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Las diferencias entre Rusia y EE UU frustran un alto el fuego en Siria

Kerry y Lavrov se reúnen durante 10 horas en Ginebra sin alcanzar un acuerdo de cooperación militar

Juan Carlos Sanz

La mirada perdida del niño de cinco años Omran Daqneesh entre las ruinas de Alepo no parece haberles impresionado. Tampoco las súplicas del casi septuagenario mediador de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, que soñaba con convocar la reanudación de las conversaciones de paz a finales de agosto. Después de mantener una reunión durante más de diez horas en Ginebra, los jefes de las diplomacias de Estados Unidos, John Kerry, y de Rusia, Serguéi Lavrov, admitieron la medianoche de viernes que no habían conseguido aún cerrar un acuerdo de cooperación militar y de cese de hostilidades entre las milicias de la oposición y las fuerzas del régimen, a las que respectivamente respaldan.

Kerry (izquierda) y Lavrov sonríen durante su comparecencia en Ginebra.
Kerry (izquierda) y Lavrov sonríen durante su comparecencia en Ginebra.Martial Trezzini (AP)

Los equipos técnicos civiles y militares seguirán negociando en Ginebra sobre los últimos escollos, reconocieron ambos responsables diplomáticos en una comparecencia conjunta ante la prensa. “No vamos a anunciar un acuerdo que esté destinado al fracaso”, advirtió Kerry, citado por Reuters, para curarse en salud. El alto el fuego pactado en febrero saltó en pedazos por el recrudecimiento de los combates en Alepo, antes de arruinar el diálogo que mantenían, también en la ciudad suiza, las delegaciones del Gobierno del presidente Bachar el Asad y de una plataforma rebelde.

Kerry y Lavrov reconocieron que habían avanzado en la cooperación militar, con el establecimiento de canales de comunicación entre el centro de mando ruso en Siria y el estadounidense, situado en Jordania. El gran escollo para un acuerdo estriba de nuevo en designar a los grupos “terroristas” a los que se puede seguir atacando durante una tregua con el visto bueno de la ONU. No caben dudas sobre el Estado Islámico (ISIS, en sus siglas en inglés), a cuyos yihadistas dicen combatir todas las partes en liza.

La presencia determinante de las milicias del Frente de la Conquista, que hasta hace poco se denominaba Frente al Nusra y se declaraba vasallo de Al Qaeda, en la batalla de Alepo ha venido a complicar la negociación para definir —“de una vez por todas”, en palabras de Lavrov— qué fuerzas rebeldes quedan excluidos del alto el fuego. “Al Nursa seguirá siendo Al Qaeda y ningún cambio de nombre ocultará sus objetivos”, alertó el secretario de Estado de EE UU, quien exigió también la suspensión de los bombardeos aéreos del régimen sobre zonas urbanas para desbloquear la negociación.

Pero el encuentro de Ginebra ha finalizado —a pesar de las expectativas del mediador de Naciones Unidas, que participó brevemente en la reunión– sin concretar siquiera un cese de hostilidades de 48 horas para permitir la entrega de ayuda humanitaria a los cientos de miles de civiles asediados por los combates.  De Mistura urgió este sábado a todos los contendientes a declarar antes de que acabe el domingo, si aceptan la llamada "pausa humanitaria" en los combates. La ONU ha advertido de que en todo el mes de agosto solo ha podido enviar un convoy con ayuda a los civiles. Sin una neta reducción de la violencia, vino a admitir Kerry, no habrá una “solución política” para la guerra.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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