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El primer banco de Portugal, sin dirección

Caixa Geral de Depósitos va a conocer tres presidentes en un año

Caixa Geral de Depósitos, el primer banco de Portugal, comienza el año sin presidente. CGD continúa en medio de una tormenta política y económica que le va a llevar a tener tres equipos directivos en un año y una ayuda pública que superará los 5.000 millones de euros.

2016 comenzó con la presidencia de José de Matos, que debía acabar en mayo su tiempo de mandato, pese a ello tuvo que seguir unos meses más en el cargo a petición del ministro de Finanzas, hasta que se plantó con una carta dirigida al titular del ministerio, Mário Centeno, anunciando que el 31 de agosto se iba, hubiera o no sustituto.

Entonces le llegó el turno a António Domingues, ex del BPI, que renunció en noviembre por la polémica sobre su salario, que duplicaba al del anterior, y por la aprobación de una ley hecha ex profeso para su caso. Domingues aceptó seguir hasta final de año para que el Gobierno buscara un relevo. El relevo se llama Paulo Macedo, un exministro del anterior Gobierno conservador. Su designación tiene que ser aprobada por el Banco Central Europeo, y el plácet aún no ha llegado.

António Domingues, que estuvo en el cargo menos de tres meses, recibió una petición del ministro de Finanzas el 29 de diciembre para que siguiera en el puesto hasta final de enero. En principio, Domingues aceptó siempre que se mantuvieran las condiciones de su contrato original, que incluía la no obligación de entregar al Tribunal Constitucional sus ingresos. El ministro no le pudo garantizar esa condición, dado que entre medio el parlamento había aprobado una ley que especificaba lo contrario.

Resultado de todo ello, es que CGD, el primer banco del país, con un 23% de cuota de mercado, se encuentra sin dirección. De los 18 consejeros que Domingues había llevado a CGD (entre ellos el español Ángel Corcóstegui), apenas continúan cuatro. 

En este año, CGD comenzará a recibir fondos públicos para su recapitalización. Se prevé que en la presentación de cuentas del ejercicio de 2016 las pérdidas asciendan a los 3.000 millones de euros al haber hecho aflorar Domingues todos los impagados del banco. La ayuda pública superará los 5.000 millones de euros a través de diferentes fórmulas con el fin de que la Comisión Europea no compute la ayuda como déficit del Estado, y solo como aumento de la deuda, que roza el 130% del PIB.

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