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El acuerdo social recibe el visto bueno del PSOE y CiU y el recelo del PP

Los socialistas valoran que el documento les reconciliará con su electorado y los nacionalistas catalanes proponen introducir medidas a favor de los discapacitados

El acuerdo entre el Gobierno y los agentes sociales para reformar las pensiones ha recibido este martes el visto bueno del PSOE y CiU y las críticas del PP, que ha vuelto a marcar las distancias con el Ejecutivo. Son las conclusiones de las reacciones de la ronda de contactos que ha mantenido el Gobierno con los grupos parlamentarios para informarles del contenido del documento. El objetivo: subsanar el patinazo de la semana pasada, cuando un fallo de protocolo llevó a todos los partidos a boicotear la firma del acuerdo.

Diputados socialistas han destacado que el acuerdo debe servir para avanzar de manera "más consistente" en las reformas y para que el PSOE vuelva a acercarse a su base social. En una reunión en el Congreso, Zapatero ha dedicado elogios a los sindicatos, pero también a los empresarios. El presidente del Gobierno, que ha participado en la reunión, ha destacado la predisposición de los sindicatos y la patronal para alcanzar el acuerdo.

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El portavoz parlamentario de CiU, Josep Antoni Duran, ha asegurado que su grupo está de acuerdo con la estructura del acuerdo porque recoge las recomendaciones del Pacto de Toledo que, gracias a la aportación de la federación catalana, "no impone la jubilación a los 67 años". Duran ha asegurado que su formación presentará enmiendas para "mejorar" el texto en favor de los discapacitados, a los que considera que el acuerdo obvia. En materia del plan de choque para el empleo y la reforma de las política activas, Duran ha asegurado que ha arrancado al Gobierno la disposición a abrir estas últimas a la negociación con los grupos parlamentarios, para garantizar que se respeten las competencias autonómicas, como pretende CiU.

La portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáez de Santamaría, ha acusado al Gobierno de "no aportar nada nuevo" y de "imprevisión". Santamaría ha dicho que su grupo está a la espera de que los distintos proyectos de ley que desarrollan la reforma de las pensiones vayan llegando al Congreso para posicionarse. Mientras tanto, "nada nuevo bajo el sol", ha dicho. En opinión de la portavoz popular, el Ejecutivo "tenìa que haber hecho las cosas de otra manera", porque "el diálogo social es importante, pero también es necesario el consenso parlamentario". Además, ha lamentado que el resto de fuerzas políticas se hayan enterado del contendio del acuerdo "por la prensa y al bajarlo de Internet". Por último, ha denunciado la nula voluntad del Gobierno en la búsqueda del acuerdo con la oposición en este asunto. "Es importante, porque de ello depende el Pacto de Toledo y sus recomendaciones", ha advertido.

Tramitación parlamentaria

Para pasar a esta fase los socialistas esperarán a que el Consejo de Ministros remita a las Cortes el proyecto de ley que incluye el acuerdo social. Eso no ocurrirá antes de dos semanas, porque antes deberán emitir informes no vinculantes el Consejo de Estado y el Consejo Económico y Social.

En ese momento comenzarán a llevar la negociación el portavoz del Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados, José Antonio Alonso, y el ex ministro de Trabajo Jesús Caldera. No será en bloque, sino que desarrollará separadamente con cada uno de los grupos; y tampoco se buscará que firmen el acuerdo en su conjunto, sino que apoyen aquellos apartados que requieran una norma de respaldo que deba aprobarse en el Parlamento.

Para eso, el pacto se dividirá por apartados: pensiones, energía, industria, políticas activas de empleo, funcionarios e innovación. El principal es el apartado de pensiones y el Grupo Socialista considera que servirá de base el trabajo previo de las conclusiones del Pacto de Toledo, en el que ya logró el respaldo de CiU, PNV y Coalición Canaria.

El PP marca distancias

El PP está intentando dejar muy claro que si se suma al final del proceso será "por responsabilidad", ya que el Gobierno ha negociado con empresarios y sindicatos y no ha contado con ellos. "Nos hemos enterado del texto por una página web [elpais.com], me lo acabo de bajar", aseguró en su momento Soraya Sáenz de Santamaría. Sobre todo, los populares quieren evitar a toda costa que el Gobierno transforme el pacto en un gran éxito político que le pueda hacer remontar en las encuestas. El PP apurará la crítica política y presentará enmiendas en la tramitación parlamentaria. Incluso volverá a exigir al Ejecutivo que se replantee la congelación de pensiones marcada para 2011.

De izquierda a derecha, Rosell, Toxo, Zapatero, Gómez, Méndez y Terciado durante la firma del pacto en La Moncloa.
De izquierda a derecha, Rosell, Toxo, Zapatero, Gómez, Méndez y Terciado durante la firma del pacto en La Moncloa.GORKA LEJARCEGI

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