_
_
_
_
_

El peligro de la apnea

En el año 2015 se produjeron cinco accidentes mortales relacionados con la apnea. En este, ya ha habido tres fallecidos

La práctica de la apnea tiene un auge espectacular en España. Tenemos apneistas de un altísimo nivel, entre los que destaca Miguel Lozano, que en el 2015 se proclamó subcampeón del mundo en dos modalidades y tiene el actual récord de España en la modalidad de “inmersión libre” con un descenso a ciento diecisiete metros.

La apnea de competición, la pesca submarina, federada o no y la caza fotográfica submarina son las actividades deportivas que se realizan en apnea, a las que se les ha de añadir la observación de los paisajes submarinos sin ningún afán competitivo.

La técnica de la inmersión en apnea es, aparentemente, simple. Se hacen unas bocanadas de aire antes de iniciar el descenso, se está varios minutos de inmersión, sin respirar, entre quince y veinte metros de profundidad o más, y vuelta a la superficie. Esto se repite muchas veces durante varias horas.

El riesgo principal de esta actividad consiste en que se produzca un síncope durante el ascenso. Éste es un proceso fisiológico complejo en el que intervienen los cambios de presión y los gases que están en la sangre y en los tejidos corporales; en resumen, podemos decir que es debido a un déficit de oxígeno en el cerebro.

Un síncope es un desmayo, que en el exterior generalmente no tiene consecuencias, a no ser que sea el síntoma de alguna enfermedad previa. Dentro del agua, un desmayo a siete metros de profundidad, puede tener como consecuencia que el afectado se ahogue si no tiene a un compañero que lo lleve al exterior y le ayude a respirar y a recobrar la consciencia.

Dentro del agua, un desmayo a siete metros de profundidad puede tener como consecuencia que el afectado se ahogue si no tiene a un compañero que lo lleve al exterior

Desde el Grupo de Investigación de Anatomía Clínica, Embriología y Neurociencia (NEOMA) de la Universidat de Girona y en colaboración con el Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil (Estartit, Girona) se ha creado el Observatorio de Mortalidad de Accidentes de Buceo (OMAB). Este equipo está coordinado por D. Fernando Aguirre (GEAS) y J.M. Casadesus y F. Reina.

Según datos del OMAB en el año 2015 se produjeron 5 accidentes mortales relacionados con la apnea y en lo que llevamos de año ya son 3 los fallecidos.

Entre los motivos que pueden provocar esta situación está la falta de una formación adecuada, un exceso de confianza o que no se tengan en cuenta las variaciones en los límites personales que tiene cada apneista y que pueden variar, incluso de un día a otro, dependiendo del cansancio, del frío, del estrés, o de convalecencia de enfermedades, por ejemplo. No obstante, el problema principal es hacer apnea en solitario.

Existen organizaciones como A.I.D.A., SSI, Apnea Academy o la CMAS-FEDAS que han diseñado y estructurado la enseñanza de esta modalidad deportiva. Durante todo el año se realizan cursos de distintos niveles para el aprendizaje de las técnicas de apnea. Para practicar este deporte con total seguridad es necesario tener una formación adecuada, ser prudentes y, sobre todo, nunca hacer actividades de apnea en solitario.

Manel González Benaiges es biólogo, camarógrafo, director y realizador de documentales de naturaleza, aventura y buceo. Es autor del blog 'Buscando el azul'

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_