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Dijsselbloem: “El modo en el que me expresé era ofensivo y lo lamento mucho”

El jefe del Eurogrupo comparece por primera vez en el Parlamento Europeo tras su comparación con los rescates y gastarse dinero en mujeres y alcohol

Lucía Abellán
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El jefe del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha comparecido por primera vez ante el Parlamento Europeo tras sus controvertidas palabras comparando los rescates financieros en el sur de Europa con ayudar a quienes gastan dinero "en alcohol y mujeres". Aunque la sesión estaba convocada para hablar del rescate griego, Dijsselbloem ha arrancado su discurso ofreciendo lo más parecido a una disculpa que ha articulado desde que lanzó ese polémico mensaje en una entrevista a la prensa alemana. La mayoría de los eurodiputados han aprovechado para reprocharle sus palabras. Algunos —muchos menos que hace unas semanas— le han instado a dimitir.

"Mis palabras se vincularon a la situación de crisis en los países del sur de Europa. Es muy desafortunado, ya que no es lo que dije y, desde luego, no lo que intentaba decir. El modo en que me expresé ha ofendido y lo lamento mucho. Nunca fue mi intención insultar", ha señalado, dando algunos rodeos, el presidente del Eurogrupo. Es una fórmula similar a la empleada en las últimas semanas, aunque en esta ocasión ha asegurado aceptar las críticas de los eurodiputados y ha admitido "una elección desafortunada de palabras".

El ministro de Finanzas holandés había eludido previamente acudir a la Eurocámara por "obligaciones políticas internas". Su partido, el socialdemócrata, se ha desplomado en las elecciones holandesas de marzo tras cuatro años de coalición gubernamental con el liberal Mark Rutte como primer ministro. El malestar por sus palabras coincidió con esa debacle de su formación y renunció a ofrecer la disculpa que le pedían los Gobiernos del sur de Europa y el Parlamento Europeo por sus palabras despectivas.

Los diputados de la Eurocámara han censurado esos comentarios, pero los socialdemócratas han renunciado a insistir en la dimisión que le exigieron en un principio. "Agradecemos las declaraciones iniciales, pero muchos en esta cámara nos sentimos profundamente decepcionados porque sus palabras inciden en la brecha entre acreedores y deudores", ha resumido el socialista español Jonás Fernández. Más incisivo ha sido el portugués Pedro Silva, que le ha espetado: "Sus palabras llegan tarde y no tienen la credibilidad para que se prolongue su mandato".

Esa alusión a la expiración del mandato, en lugar de a la dimisión, es la clave que ha suavizado las posturas socialistas. Dijsselbloem preside el Eurogrupo como ministro en funciones. Es poco probable que Holanda logre formar gobierno antes septiembre. Y en cualquier caso su mandato al frente de este órgano europeo vence en enero de 2018. Los socialistas lo dejarán pasar y los populares no cargarán las tintas porque de todos modos tendrán difícil hacerse con la presidencia del Eurogrupo, a la que optaba el ministro español, Luis de Guindos. Las tres jefaturas de las grandes instituciones europeas están ahora en manos del Partido Popular Europeo y resulta muy improbable que asuma otra más. 

Relajar las metas griegas

Aunque continúe unos meses, Dijsselbloem alude ya a su gestión en pasado e insiste en el binomio entre solidaridad y responsabilidad entre países europeos como marca de su presidencia. "Es el legado que me gustaría dejar", ha destacado. Sobre Grecia, ha prometido un acuerdo sobre la revisión del rescate para mayo, después de que las instituciones implicadas —Comisión Europea, Banco Central Europeo y Mecanismo Europeo de Estabilidad— esbozaran este mes un entendimiento sobre las reformas que debe aplicar Grecia para recibir el próximo desembolso del préstamo europeo.

Dijsselbloem mostró una cara más amable que la que defiende Alemania al abogar por reducir a menos de diez años el periodo en el que Grecia deberá mantener un superávit primario (el saldo entre ingresos y gastos sin tener en cuenta el pago de la deuda) del 3,5% del PIB. De ese modo espera allanar el camino para que el Fondo Monetario Internacional (FMI) participe en el programa. "Todo esto permitirá a todas las instituciones llegar a la conclusión de que los números contribuyen y a que el FMI participe", confió.

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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