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NUEVO GOBIERNO

Los ministerios económicos ultiman cambios en su cúpula

Montoro tendrá que cambiar a al menos dos de sus secretarios de Estado. Guindos tiene nombramientos pendientes en el Tesoro, la CNMV y Competencia.

Las cúpulas de los equipos económicos del nuevo Gobierno tendrán caras nuevas tras el profundo relevo en el Ministerio de Hacienda, que dirige Cristóbal Montoro; los retoques en el Ministerio de Energía, de Álvaro Nadal; y los maquillajes en Economía, que gestiona Luis de Guindos. El Departamento que dirige Fátima Báñez mantendrá su estructura. El nuevo ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, también valora cambiar al secretario de Estado y a algunos de los altos cargos al frente de las empresas públicas de transporte.

El ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, acompañado por la secretaria de Estado de Presupuestos, Marta Fernandez Curras, el secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre, y el secretario de Estado de Administraciones Publicas, Antonio Beteta.
El ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, acompañado por la secretaria de Estado de Presupuestos, Marta Fernandez Curras, el secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre, y el secretario de Estado de Administraciones Publicas, Antonio Beteta.Uly Martin (EL PAÍS)

Hacienda es uno de los Departamentos que sufrirá un cambio más profundo. Montoro tiene que sustituir al secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre, y a la secretaria de Estado de Presupuestos, Marta Fernández Currás. Ninguno de los dos continuará al frente de dos de los departamentos más complejos de la primera legislatura de Rajoy.

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Ferre fue el encargado de poner en marcha la reforma fiscal. Pero también se le ha señalado por fallar en el cálculo en la recaudación del impuesto de sociedades de 2016, que obligó al Gobierno a reformar a toda prisa los pagos fraccionados. Ahora se va al sector privado tras cuatro duros años. Ya avisó en 2011 que su compromiso se extendería solamente durante una legislatura. Fernández Currás ha sido la responsable de diseñar los presupuestos para rebajar el déficit al ritmo marcado por Bruselas. La Comisión casi multa a España por incumplir los objetivos presupuestarios.

La tercera secretaria de Estado de Hacienda, la de Administraciones Públicas, estaba ocupada por Antonio Beteta. Existen dudas sobre su continuidad puesto que estaría sopesando abandonar la política. Aunque Montoro pierde las competencias de Administraciones Territoriales, que pasan a la vicepresidenta, Soraya Saénz de Santamaría, mantendrá las tres secretarías de Estado porque conserva la llave de la financiación autonómica.

En el ministerio de Economía, Luis de Guindos pretende hacer pocos cambios en su gabinete. El secretario de Estado de Economía, Íñigo Fernández de Mesa, y el de Comercio, Jaime García-Legaz, seguirán en sus puestos si no deciden saltar al sector privado. Además, el ministro tiene que rellenar varios huecos tras la marcha de la directora general del Tesoro, Rosa Sánchez Yebra, quien abandona el cargo para irse a un organismo internacional. El ministro tendrá que designar al relevo de Elvira Rodríguez al frente de la CNMV (Comisión Nacional de Mercado de Valores), a tres vocales de CNMC (Comisión Nacional del Mercado de la Competencia). Guindos aspira a colocar a uno de sus colaboradores en la Oficina Económica del Presidente.

Vacantes en Hacienda

En el Ministerio de Energía, que dirige Álvaro Nadal, se da por segura la continuidad de Víctor Calvo Sotelo al frente de las telecomunicaciones, ahora como secretario de Estado de Agenda Digital. Más traumática será la baja de Alberto Nadal, que deja la secretaría de Estado de Energía. Su salida del ministerio que ahora dirige su hermano gemelo Álvaro, supone que queda libre para ocupar otro alto cargo o su salto al sector privado. La buena impresión que deja Alberto en Energía, donde acabó con el déficit tarifario y ha realizado la reconversión eléctrica que está por terminar, ha provocado que tenga varias propuestas sobre la mesa de ministerios económicos. Entre ellos, suena con fuerza para ocupar una de las secretarías de Estado que quedan vacantes en Hacienda. Su nombre también se baraja para ocupar la vacante en la oficina económica del Presidente tras la marcha de su hermano Álvaro. Sin embargo, el hecho de que su esposa esté con aspiraciones en el mismo departamento complica su salto a este organismo asesor.

Fernando Hernández, director de Energía de la CNMC está bien posicionado para relevar a Alberto Nadal.

En el Ministerio de Empleo no se prevén cambios, apuntan fuentes del propio departamento. Sobre él descansan, nada más comenzar la legislatura, varios de los asuntos clave de la legislatura como son la reforma que asegure la financiación de la Seguridad Social ante el déficit creciente que registra cada año, la adaptación de las leyes españolas sobre contratos a las últimas sentencia de la justicia europea. Con este calendario, cambiar a los responsables de las Secretarías de Estado encargadas, la de Empleo y la Seguridad Social, no es una cuestión de Báñez se esté planteando. Así que la continuidad de Juan Pablo Riesgo, anterior jefe de gabinete del Ministerio y de total confianza de la ministra, y Tomás Burgos, está asegurdad. “Seguirán todos…, si quieren”, apuntaba ayer una fuente del Ministerio, dando por segura la continuidad.

El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, sustituirá este viernes muy probablemente al secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Julio Gómez-Pomar, que contaba con los parabienes de la anterior ministra, Ana Pastor, para sucederle en el cargo pero finalmente fue descabalgado de la carrera ministerial. Más enjundia tendrá el nombramiento para ocupar la presidencia de Aena, que ahora ocupa José Manuel Vargas, quien debe dar el paso de la privatización total del gestor aeroportuario o mantenerlo con la mayoría actual del Estado (51%).

Más difícil lo tiene Gonzalo Ferre para seguir en el Adif tras un mandato en que los retrasos en la obra de extensión del AVE y los conflictos con las constructoras han jalonado una gestión difícil, e incluso no se descarta que se pudiera volver a unir con Renfe.

Precisamente, el presidente de Renfe, Pablo Vázquez, es uno de los nombramientos más en entredicho. Vázquez no ha dudado en manifestar su deseo de seguir al frente de la compañía, al menos hasta que se adjudique el contrato de la flota del AVE, el llamado supercontrato del siglo, por más de 3.000 millones. Pero hay candidatos en la órbita de De la Serna que también quieren protagonizar esa foto.

Con información de Miguel Ángel Noceda, J. Sérvulo González, Manuel V. Gómez, Ramón Muñoz y Antonio Maqueda.

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