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Maduro prorroga el cierre nocturno de la frontera con Colombia

El mandatario dice que las tropas desplegadas se han incautado de 2.500 toneladas de alimentos que pasaban de contrabando

Clientes en un súpermercado de Caracas, este martes.
Clientes en un súpermercado de Caracas, este martes.C. G. R. (REUTERS)

Cada vez más atrincherado en una lógica de guerra, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, prorrogó por tres meses la medida de cierre nocturno de la frontera con Colombia.

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Las restricciones generales de paso por la frontera entre los dos países entre las diez de la noche y las cinco de la mañana —desde las seis de la tarde para el transporte de carga— fueron impuestas de manera unilateral por las autoridades de Caracas el pasado 10 de agosto. Entonces el Gobierno chavista justificó el bloqueo como un mecanismo de control del llamado “contrabando de extracción”. Según denuncia Venezuela, hasta un 40% de las mercancías que circulan por el país, con frecuencia subsidiadas por el Estado o con precios regulados, se filtran hacia el país vecino.

Al ratificar la medida, durante un discurso televisado desde el Palacio Presidencial de Miraflores este martes en la noche, Maduro felicitó a las Fuerzas Armadas por su eficacia. A raíz del anuncio del cierre, 17.000 efectivos militares se ubicaron en la línea fronteriza. Maduro citó estadísticas oficiales que cifran en 2.500 toneladas de alimentos las incautaciones de mercancía de contrabando logradas por las tropas desde que se desplegaron. “Estamos batallando duro, estamos en un primer frente de la frontera y ha dado resultados positivos que debemos consolidar y ampliar. Los números de incautación de productos son significativos y las operaciones continúan”.

A pesar de estos éxitos iniciales, el presidente venezolano vaticinó que “la batalla arreciará”. La narrativa de la Revolución Bolivariana atribuye la escasez crónica de bienes de consumo primario en los mercados nacionales y la tasa inflacionaria, la más alta del mundo, que ronda el 60% de incremento anual de los precios, a una “guerra económica” animada por el imperialismo y llevada a la práctica por sus cómplices de la burguesía local. Siempre según ese relato, el denominado “contrabando de extracción” sería apenas un frente de ese conflicto.

Venezuela tiene la tasa inflacionaria más alta del mundo
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Para enfrentar al adversario y al contrabando, Maduro adelantó también que se propone reformar, mediante los poderes legislativos que le han sido asignados por la denominada Ley Habilitante, una reforma de la Ley de Precios Justos, vigente desde diciembre de 2013. La modificación permitirá al Gobierno confiscar bienes y fondos a empresarios incursos en contrabando. “Vamos a ir por las cabezas y por todo lo que ustedes tienen, mafiosos”, amenazó el mandatario ante las cámaras.

El presidente decretó también en forma simultánea la intervención del mercado nacional de distribución y comercialización de combustibles, bajo control monopólico de la compañía estatal PDVSA, “por unas cuestiones que hemos encontrado, y que iremos informando”, dijo. “Tenemos indicios de la vinculación de grupos mafiosos con algunas instancias del Estado”.

La gasolina es uno de los productos más cotizados en las rutas del contrabando. PDVSA estuvo durante una década bajo el mando del poderoso exvicepresidente del Área Económica y ex ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, recientemente apartado de esos cargos y nombrado Canciller.

Apenas horas antes, en el mismo palacio presidencial de Caracas pero durante el acto, más formal, de traspaso de la Secretaría General de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), del venezolano Alí Rodríguez Araque —quien pasa a ser embajador en La Habana— al expresidente colombiano Ernesto Samper, el sucesor de Hugo Chávez a la cabeza del proceso revolucionario había advertido sobre una campaña financiera internacional que se estaría preparando contra su Gobierno.

La gasolina es uno de los productos más cotizados en las rutas del contrabando

Maduro acusó a la “extrema derecha local” de estar detrás de esos preparativos. Poco después, mencionó al académico Ricardo Hausmann como parte de la conspiración “para hacerle daño a Venezuela”. Hausmann, un economista que sirvió como ministro de la administración del socialdemócrata Carlos Andrés Pérez entre 1989 y 1992, y que ahora se desempeña como docente e investigador en la Universidad de Harvard (Massachusetts, Estados Unidos), escribió la semana pasada, para una agencia de firmas sindicadas, un artículo que criticaba el propósito de Caracas de pagar a toda costa sus obligaciones externas de deuda financiera externa mientras, impertérrita, mantiene al mismo tiempo un default selectivo ante proveedores internacionales e importadores de bienes de primera necesidad y de insumos industriales.

Maduro ordenó a la Procuraduría y la Fiscalía General abrir una investigación contra Hausmann y emprender acciones legales para castigarlo. “Tenemos las pruebas en sus declaraciones y artículos […] Usted es asesor principal de todos estos grupos que le quieren hacer daño económico a Venezuela”, sentenció.

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