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¿Cuántas posibilidades tiene de que le contraten en Google?

El jefe de recursos humanos de la casa calcula que el gigante acepta dos de cada mil currículos. Ponemos la cifra en perspectiva

Dos internautas con sus portátiles, silueteados ante el logo de Google
Dos internautas con sus portátiles, silueteados ante el logo de GoogleREUTERS / Cordon Press

¿Quiere trabajar para Google? Las probabilidades der ser contratado por el omnipresente y omnipotente gigante informático no son muy halagüeñas, a raíz de lo que soltó durante una conferencia para la red social Linkedin su jefe de recursos humanos, Laszlo Block, recogida por el portal Quartz: si manda un currículo a Google porque considera que encaja en el perfil, las probabilidades de que le contraten son un 0,2%, o, lo que es lo mismo, dos de cada mil.

En España, Tuenti recibe unos 7.000 currículos anuales y contrata una media de 25 personas. Es decir, tenemos un 0,4% de probabilidades de acabar trabajando allí

El cálculo es fácil: la empresa recibe unos tres millones de solicitudes cada año, y ‘solo’ contrata a 7.000. “Es bastante inexacto”, protesta Fernando Blasco, matemático y profesor de la Universidad Politécnica de Madrid. “Dividir el número de contratados por el de solicitudes es simplificar demasiado. Para empezar es una probabilidad acumulativa, habría que tener en cuenta el histórico de años anteriores, y no creo que ya contratasen a 7.000 desde el primer año”, nos ilustra el científico.

Según declaró Block en la conferencia, los candidatos contratados deben tener “ese toque Google”. ¿A qué se refiere exactamente? Para poder hacernos una idea preguntamos a la empresa española más parecida a una puntocom de éxito de Silicon Valley: Tuenti. En este caso, las perspectivas son aún menos esperanzadoras. “Cada año recibimos 7.000 solicitudes”, cuenta Cristóbal Fernández, responsable de comunicación. Si dividimos el número de empleados, 200, entre los años que lleva la empresa en activo, ocho, nos sale una media de 25 contratados anualmente. Partimos esta cifra por las solicitudes de cada ejercicio, y resulta que tenemos un 0,4% de probabilidades de acabar trabajando para la red social. Solo un poco más que en Google.

Dividir el número de contratados por el de solicitudes es simplificar demasiado. Para empezar es una probabilidad acumulativa, habría que tener en cuenta el histórico de años anteriores, y no creo que ya contratasen a 7.000 desde el primer año Fernando Blasco, matemático y profesor de la Universidad Politécnica de Madrid

“Por supuesto, es un cálculo del todo inexacto”, insiste el matemático, y vuelve a incidir en que el hecho de que estas empresas busquen ese toque, un perfil tan concreto, ya discrimina de entrada a una gran parte de esas miles de solicitudes anuales, con lo cual la probabilidad sube considerablemente. Un toque que se intuye nada más entrar en las oficinas de Tuenti, cuando uno se siente como transportado a los aposentos del mismísimo Mark Zuckerberg: no faltan el consabido futbolín, un montón de pufs de colores esparcidos por el suelo o una sala con una Playstation y un par Fender electrónicas para jugar al Guitar hero.

Junto a las decenas de pantallas de los puestos de trabajo abundan las espadas de plástico, figuritas de personajes variados y alguna recreación bastante fiel del casco de Darth Vader. “Cualquiera puede levantarse cuando quiera y echar una partida. Aquí solo contratamos a gente que sepa gestionar su tiempo magistralmente, así que tenemos plena confianza”, cuenta Fernández, y sigue: “Tienen libertad para cogerse una tarde libre si lo necesitan o quedarse una noche a trabajar. No los controlamos, porque trabajan por objetivos”. El mismo día que nos atiende celebraban en las oficinas de Tuenti un concurso interno en el que los ingenieros desarrollaban proyectos que al día siguiente se premiarían en una jornada Halloween en la que todos debían ir disfrazados.

Poco que ver con esas oficinas al uso con neones titilantes en el techo y ordenadores de color cetrino. No conocemos el proceso de selección de Tuenti, pero todo hace pensar que también hereda eso de empresas de Silicon Valley como Google en la que, según dijo Block en la conferencia, utilizan juguetes en algunas fases de las entrevistas. “Eso no es tan novedoso”, rebate S.M., consultor de recursos humanos que prefiere que su nombre no sea reproducido. “Yo mismo ayer, antes de empezar un proceso de selección para un call center pasé por un todo a cien y llené un cubo entero de juguetes; por medio de algunos juegos puedes ver cosas en el candidato que de otra manera nunca verías”, aclara.

Este consultor de recursos humanos no tiene ni idea de cuál sería la probabilidad de entrar en ese centro de llamadas, pero tampoco le parece que se pueda llegar a un dato fiable. “Que Google dijera lo del 0,2% me suena más a táctica de marketing para elevar aún más su imagen. Que a priori parezca tan difícil entrar genera un halo como de elitismo, de excelencia, de ‘solo pueden entrar los elegidos’”, parodia S.M.

Por su parte, Blasco opina que es normal que la cifra dada por Block asuste de entrada, porque “las personas tenemos una relación con los números como de lejos. ¿Sabías que si metes a 23 personas en una habitación la probabilidad de que dos hayan nacido el mismo día es del 50%?”. Posiblemente no sea tan lucrativo como que le contraten en Google, pero también es un dato sorprendente.

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