Ralph Lauren se desploma en Bolsa tras anunciar la salida del consejero delegado
El fundador tenía serias diferencias con el ejecutivo tanto en la gestión como en el aspecto creativo del negocio
El consejero delegado Stefan Larsson no va a llegar a cumplir su segundo año al frente de Ralph Lauren. La compañía anunció que el ejecutivo saltará las riendas el próximo mayo. La renuncia provocó que la sociedad perdiera de golpe más del 10% de su valor bursátil. Es otra muestra de las dificultades por la que atraviesa el negocio tradicional del comercio, por la irrupción del comercio electrónico y del fenómeno del fast fashion.
El diseñador Ralph Lauren le cedió el control de la marca a finales de septiembre de 2015. Era conocido, sin embargo, el enfrentamiento que tuvieron por la manera con la que había que posicionar la ropa en el mercado para poder acelerar las ventas. El choque, como explicó el propio Larsson en una conferencia telefónica, no se refería solo a la gestión del negocio sino también a la creativa.
El ejecutivo es uno de los grandes expertos en el mundo de la fast fashion. Trabajó primero para H&M y después para Old Navy, la marca de bajo coste del grupo Gap. Larsson presentó el pasado verano un plan de negocio para Ralph Lauren que contemplaba el cierre de medio centenar de tiendas y eliminar varios niveles de gestión, para agilizar el proceso de toma de decisiones y dotarlo de mayor flexibilidad para adaptarlo a los cambios de tendencia.
El anuncio de la salida del consejero delegado se hizo coincidiendo con la publicación de resultados. El beneficio de Ralph Lauren se redujo casi un 40% en el tercer trimestre fiscal, hasta 82 millones de dólares. Los ingresos fueron de 1.700 millones, un 12% menos en el año. La idea es utilizar estos tres meses para encontrar un sucesor definitivo. Jane Nielsen, que lleva la finanzas, se pondrá al frente del plan de ajuste.
El fundador admite que la marca “necesita evolucionar” pero precisa que la transformación debe hacer sin que pierda su ADN. La compañía perdió el 20% de su valor desde que Stefan Larsson fue nombrado consejero delegado. Ralph Lauren adelantó, además, a los inversores de que la restructuración generará cargas importantes. El objetivo del ajuste es conseguir unos ahorros anuales de 220 millones.
