_
_
_
_
_
Porque lo digo yo
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

‘Cuore’

Cada vez son más los niños que leen cosas de no-niños: revistas del corazón, prensa deportiva...

raúl cancio
Borja Hermoso

Ya es hasta una repelente forma de saludar, qué tal, cuore. La usan mucho esas personas que te sonríen por delante mientras te apuñalan por detrás. También es el nombre de una revista, no se crean. Salen famosos (famoso= “alguien visiblemente desdichado”, según la definición que da del término el indispensable Diccionario del Diablo de Ambrose Bierce). La leen miles de esas personas que te miran raro porque lees cosas raras —poemas, novelas, filosofías, qué coño, te lo tienes merecido, por marciano…— mientras tú tienes que aguantar que la patulea maloliente te sorprenda a la vuelta de la esquina. De cualquier esquina. Igual da el sofá de casa que el bar que la pelu que la sala de espera de la ITV que la consulta del logopeda de la niña. Esto último es real. Bueno, pues no me crean. Siete de la tarde. La niña, a la que hasta entonces le hacían chiribitas los ojos con las revistas de viajes y de animales salvajes, ha venido a posar sus ojos azules sobre la mugre marrón. Ya nada será igual, pienso. Y no lo es. La logopeda —un amor— le regaló la revista, “lo importante es que la niña lea”. Lleva una semana. Una semana leyendo el Cuore. Pies de foto incluidos. En el rincón quedó Primer curso en Torres de Malory. Hemos cambiado a Enid Blyton por Bustamante. A su hermano (al de la niña, no al de Bustamante) seguimos tapándole los ojos cuando, al pasar delante del quiosco, rozamos el Marca y el As, que serían el equivalente. Lagarto, lagarto. Niños leyendo cosas de mayores. Niños leyendo cosas antes de tiempo. Niños equivocándose por culpa de padres batracios. ¿Saben? Tápenles los ojos, distráiganlos con otra cosa, ellos un día lo agradecerán. Le llamarán a usted carca o, peor, censor. Tranquilo. Mejor la censura preventiva o el disimulo astuto que la gilipollez permanente. Ciao, cuore.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Borja Hermoso
Es redactor jefe de EL PAÍS desde 2007 y dirigió el área de Cultura entre 2007 y 2016. En 2018 se incorporó a El País Semanal, donde compagina reportajes y entrevistas con labores de edición. Anteriormente trabajó en Radiocadena Española, Diario-16 y El Mundo. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_