéricas y específicas propias de la legislación española. La banca española temía que este dinero (que en algunos casos son cantidades importantes) no se tuviera en cuenta porque estas difieren de las habituales en Europa, denominadas “provisiones colectivas”.

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Tanto en este caso como en los que suspendan las pruebas, tendrán que reponer el déficit de capital en el mercado. Si no pueden conseguirlo, tendrán que recurrir a las ayudas públicas. Si lo hace en 2014, se les aplicará la actual legislación de ayudas de Estado, que es severa, pero si lo hacen a partir de 2015, será peor. La nueva normativa contempla en primer término la resolución, es decir, la liquidación de la entidad y solo de forma excepcional se les aplicarán “recapitalizaciones preventivas”.

En este sentido, explica que el déficit de capital se calculará a fecha de 31 de diciembre de 2013, por lo que no incluirá las medidas adoptadas este año. Sin embargo, la plantilla de los resultados sí hará referencia a estas medidas aplicadas por los bancos entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de este año, pero no servirá para evitar que aparezcan como suspendidos.

Las entidades nacionalizadas tendrán la ventaja de que se les tendrá en cuenta los activos ponderados por riesgo que tienen previsto disminuir, así como los futuros recortes de gastos generales. Se entiende, según el Eurosistema, que como van a cumplir con las obligaciones de Bruselas de reducción de activos y gastos, se lo tendrán en cuenta.

Los resultados definitivos se comunicarán a las entidades poco antes de su divulgación a los mercados para evitar una publicación "desordenada e inoportuna" de los mismos.

El análisis ofrecerá "más información que en ejercicios previos sobre la situación del balance, la calidad de los activos y el apalancamiento de las entidades de crédito de la zona del euro".

Las entidades que no alcancen los objetivos mínimos tendrán dos semanas para explicar las medidas que adoptarán

El vicepresidente del BCE, Vítor Constâncio, afirmó que las entidades saben lo que espera la institución y tienen tiempo para prepararse para los resultados de la evaluación global. "Se han realizado ya muchos esfuerzos para corregir los balances de las entidades y es alentador constatar que este trabajo continúa", aseguró.

Para evaluar los datos de las entidades y los resultados de sus modelos internos, los equipos dirigidos por el BCE los confrontarán con sus propios cálculos "con el fin de garantizar la credibilidad de la evaluación global" y se aplicará al análisis de la calidad de los activos y a la prueba de resistencia.

Antes de la publicación de los resultados definitivos, el BCE y las autoridades nacionales competentes tratarán los resultados parciales y preliminares con las distintas entidades de crédito en el marco de lo que se conoce como diálogo de supervisión, comprobación de datos y hechos, y discusión de cuestiones metodológicas.

En noviembre, las entidades de crédito remitirán al Mecanismo Único de Supervisión planes de capital, que serán evaluados por los equipos conjuntos de supervisión, formados por supervisores del BCE y de los organismos nacionales, y su aplicación será objeto de un estrecho seguimiento.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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