_
_
_
_
_
Cláusulas suelo
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Un sistema eficiente aunque con errores

Como resultado de la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE de 21 de diciembre de 2016, algunas organizaciones políticas, con el Gobierno a la cabeza, han puesto en funcionamiento un decreto ley por el que se regula un procedimiento extrajudicial con el que dar solución a las reclamaciones que se van a producir en relación con las llamadas cláusulas suelo.

Sea bienvenido cualquier procedimiento que dé agilidad y transparencia. El problema está en que la controversia mediática, jurídica y social sobre la resolución de las cláusulas suelo ha vuelto a verter en el maltrecho mercado hipotecario español otra cucharada de incertidumbre e ilegitimidad sobre su funcionamiento. Esta situación, que viene siendo paralela a la ya larguísima crisis que estamos viviendo, en nada contribuye al desarrollo futuro de un mercado como el hipotecario, que no tiene alternativa en la financiación del acceso a la vivienda para los ciudadanos.

Se hace absolutamente necesario que, más allá de una u otra sentencia relativa a una cuestión u otra relacionada con un contrato u otro de una entidad u otra, pongamos en valor un sistema global de financiación a la vivienda que, por extemporáneo que parezca, es uno de los mejores y más eficientes del mundo.

A lo largo de estos años, se ha producido una pérdida de imagen de nuestro mercado que no será fácil de recuperar. Pero, a pesar de ello, tendremos que convenir que la valoración colectiva sobre el funcionamiento del mercado hipotecario, al que se le ha imputado todo tipo de calificativos y que ha servido para justificar los aspectos más negativos de la crisis, no ha sido del todo justa. Tenemos la obligación de poner en valor un mercado que, entre otras cuestiones, ha conseguido que seamos uno de los países del mundo con más personas que habitan su propia vivienda, con lo que ello significa en términos de solvencia y de estabilidad social.

Y esto no ha sido por casualidad. A lo largo de los más de 30 años de funcionamiento del mercado hipotecario, muchos han sido los esfuerzos de Gobiernos, entidades, notarios, registradores, sociedades de tasación y ciudadanos, sin olvidarnos de los inversores que, confiando en nuestro mercado, han apostado por su bondad y por que su desarrollo se produjera en las mejores condiciones legales y económicas.

Sin duda, hemos cometido errores. Algunos probablemente estén ligados al esfuerzo competitivo de estos últimos años, que nos ha dejado una gran cantidad de productos y entidades dispuestos a hacer del mercado hipotecario uno de los mercados financieros más potentes de nuestro sistema bancario. Estoy convencido de que los millones de ciudadanos que han conseguido su vivienda a través del préstamo hipotecario esperan una evaluación más ponderada de los resultados. Sin embargo, no bajemos la guardia. El préstamo que más condiciona el futuro social y económico de nuestras familias merece que se desarrolle en las mejores condiciones posibles y si, efectivamente, algo no está bien, que actúen los Tribunales. Pero al César lo que es del César…

Santos González es presidente de la Asociación Hipotecaria Española.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_