Carnavaleros de profesión
Acabada la fiesta grande de Cádiz, las chirigotas inician las actuaciones con que intentan lograr ingresos para el resto del año
No exageran cuando reconocen que cada año, por febrero, se juegan su oficio. La reacción del público congregado en el Teatro Falla de Cádiz dice si vivirán ese año (o no) del rédito de su agrupación. Con los premios del Concurso Oficial de Agrupaciones del Carnaval ya repartidos y la fiesta terminada; chirigotas, comparsas, coros y cuartetos comienzan un año intenso de actuaciones por toda España. Para los grupos más exitosos, supone la posibilidad de profesionalizar su arte para vivir de él durante los meses que restan hasta el próximo Carnaval.
Chirigotas y comparsas son las que más actuaciones suelen realizar a lo largo del año, pero la rentabilidad depende de más factores. Principalmente, de si están entre alguna de las agrupaciones que llegan a la final. También puede depender de que el grupo, con independencia de su clasificación, haya conseguido dar un pelotazo y se haya granjeado el favor del público. “Se puede vivir del Carnaval, pero no puedes hacer planes a largo plazo. Esto es un examen anual”, reconoce José Luis García Cossio, Selu, autor y director de la chirigota Mi Suegra Como Ya Dije. Y en la prueba de este año, las suegras del Selu, que tiene 28 años de trayectoria consiguieron alzarse con el cuarto premio.
Hacia el modelo de una compañía profesional
Ana López Segovia es actriz y autora de la agrupación callejera (no participa en el concurso) La chirigota de las niñas. Hace ya años que dio el salto empresarial con su compañía Chirigóticas. Lo hizo con una fórmula más cercana al teatro, aunque impregnada de Carnaval.
Tras años con la compañía, este año, serán tres componentes de la agrupación las que harán una gira teatral. Su modelo, al ser menos componentes, les permite actuar, “no sin dificultades”, ante pequeños auditorios.
Tiene claro que “más pronto que tarde” llegará la profesionalización de la fiesta gaditana. “Va a ser cuestión de tiempo que sea un fenómeno muy parecido a Brasil o Cuba. Se nota que está pasando algo, el interés está ahí y puede ser un pelotazo”, reconoce entusiasmada.
“Da para comer un año bueno, pero solo para eso, no para el cigarro posterior al almuerzo”, ironiza Juan Carlos Aragón, reputado autor de comparsas y este año tercer premio con Los peregrinos. La mayor parte de autores e intérpretes compaginan sus actuaciones en el Carnaval con otras ocupaciones. “Algunos autores más y yo podemos vivir de esto, pero difícilmente los intérpretes”, explica Aragón. Él decidió congelar su posición en la bolsa como profesor de instituto interino para volcarse en la fiesta y otras actividades artísticas. Aragón actúa y ha escrito libros y ensayos. Otros autores, como Antonio Martínez Ares, compaginan su comparsa con su actividad como compositor. El humor del Selu le ha llevado a ser guionista para Los Morancos o en Canal Sur.
Chirigotas en Barcelona
Su chirigota, junto a otras tres agrupaciones, ya ha colgado el cartel de completo para el 19 de marzo en el Liceo de Barcelona. La comparsa de Aragón puede llegar a hacer “de 60 a 100 actuaciones al año”. Como explica Manuel Ruiz, responsable de la contabilidad de la comparsa Los equilibristas, “el precio, de media, por contratar la actuación (prefiere no dar cifras concretas de su comparsa) va desde los 800 euros por actuar en Cádiz hasta los 4.000 euros por actuar en puntos más alejados”. “No es que esté mal pagado, es que somos muchos a repartir”, reconoce Aragón, ya que el número de intérpretes que va desde los 12 a los 15.
Con esos ingresos, las agrupaciones han optado por regularizar su situación. Selu aprendió de un susto con el fisco en 1994: “Estaba parado y firmé agrupaciones a mi nombre y luego vino Hacienda”. Desde entonces su agrupación está legalizada, tributa en el régimen de artistas y tiene NIF, condición indispensable para ser contratado por los ayuntamientos, clientes habituales.
Los componentes de grupos que prevén ingresos altos se hacen autónomos. “Se dan de alta para las actuaciones y luego se dan de baja inmediatamente. No tienen una actividad continuada y no pueden estar siempre de alta como es mi caso, al ser autor”, reconoce Aragón. Las agrupaciones más modestas optan por constituirse como asociación sin ánimo de lucro. El dinero va a los gastos en disfraces y decorados. Hay agrupaciones que gastan hasta 15.000 euros en estas partidas y dietas para moverse por España. “Lo que sobra, se reparte", reconoce Subiela.
Derechos de imagen
A las actuaciones, se suman los derechos de imagen por la retransmisión del concurso en televisión (en Onda Cádiz y Canal Sur). Los patrocinios (con emplazamientos publicitarios en el escenario, el bombo o la página web de la agrupación) son otras vías de financiación. Selu o Aragón tienen otros ingresos del Carnaval. Su actividad como autores les garantiza el 10% de la taquilla de las actuaciones, a través de la Sociedad General de Autores (SGAE).
Los carnavaleros se quejan de que aún hay batallas por dar. Por ejemplo, los grupos no reciben nada de las reproducciones de sus actuaciones en Youtube, pese a sumar millones. “El Carnaval es un activo muy importante para Cádiz, pero los que ganan son los que están alrededor del pastel, no los pasteleros”, denuncia Aragón.
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