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Las empresas de EE UU no apoyan el pacto sobre seguridad para Bangladesh

Wal-Mart, Gap y Target se desmarcan ante el temor a posibles demandas judiciales por parte de los sindicatos de trabajadores

Yolanda Monge
Una grúa limpia los escombros de la fábrica textil derrumbada en la localidad de Dacca.
Una grúa limpia los escombros de la fábrica textil derrumbada en la localidad de Dacca. EFE

Prácticamente todas las grandes empresas textiles de Estados Unidos han rechazado sumarse al conocido como pacto de Bangladesh –cuya fecha tope para ratificarlo era el miércoles a medianoche- para dignificar las condiciones de trabajo en los talleres textiles de ese país que emplean a cerca de cuatro millones de personas alegando temor a posibles demandas judiciales por parte de los sindicatos de trabajadores.

Tanto Gap, como Target, J.C.Penney y Wal-Mart (entre las más destacadas) declararon que no firmarían el acuerdo vinculante a menos de que hubiera cambios en el texto del pacto sobre el modo en que los conflictos se resolverían en los tribunales. Estas compañías norteamericanas no quieren crear lazos que les fuercen a contratos jurídicos vinculantes.

Wal-Mart, la mayor cadena minorista del mundo, ha sido quien se ha encontrado más bajo el foco de la presión para que se sumase al acuerdo centrado en medidas preventivas para que “ningún trabajador tema incendios, derrumbes de edificios u otros accidentes que puedan ser prevenidos con medidas de seguridad y de salubridad razonables” –según cita el texto del pacto-. La que era la empresa más grande del mundo hasta que el año pasado le arrebató el puesto la todopoderosa ExxonMobil ha asegurado que no tiene necesidad de suscribir ningún acuerdo porque sus propios planes de inspección de seguridad obtendrán resultados más rápidos.

La semana pasada, según informó la propia minorista, Wal-Mart intensificó las inspecciones a sus fábricas en Bangladesh después de que la tragedia sucedida cerca de Dacca el pasado 24 de abril dejase más de 1.100 muertos y cerca de 2.500 heridos tras colapsar un edificio de ocho plantas que albergaba talleres de fabricación de ropa barata.

Según datos del Banco Mundial, en un informe de 2010, Bangladesh ocupó el último puesto en la clasificación de salarios mínismos para los trabajadores de fábricas. Ese salario se sitúa en 38 dólares mensuales en el caso de ese país

La catástrofe de Bangladesh centró la atención sobre las normas de seguridad en las fábricas de ese país que confeccionan ropa para las grandes marcas y minoristas a nivel mundial. Según datos del Banco Mundial, en un informe de 2010, Bangladesh ocupó el último puesto en la clasificación de salarios mínismos para los trabajadores de fábricas. Ese salario se sitúa en 38 dólares mensuales en el caso de Bangladesh.

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El pacto ahora alcanzado y suscrito por nombres como H&M, C&A, Primark, Inditex, El Corte Ingles… llevaba años siendo batallado por sindicatos y ONG y la reunión de Alemania en la que se ha firmado ya estaba prevista antes del derrumbe que ha sacudido las conciencias de occidente. Hasta que el desastre del Rana Plaza llegó a los titulares mundiales, solo dos firmas estaban preparadas para firmar el acuerdo: PVH –detrás está Calvin Klein- y Tchibo –un minorista alemán-. Ambas se han sumado al pacto ahora reformado con nuevos términos en el contrato.

La sueca H&M vivió una fuerte campaña de presión para sumarse al convenio después de que un grupo de defensa de derechos humanos –Avaaz- lanzara una petición online para que así lo hiciera bajo el lema “Aplastados por hacer nuestra ropa”. La iniciativa ha recogido cerca de un millón de firmas.

El acuerdo que estaba en la mesa y que no lo han suscrito la compañías norteamericas supondrá un desembolso para los minoristas de cerca de 3.000 millones de dólares en los próximos cinco años, según un informe de Workers Rights Consortium. En opinión de esa organización, ese es un precio pequeño a pagar considerando que lo que se producirá en Bangladesh en ese mismo periodo de tiempo superará los cientos de miles de millones de dólares.

Wal-Mart ya ha comenzado a revisar el estado de las 279 fábricas en Bangladesh que abastecen sus tiendas, lo que le llevará un total de seis meses. En las primeras pesquisas, dos recintos no han superado las revisiones de seguridad y la compañía pidió al Gobierno de Bangladesh que suspendiera la producción. Se estima que en el país asiático existen más de 6.500 empresas de fabricación textil en más de 200.000 instalaciones industriales.

Los más críticos temen que el pacto sea complicado de poner en marcha debido a la complicidad que la Administración bangladesí tiene con los dueños de los talleres textiles al mirar hacia otro lado al no exigir medidas de seguridad que eviten la muerte de sus propios ciudadanos. En noviembre, un incendio arrasaba una fábrica en Tazreen, dejando 100 muertos. La muerte de un trabajador de un sindicato textil el año pasado en Bangladesh sigue sin resolver entre la polémica de que el Gobierno fue cómplice de la muerte.

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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