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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Liberar a las autonomías

El FLA tuvo éxito en tiempos de crisis. Pero ahora las regiones deben poder volver al mercado

El Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) fue exitoso en reducir el coste de financiación de las comunidades autónomas (CC AA) y al evitar políticas fiscales más procíclicas. Sin embargo, cumplido su cometido, es necesario desarrollar un plan que permita la vuelta de los Gobiernos regionales a la financiación de mercado. Prolongar la dependencia de las autonomías del Gobierno central genera incentivos perversos, que pueden ralentizar el necesario proceso de desendeudamiento del sector público.

En 2012, distintos factores se conjugaron para aumentar el coste de financiación de las CC AA. Por un lado, se observaba una reducción estructural de los ingresos, producto del impacto de la crisis. Por otro, factores demográficos empujaban algunos gastos permanentemente al alza. Asimismo, se percibía que el sistema de financiación autonómica había introducido cierta heterogeneidad, que hacía especialmente vulnerable a algunas comunidades autónomas. Finalmente, la financiación del propio Estado español enfrentaba un entorno de desconfianza. La creación del FLA permitió que, una vez resuelto esto último, los costes de financiación de las CC AA disminuyeran. En ausencia de este mecanismo, algunos Gobiernos autonómicos podrían haber tenido que implementar políticas mucho más restrictivas de las que finalmente se observaron, mientras que los riesgos de contagio hacia otras partes de la Administración pública o del sector financiero habrían aumentado.

Casi cinco años después de su implementación, y habiendo cumplido su cometido, ha llegado la hora de tener un plan de salida para las CC AA. Las condiciones no podrían ser mejores: la expansión de la economía permite un ajuste fiscal menos traumático, mientras que la intervención del Banco Central Europeo (BCE) mantiene el coste de financiación de los agentes en niveles relativamente reducidos. Si a esto se pudiera añadir un nuevo sistema de financiación autonómica y se mejorara la institucionalidad existente proporcionándole credibilidad, independencia y capacidad de ejecución, la mejora en la percepción de solvencia de medio plazo de los Gobiernos regionales permitiría un regreso suave a los mercados.

¿Por qué sería bueno lo anterior? En primer lugar, porque en el actual contexto existen incentivos perversos: ante la imposibilidad de discriminar, el coste de políticas heterodoxas por parte de algunos Gobiernos regionales se distribuye entre todos los contribuyentes españoles. En segundo lugar, porque, aunque imperfecto, el mercado es un mecanismo más de control, con la ventaja de que su juicio es transparente y a la vista de los votantes. Finalmente, no se puede obviar que las condiciones actuales son transitorias: ni el crecimiento se mantendrá tan elevado, ni el BCE continuará comprando deuda pública indefinidamente. Diseñar la hoja de ruta que saque a las CC AA del FLA debería ser una prioridad del Gobierno en 2017.

Miguel Cardoso es analista de BBVA Research.

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